La sensación es la misma, como cuando se para al frente un salvadoreño fariseo y demagogo rasgándose las vestiduras para esconder sus propios intereses, que piensa que por el hecho de ser salvadoreño todos le van a seguir solo porque él lo dice, lo piensa y lo cree. Y no darse por enterado que la lucha es colectiva e integracionista en contra de la discriminación, el racismo y abogar por los derechos colectivos de las comunidades minoritarias donde nos encontramos inmersos y catalogados, no individuales.
Es la misma sensación que padece el ciudadano común al conocer de la falacia de estos salvadoreños que por protagonismo e intereses pisotean la dignidad de la comunidad con sus acciones y la venden al mejor postor como míseros proxenetas en una esquina de la calle Celis y 24 avenida.
Es la misma sensación de no entender la actitud de los que dicen defender los intereses comunitarios y/o salvadoreñoridad, que mancillan la dignidad del individuo menospreciando e insultando su inteligencia al creerlos incapaces de tomar sus propias decisiones.
Es la misma sensación de no entender como personas se mofan de la democracia sarcásticamente porque son incapaces de ser fieles a las convicciones, principios y valores que pregonan, que no es más que una cortina para esconder sus verdaderas intenciones y salvaguardar sus intereses personales, usando de parapeto la comunidad.
Es la misma sensación por no entender como una persona es capaz de manipular a un infeliz párvulo, que le incite a pelear por una causa perdida solo para utilizarle de parapeto y poder desahogar sus frustraciones y delirios de persecución. Y todo gracias a su pesadilla de la calle ELM.
Gracias Ing. Montes Brito por este legado, tal vez nos pudiera compartir en que estaba pensando cuando lo recomendó como Cónsul de El Salvador en Brentwood.
VITU AMIGO….POR QUE NO TE CALLAS?
http://tribunahispanausa.com/portal/?p=15193Por cierto también publicado por LTH recién salido del horno, lo cual no es usual ya que es un semanario. Pero quizá apoyar las causas perdidas de un chero vale la pena.
Emilio Ruiz says:
April 14, 2011 at 9:29 am
En la democracia hay derrotas que no son derrotas, solo son ensayos. Trataremos una vez más la oportunidad en la próxima y si la próxima no funciona, lo intentaremos nuevamente otra vez más; yo creo que le atinaremos algún día. De todos modos ya estamos aquí, y más nos vale que aprendamos, conozcamos y participemos del sistema, éste sistema que a ratos no lo entendemos.
¡Que viva la democracia! ¡Que viva la participación ciudadana!
Emilio Ruiz – New York, USA
Pero que viva con igualdad y equidad, permitiendo que otros puntos de vista sean del conocimiento de tus lectores, no solo publicando los propios y/o sean convergentes a los propósitos en respaldo de una de las caras de la moneda
http://oscarlandaverde.blogspot.com/2011/04/la-batalla-de-las-urnas-y-la.html
La batalla de las urnas y la postergación de un sueño
La sensación es la misma, cómo cuando no se aprobó en Washington la propuesta de ley integral Migratoria que beneficiaría a millones de personas. Es el mismo sentimiento de cuando el Senado no voto a favor del sueño de miles de estudiantes inmigrantes con la propuesta del “Dream Act” en donde cuatro demócratas votaron en contra. Es la misma decepción de cuando se prometió licencia para todos los indocumentados en Nueva York y que por falta de liderazgo y debilidad de los oficiales el proyecto desapareció. El la mismo desengaño de cuando el presidente Obama prometió reforma migratoria en 100 días y todavía se esta a la espera. Lo peor de todo es que hay miembros de esta comunidad que se alegran de las derrotas.
Es la misma historia de siempre. En campaña electoral prometen trabajar por la comunidad hispana e inmigrante, apelan al sufragio de los nuestros, pero a la hora de la verdad, éstos oficiales electos votan y se pronuncia en contra de la comunidad hispana.
La explicación según ellos es que el sistema funciona de esa forma y que el pueblo no lo entiende, se ven obligados a votar de esta manera, que no tienen criterio para ir en contra del sistema y que deberíamos estar en sus zapatos para entender su actuación; y así se aprueban presupuestos escolares reducidos, que suprimen plazas de maestros y que afecta con un mayor impacto a los distritos escolares hispanos y menos a otros distritos escolares.
De todas maneras decepcionar al pueblo hispano no importa. Con calculadora en mano se ocupan la vieja formula: De cada 100 hispanos solo uno vota. Cuando Philip Ramos invitó a Steve Levy al primer Festival Centroamericano. Levy hizo la misma matemática, de que sirve asistir a este evento si de los miles de asistentes, solo se podrían ganar una treintena de votos. Esa es la formula Levy.
Es hermosa la democracia. Para eso están las urnas para definir las diferencias. Pero en esa mismas urnas se han aprobado propuestas como la de dar autoridad a los policías para preguntar por el estatus migratorio, exigir que solo se hable ingles en los centros de trabajo y denegar servicios de salud a personas que no posean documentos legales para ser atendidos en hospitales. Es allí en las urnas en donde se debe continuar la lucha por los cambios en beneficio de nuestra comunidad.
La lucha en las urnas permite que legisladores consecuentes con su comunidad alcancen puestos de decisión. Así sucedió en Maryland en donde un legislador salvadoreño lucho por mucho tiempo para que los estudiantes inmigrantes fueran tratados como cualquier otro estudiante. Una especie de “Dream Act” Estatal, que gracias a este empuje y liderazgo fue aprobado en aquel Estado.
A pesar de estos inconvenientes. Ni los inmigrantes van a dejar de salir a las calles el próximo primero de mayo. Ni los estudiantes van a abandonar su sueno por el “Dream Act” ni tampoco la comunidad hispana abandonara el deseo de colocar mas y buenos oficiales hispanos en puestos de decisión.
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