Sobre
religiosidad Lenca
Marvin
Aguilar
En
Filosofía se dice que todo comenzó con Dios. Y es así. El documental 500
naciones conducido por Kevin Costner deja claro que todas las etnias pre
colombinas de nuestro continente poseen una explicación de su origen; cómo
llegaron allí; por qué determinada tierra les pertenece y, qué los hace únicos.
Desde luego todo inicia cuando la voluntad de un dios los escoge.
La
etnia Lenca igualmente posee una narración sobre su procedencia. ¿Pero, pueden
sus actuales descendientes indígenas luego de siglos de ocultación y racismo
darnos una luz verdadera de su génesis? Suele ser difícil encontrar una
explicación definitiva en cuanto a esto ya que muchas veces está plagado de
intereses mal sanos.
Es
decir, organizaciones, sacerdotes o líderes amerindios que en afán de obtener
beneficios de la herencia originaria elaboran una serie de historias que van
desde valerse de la mágica cosmovisión indígena hasta historias jaladas de los
cabellos que pueden llevarnos al momento de comprobarlas con restos
arqueológicos a la conclusión de no ser ciertas. Desde luego no serian los únicos tal como lo está
demostrando la arqueología bíblica.
En
el caso Lenca, debemos antes que nada comprender la convergencia de tres denominaciones
sobre esta etnia del oriente salvadoreño.
La
primera, como fueron llamados por los indígenas pipiles que acompañaron a los
españoles a su llegada a esta región: Chontales o Lencas.
Luego
como eran llamados por los indígenas del lado nicaragüense que denominaban esta
tierra Menalaca o Malalaca como lo demuestra el acta de re fundación de la
Villa de San Miguel de la Frontera en 1535 y el historiador Pedro Escalante
Arce cuando aborda el tema de Nequepio respectivamente.
Y
finalmente como ellos mismos se llamaban y reconocían: Chapanastiques o Chaparrastiques y cuya lengua es el Poton según nos narró Salvador Hernández para
nuestro documental que sobre esta etnia realizamos en Guatajiagua.
El
nombre Lenca, derivó pues de la costumbre de las crónicas españolas al
llamarlos así animados por los entendimientos Pipiles. Luego identificado su idioma
dio como resultado la denominación étnica Lenca-Potón para los indígenas del
oriente salvadoreño.
Un
pueblo que sea de paso escrito pesar del deseo de los comerciantes del asunto
indígena no se comprobado que sea de origen Maya.
Sin
embargo, siendo Centroamérica un lugar de paso tanto del norte hacia el sur y
viceversa no es extraño la influencia de los Olmecas, Mexicas, Aztecas e
incluso Incas en distintos lugares de El Salvador actual.
Este
influjo incluirá sus creencias, alimentación, artes y como se ha especulado al
suponerse la introducción del telar desde sur América hacia nuestra región
tecnología de la época. Todas estas hipótesis que van poco a poco acercándose a
la verdad son motivo de estudio, investigación y discusión todavía.
Por
eso los absolutos en materia de etnias pre colombinas que algunos adoptan en
San Miguel hoy distan mucho de la verdadera ciencia y daña en lugar de ayudar a
reivindicar la herencia cultural de estos pueblos primigenios salvadoreños.
II
El
sitio de Corinto, La Cueva del Espíritu Santo es un ejemplo de un mal enfoque
del tema Lenca. No se puede decir con seguridad que sea un sitio de origen pre
histórico pero igualmente que haya comenzado con Lencas.
Lo
que sí es seguro es que debemos estudiar más tanto arqueológica y
antropológicamente el lugar para determinar que épocas recoge y que es incluso
para la era contemporánea por sus petrograbados y arte rupestre el comienzo de
las artes visuales nacionales.
Lo
que sí se puede entender es que ha sido un lugar tanto para los antepasados de
Lencas, ellos mismos con su Walaji como para nosotros en la actualidad parte de
la identidad local, étnica y nacional.
III
Quelepa
que se puede determinar de influencia Olmeca y Maya Tikal y veracruzana debido
a migraciones y comercio es el lugar por excelencia para entender mejor la
religiosidad Lenca o local.
¿Qué
ídolos se encontraron allí? y qué nos pueden decir que se adoraba o reconocía
como deidades en ese sitio.
Desde
luego la influencia Maya que fue una civilización que se prolongó entre 1000 y
1500 años extendió su dominio por toda Centroamérica y en determinado momento
debido a que llegaron a ser una sociedad adelantada su cultura se volvió
indiscutible.
Es
probable que pasados ya 300 años de su extinción a la llegada de los españoles
hubiesen sido recordados como míticos santos predecesores de un ancestral
conocimiento para nuestros antiguos Lencas que servía aun como religiosidad,
espiritualidad y demás creencias útiles para ellos.
Por
eso no debería de sorprendernos que Quelepa o Jaguar de Piedra se haya erigido
en honor a ese felino como igual lo hizo el jefe Kawil con Tikal antes.
Esta
deidad es junto a la Serpiente, Mariposa y Quetzal las más veneradas en
Meso-América e idealiza el guerrero, cazador solitario y oportunista.
En
Quelepa además se encontró un Mono. Esto es una constante porque en El Salvador
pre colombino el Mono incluso pudo ser un animal domestico.
Este
ídolo está relacionado con el origen de la humanidad ya que la cosmovisión indígena
lo representaba con actitudes humanas.
Una
versión de Quetzalcóatl o de la Serpiente cuya lengua llega hasta la quijada de
la estatuilla fue igualmente encontrada en Quelepa. La Serpiente curiosamente es para los Lencas la
explicación del porqué el Chaparrastique posee una actividad constante.
Cuenta
la tradición que una gran serpiente salió de una laguna ahora extinta cerca del
municipio de El Transito que estando cercana al volcán al salir volando se
metió por el cráter y, es desde entonces que cuando esta se mueve es que el
volcán entra en actividad.
Es
interesante entonces la dicotomía migueleña que sostiene por una parte que una
serpiente ocasiona la actividad volcánica en la ciudad y por otro lado la Reina
de la Paz es quién logra detener la lava de esa misma erupción. Historias de
indios que se escuchaban en 1690 a la llegada de la imagen a la ciudad y que
dieron como final de la guerra cultural el milagro de 1787.
Pero
los Lencas más que poseer pirámides como Quelepa o las Maya San Andrés y
Tazumal, expresan su religiosidad en cuevas encantadas; ojos de agua
encantados; animales marinos como las Olominas encantadas que acompañan la Yuca
cocida; cerros encantados; arboles como el morro o plantas que curan o de
igual sitios como El Barrial en Guatajiagua que proporciona el material
(arena/barro negro/barro colorado) para hacer las vasijas típicas del oriente y
por ende de la cultura Lenca.
Corolario:
¿Sacrificaban
humanos las comunidades Lencas? No sería extraño además de no ser los únicos
con esta práctica. ¿Existió el Bardaje como en otras etnias de América? Muchas
veces queremos con la visión de occidente o de hombre blanco entender el mundo
de los pueblos originarios y encajamos respuestas que cuadran con nuestro
entendimiento del mundo.
Por
eso nos imaginamos un señorío de Cushcatan y esculpimos un cacique made in
spain y le llamamos Atlacatl. Deseamos ver lo aguerrido del salvadoreño en
Atonal que le clavó una lanza al conquistador invasor y así de igual damos por
cierto que existió un Tata llamado Huistaluxitl que comandó huestes de indios
que se opusieron a Luis de Moscoso.
Ninguna
crónica tanto de los españoles como de los registros eclesiales que fueron
tanto los unos como los otros muy rigurosos con estos menesteres refleja la
existencia de un gran jefe indio salvadoreño y decir lo contrario es
acientífico y a histórico.
No
hay para el caso salvadoreño registros como el de Kawil en Tikal que fue quien
hizo la famosa pirámide del gran Jaguar que anotábamos antes o de Pakal rey
Maya en Palenque que se ha encontrado su tumba al igual que su dinastía con su
hijo Kan Balam.
Cosa
mínima debiese ser demostrada por quienes aseguran la existencia de un jefe o
de Huistaluxitl, obligados están a identificar la capital del señorío Lenca y
sin que esto signifique revelar conocimiento antiguo solo permitido para una
elite india ya que eso es como sostener el falso argumento de la fe invasora
que los caminos del dios cristiano son inentendibles al hombre y solamente
queda acatarlos.
El
peso de la cultura Maya es que si podemos identificar sus ciudades que dieron
en su momento cabida a una gran civilización.
Un
sacerdote o líder indígena que no pueda explicar las creencias de estas gentes
y que argumente otra vez secretos milenarios que no pueden ser revelados a los
ladinos simplemente es un fraude.