En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

miércoles, 9 de febrero de 2011

NOTAS DESDE EL PULGARCITO

Cómo reflotar una economía que tiene una piedra al cuello


El Ejecutivo recurre a la banca pública y el endeudamiento para reactivar una economía prisionera de las cadenas del neoliberalismo

Por Fernando de Dios

SAN SALVADOR – El Salvador se encuentra sumido en una crisis estructural que mantiene su economía postrada en la mediocridad desde hace más de 15 años. Sus niveles de crecimiento en la última década son, con excepción del periodo de la guerra, los más bajos de su historia moderna.

Desde 1995 está entre los tres países que menos crecen de América Latina y es el que menos crece de Centroamérica.

En 2010 el crecimiento no llegó al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); las importaciones fueron superiores a las exportaciones en cerca de $1,000 millones y la deuda externa siguió creciendo hasta acercarse a los $11,000 millones.

Una cuarta parte del presupuesto público de 2011está destinado al pago de esa deuda y a ello hay que sumar una cantidad similar para el pago de la deuda previsional que se adquirió al privatizar las pensiones.

Al ser uno de los que menos impuestos cobra del mundo en relación a la riqueza, el Estado no fue capaz de recaudar lo que gastó, como viene ocurriendo desde hace años, por lo que siguió acumulando déficit fiscal, que ronda el 5 por ciento del PIB.

El pasado año, como tantos anteriores, miles de personas volvieron a irse del país, buscando su destino en tierras más prósperas. Los más de $3,500 millones en remesas que los migrantes envían de vuelta cada año son el colchón que ha evitado el colapso de la economía.

Muchas otras personas pasaron a integrar el gran magma de la economía informal, el otro amortiguador que evita la debacle y el estallido social; y que acoge a un sinnúmero de familias cuyo único horizonte es conseguir diariamente lo necesario para la subsistencia.

La estabilidad socioeconómica de El Salvador descansa en dos pilares que son el espejo de su subdesarrollo.

Ver nota completa:
http://www.contrapunto.com.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=5011%3Anoticias-de-el-salvador-contrapunto&catid=72%3Acoyuntura&Itemid=71

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