CARTA ABIERTA A LOS ILUSOS

CARTA ABIERTA A LOS ILUSOS-Lord Halmulh

Ya prontito en la presidencia del Pato Funes se hablo de el como si fuera la misma rencarnación de Farabundo Martí. Quizás las comparaciones estaban basadas en el hecho de que los dos eran viajeros, y si bien para Martí, como agente de la Comintern (Internacional Comunista para los cipotes) eso significaba viajes a Nueva York, y los del Pato Funes eran a Disneilandia en avión privado de un su amigo oligarca, algo es algo. Cuando Feliciano Ama, Mario Zapata, Alfonso Luna Calderón y Miguel Mármol, entre otros, andaban dándose en la madre organizando al pueblo, Martí andaba de espía del Partido Comunista Mexicano viendo que Sandino no se les saliera del plato y resultara más nacionalista de lo necesario. Los Estalinistas exigían disciplina, lealtad a principios universales, que se aplican, quiérase o no, a las realidades nacionales, cuando les conviene, y se ignoran cuando resulta necesario. El Pato Funes ni eso tuvo, anduvo de periodista, tomando fotos, haciendo entrevistas, tenia cara de maje y como su hermano si murió peleando, algo tenía que haber allí. Con eso lo defendían al menos a nivel genético debía compartir los huevos de su hermano.

Resulta irónico que uno apareciera como el santo mayor de las deidades de la izquierda salvadoreña, mientras que Feliciano Ama fue demasiado indio, y Enrique Álvarez Córdoba homosexual, y Luna y Zapata, demasiado pueblo. A Sandino le hubiera parecido el utilizar el nombre de Martí en un frente nacional un tanto risible, pero los muertos no son buenos como testigos. Que estas cosas no se discutan abiertamente es el resultado de limitaciones teológicas dentro de la izquierda salvadoreña, cosas que deberían ser estudiados y criticables desde el punto de vista Hegeliano, pero que resultan nocivas cuando se aplica a principios sacrosantos dentro del Frente. Me refiero a estas cuestiones para señalar un punto, que todo debe ser cuestionable, debatido, que la ignorancia no debe cubrir ni justificar los errores políticos. 

En los foros de la izquierda, el entender la dinámica al interior del Frente que lleva al Pato al poder ha sido algo doloroso, particularmente los que todavía creían en el sueño de la gran casona, gente como Cañas, que tuvieron que darse con las muelas en la pared para entender lo agudo del sectarismo y oportunismo dentro del partido que ellos creían habían formado para bienestar del pueblo.  

Mis criticas al interior del Frente desde afuera, lo que yo catalogaba como el fraude al interior del Frente que hiso a muchos eventualmente salirse o ser expulsados, provocaron la ira de los radicales, los que preferían quedarse acá como voceros porque ganaban mas, pero entendían su relación parasítica con la estructura corrupta que resulto ser el Frente. A esos los compraron con puestos en asambleas centroamericanas, y cargos dignos de los mejores judenrats. Así fue como me atacaron, claro no fui el único, hubo incluso algún perdido por allí que se atrevió decir que yo operaba como arenero. Abundaban los martillos de dios, y las acusaciones eran de todo tipo: revisionista, iluso, perdido, etc. Yo los acuse de arrogantes, porque me choco la forma grosera en que trataban a algunos, particularmente a Jorge, con el que yo también tengo muchos puntos de divergencia, pero a quien yo aprecio por tener el valor de decir lo que siente cuando quiere y lo cree necesario. La forma  grosera en la que se le trata a diario debería ser suficiente para se entienda lo que quiere decir arrogancia, lo que ahora los Frentistas hacen necesario para remplazar la explicación a las burdas maniobras y a la política de componenda con la que siguen estafando al pueblo. Los detalles los saben todos, menciono dos cosas, el escandalo de la sala constitucional, y el derecho al voto a los Romeros. Se ataca duramente todo lo que representa opiniones divergentes, hacen inevitables las purgas, las cismas y la formación de una oposición dura que aun hoy no se colisiona, pero que un día, primero dios, encuentre el elemento unificador que lo haga. 

El Frente es mientras tanto el típico y estridente discurso político de una izquierda rebelde, que ataca al hombre mas que a la idea, particularmente cuando no tienen base política para hacerlo; que se vuelven el anticuerpo que dice ser esencia del pueblo pero destruye la confianza del pueblo con indecisión y vacilación. Yo les recomendaría que leyeran a Lenin, "La enfermedad del Izquierdismo" la critica a la comuna, sus trabajos explicando la diferencia entre los mencheviques y los bolcheviques. Si eso esta fuera de la lista de recomendadas lecturas en el Frente hoy día, los refiero entonces a las homilías de monseñor, cuando nos recordaba que éramos hermanos, y que por tanto el respeto a otros es la base de la construcción de una patria justa. Yo si tengo idea de con quien hablo, y tengo a huevo que respetar el valor y asumo la honradez intelectual de los que aun tienen un leve remanente de honradez política y quieren escuchar la critica aun cuando la dirección del Frente pide simplemente que se nos reprima. Las preguntas que se hacen en los foros políticos de nuestro departamento Romero buscan respuestas a preguntas que no poso yo, sino el pueblo, en este foro y en otros. Ahora, yo veo en el rostro de muchos, la irreflexión y la falta de flexibilidad. Se destruye el análisis político serio y el amor natural que deberá existir entre los Salvadoreños, con miedo y discordia.  Pero también se ven señales de que se distancian grandes sectores que naturalmente sentían al principio una obligación histórica, una lealtad alimentada por el sacrificio común, la necesidad de creer que el Frente era la esperanza de un mundo mejor. 

Si, el tono arrogante contra mi gente acá continuo, es porque el Frente hace lo que le da la gana sacando a los históricos y a gente disidente allá, las viejas guardias de Partido han ido depurando a cuanto se les opone. Ahora se ataca a los que "se reúnen en grupos secretos", como si su exclusión de estos grupos no fuera por lo cerrados que son, y se tipifica necesariamente como un  síntoma de traición. La traición, señores, se da al interior del Frente. Los que aquí se organizan, los que allá se aglomeran el la nueva marea de renovación, son una indicación de la lucha reivindicativa del pueblo, que busca algo mejor para nuestra nación. Hagan una lista de los comandantes del FMLN, gente decente que se la batió durante años contra el enemigo, que perdió familia, su juventud y persona, y pregunten: ¿A dónde se fueron, porque se fueron, adonde están? Bueno, están afuera, expulsados, vilificados, decepcionados, derrotados, acusados de todo. El Frente confunde la mayoría en reunión cerrada, a la del pueblo clamoreando por más. La gente que ustedes llaman los fósiles, los históricos, fueron la gente que salió de los gremios, que creció, se fogueó y se educo en el pueblo en luchas reivindicativas. Esa gente se va porque no puede trabajar con gente que es intransigente y que no cumple lo que dice. Algo que debería ser tan simple como el derecho al voto a los Romeros. ¿Por qué? Porque acá la gente es como los milicianos de otrora: se trabaja y se lucha. Estos no son los parásitos que viven de la vida partidaria, sino los que la nutren. Y es precisamente a esta  gente a la que se empuja a un lado para proteger el interés personal de la cúpula sobre los intereses del pueblo. ¿Qué no se todo lo que pasa allá? Correcto, pero cuando vuelvo a ver están pasando estas idioteces. ¿Y nadie parece creer que nosotros nos vamos a acordar después? 

La arrogancia propia de los que están en el poder: El Frente domina hoy por que hoy son el gobierno. El Frente domina hoy por hoy el dialogo político de las mayorías, no porque tengan razón, sino porque no hay alternativas. ARENA es lo que es, una plasta de las que se ignoran, el hijo de Dabuisson, en bancarrota y para afuera. ¿Y el Frente? ¿Otro PRI? ¿Un partido oportunista de izquierda con un glorioso pasado? El poder absoluto corrompe absolutamente, se dijo de la iglesia, y se aplica también a ustedes. 

Si dimos lo que podíamos y ahora es la de descansar… ojala a si fuera. La verdad es que si algunos acá no nos acercamos es porque lo que es el Frente hoy enferma. Ahora ya ni somos el pueblo, hoy nos dicen que somos "una comunidad", ya ni siquiera parte del pueblo. Yo no me avergüenzo de lo que hice por la revolución que traicionaron otros, ni por lo que he hecho acá como organizador, sindicalista, líder comunitario, padre, amigo, exilado, abogado, carpintero, o cocinero. Encontré mi conciencia social como todos los otros a los que ustedes ahora tachan de pendejos. Me proletarice con los otros que comimos salteado y defendimos nuestros intereses de clase con miedo a la deportación. No, si no les gusta lo que hicimos, es problema vuestro. Pero el Frente, del cual nunca fui militante, no es mi partido, y yo como salvadoreño, yo tengo derecho a hablar, y si no les gusta, como también no le gusto al PCN y a los escuadrones, bueno, que se le va a hacer. 

¿Que nosotros tenemos derecho a decir que los triunfos también fueron de nosotros? ¿Que duda puede haber en eso? Lo que se hiso fue el resultado de lo que hiso el pueblo, muchachitos. Todos, incluidos los de "la comunidad" acá. Así que si, tenemos derecho a decir lo que se nos venga en mente como salvadoreños, aunque no estemos allá, y a exigir cambio. 

El Frente ahora esta en el poder. Eventualmente el trabajo en los gremios y las asociaciones populares son las que van a determinar que lo remplaza. Un día nos vamos a reír del Pato Funes y de la nueva democracia cristiana que el  representa. A eso me refiero. Y si, quizás, si puedo, ayudo entonces. Mientras tanto, permítaseme mi derecho a la abstención, a no dedicarle mi vida al Pato Funes y al agente de la Comintern que tanto adoran ustedes.

¡Viva Feliciano Ama y Monseñor Romero, Cabrones, la lucha continua!

Carta a la señora consul:
Ps! Mire, y no me puede mandar una foto para ponerla junto a la de Monsenor y Lil Miladro? Si no es mucha molestia, antes que llegue a la cancilleria y me la manden de embajadora a Mejicanos o Anamoros.....