Adelante, disparen
Marvin Aguilar
En 2010 el Diario de Juárez, México dirigió en sus
editoriales una pregunta a los cárteles del narco: ¿qué pretenden que
publiquemos o dejamos de publicar, para saber a que atenernos? Todo en un afán
para impedir que continuaran los asesinatos hacia los periodistas.
En El Salvador un matón desesperado presenta ahora la
disyuntiva entre el periodista y el delincuente. A cualquier amenaza aquel que
piensa que puede matar y aquel que piensa que puede ser matado, se equivoca.
Ningún fuego puede quemar la vida que existe. La Página debe seguir.
No debiera suceder esto en Venezuela y tampoco en El
Salvador ya que ni la izquierda o la derecha poseen la verdad absoluta por lo
tanto las notas sean a “favor o en contra” deben ser respondidas con impecable
inteligencia y, eso en un país acostumbrado a la más amplia matonería parece
por ahora imposible.
Una revisión académica por los distintos medios
arrojaría una fatal conclusión: los
medios de comunicación salvadoreños están haciendo las cosas mal. Pero no
por eso hay que comenzar a matar a los que nos disgusten.
Pareciera que hay algunos a los que les preocupa que
sus trapos sucios no se laven en casa, que se desafíe a los estamentos todopoderosos
que reflejan con esta amenaza que donde dicen proteger el sistema realmente
dicen proteger el poder acumulado por décadas.
Lo cierto es que cada vez más los poderosos de todo
nivel deben tener claro que si se portan de forma injusta, será revelado,
quedará descubierto y quién haya sido enfrentará las consecuencias.
Igualmente sabemos que quienes detentan el poder no
desean entregarlo y no lo soltaran tan fácil y menos si es como ellos acusan,
por culpa de una panda de ignorantes vendidos por un par de zapatos o vaso de
leche; más de un millón de salvadoreños que pretenden arrebatárselos.
Desde luego que la información es un arma de gran
significancia, esta permite conocer y elegir consecuentemente a la población.
Conocer a las personas que hay dentro de los políticos, poder así premiarlos o
castigarlos.
Pero quienes asesinan no comprenden, no alcanzan a
dimensionar que en la democracia nunca hay derrotas definitivas y que las
victorias son relativas y que dentro de este juego democrático unas
oportunidades se está arriba y otras no, como por ahora es el caso de la
derecha salvadoreña.
Sospechosamente se encarcela a Francisco Valencia de
Diario Co-Latino reconocido por su línea de izquierda, ahora se amenaza a
muerte al director de La Página un medio digital no comprometido con la derecha
ni con la izquierda, sino con la veracidad ¿qué desean que pensemos?
Quizá, estemos llegando a un momento en nuestro país
que debemos preguntarle a los poderosos de cualquier signo qué desean que se
escriba y enviarles antes los textos para que los aprueben y de esa manera no
conflictuar con nadie.
Volver La Página una revista o catálogo de productos y
servicios en donde la nota atrevida sea la inmundicia de los pobres, jamás la
de los ricos.
Corolario:
Adelante,
disparen.
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