Tomado de la Pagina.com.sv
Ten-si pensador chino del siglo V antes de Cristo sostenía que los hombres no se hacen criminales por que lo quieran, sino que se ven conducidos hacia el delito por la miseria y la necesidad. Christian Poveda creía en ello también. Por eso hacia cine de la verdad. Pretendió mostrárnosla y no solo, además retó el problema de la verdad. Nos conto la realidad humana salvadoreña con la mejor forma que él sabia hacer, con el lenguaje cinematográfico.
Poveda el realizador antropólogo me enseño recién llegado yo al país, que el problema de la violencia radicaba en el machismo. Efectivamente sostenía que: “Un marcado machismo impregna a la sociedad salvadoreña. La educación familiar reproduce sus vicios, de los cuales muchos hombres están tan orgullosos que los inculcan a sus hijos, como si fuesen “valores”. Un conjunto de “valores” que deriva en violencia física o simbólica hacia las mujeres, promoviendo prácticas perversas, impregnadas en la “masculinidad tradicional”. Estas prácticas están marcadas por contactos físicos y verbales cargados de agresión, que muchas veces derivan en homicidio, la principal causa de muerte entre los varones. De esta forma, el rígido “porte arriero” salvadoreño, llevó a las pandillas a emular a la sociedad, magnificando de manera desproporcionada “valores” inculcados en su infancia”.
Pero cayó abatido por mentalidades que han colocado los valores mas sagrados en el nivel jerárquico mas bajo del entendimiento humano. Para algunos salvadoreños hambrientos los goces espirituales pierden sentido. Y todos los demás tenemos que aguantarnos sus berrinches revuelta y muerte por ser nuestros ciudadanos humillados.
Piensan que El Salvador es un pueblo sin electricidad, ignorantes de que cualquier país puede volverse una solemne mierda, esto puede sucederle a un ruso de un bar que gana 600 dólares al mes en una ciudad donde el promedio de gasto mensual es de 1000 dólares. Un yanqui que pierde su casa por la crisis inmobiliaria. El obrero ingles que vive mal en los suburbios de Londres. Al alemán oriental que aun no se adapta al capitalismo. Un español que limpia oficinas por 621 euros al mes en Madrid. Al chino que no vive en la zona del 9% de desarrollo anual de China, es decir en Pekín, Shanghái, menos Hong Kong… en estos días no solo se huye de la pobreza sino también de la riqueza.
Casi todos conocieron a Poveda por medio del fotoperiodismo. Yo le conocí a través de la maquina de sueños, haciendo cine residente; fue ese arte objetivo que trataba de crear y que pretendía evocar en cualquier parte del mundo donde se presentara la misma reacción. Un arte capaz de llevar al espectador a un estado superior de conciencia: Nuestra juventud deseosa de vivir un buen momento y que odia vivir una larga pero pobre vida.
Sus documentales salvadoreños mostraban decía: una nueva guerra civil, que igual de terrible, enfrenta ahora pobres contra pobres. Un “crimen perfecto de la mundialización” diría el filósofo Jean Baudrillard.
Si pudiera hablar al estilo Chejov su asesinato me hace reflexionar sobre la psicología de nuestros connacionales, es una psicología perruna: les dan en la cresta y chillan bajito para esconderse en su agujero. Les acarician y se echan de espaldas patas arriba y mueven la cola.
Hay una selección fenomenal de filmes sobre la violencia juvenil, Gomorra de Italia; Ciudad de Dios desde Brasil, American Me desde Los Ángeles; Wir Kinder Vom Banhof Zoo de Alemania; Huelepega de Venezuela; Villa Tranquila Argentina; Void de España.
Entiendo que todos sus directores están vivos. El Salvador tendrá hoy el record de haber asesinado a un cineasta. En verdad que somos intolerantes en esta tierra que cambio sin darnos cuenta el Dios Unión Libertad por: comilona, football y bailongo.
Hay dentro de nuestra población un mestizaje mal tratado. Los salvadoreños no se sienten indígenas ni españoles. Y eso les hace situarse entre dos grandes extremos, ya sea una baja autoestima victimista o una súper dignificación personal que ante la menor oportunidad de poder los transforma en los mejores tiranos. El síndrome de déficit de atención que afecta a esta nación ha llevado a la mayoría a confundir el buen gusto con la riqueza.
Christian sabía en donde estaba trabajando: Las colonias populares – me dijo- son el escenario de tragedias anunciadas. La existencia cotidiana en La Campanera, es una mezcla de operaciones policíacas y velatorios. Es como si fuera algún Belfast que viviera al compás de las incursiones de venganza provenientes de otros barrios. La guerra está siempre presente. La muerte merodea, incansable. Transforma la vida cotidiana en una especie de Six feet under tropical, la telenovela americana que transcurre en una empresa funeraria. Muertes violentas, todo el tiempo, una o dos por mes, enlutan la comunidad. Este miércoles te toco a ti.
Gracias por tu obra que legas al pueblo salvadoreño.
LA SECRETARIA DE CULTURA REALIZARA UN HOMENAJE POSTUMO AL CINEASTA Y FOTOPERIODISTA FRANCO-ESPANOL ESTE VIERNES 4 DE SEPTIEMBRE A LAS 4:00 PM EN EL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA (MUNA)
EL SABADO 5 DE SEPTIEMBRE SE PROYECTARA LA PELICULA “LA VIDA LOCA” EN EL AUDITORIUM DEL MUNA, EN HORARIOS DE 4:00 Y 7:00 PM
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