Juguemos Limpio: ética televisiva salvadoreña
Marvin Aguilar
Rafael Zaldívar, presidente “Del Salvador” allá por
1876 decidió en nombre del progreso expropiar
los ejidos que desde tiempo de la colonia España había dado en propiedad a los
indígenas. Aquel trauma social jamás se superó y, terminó en la revuelta
indígena-mulata de 1932.
En 1953, bajo la lógica de ir abandonando la
democracia cafetalera que comenzó Zaldívar, comenzaba otra etapa del modelo
productivo salvadoreño: la industria.
Don Boris Eserski, hijo de cafetaleros sonsonatecos
decide sumarse a esa necesidad moderna y funda YSEB. En cuanto al formato
comunicativo su modelo sería TELEVISA.
En 1956 teniendo ya la experiencia de Guatemala nace
en El Salvador YSEB canal 6. Luego Eduardo Trabanino saldría al aire con YSU
canal 2. El Estado satisfecho con Radio
Nacional se mantuvo alejado de este fenómeno y nada tuvo que ver con ese
grandioso avance social.
Para 1959 los socios de Eserski y Trabanino los habían
expulsado de sus canales. Al primero por razones personales, de carácter y al
segundo por propagar mensajes comunistas de Cuba.
Ambos para 1961 junto a Isidoro Nieto forman una
sociedad en donde Trabanino sería el técnico y Eserski la comercialización y
contenidos. Aquella alianza fue YSR y debía dar pauta para lanzar un canal.
Eduardo Trabanino muere durante ese proceso y ya solo Boris Eserski en 1965 re-lanzó
YSU canal 2.
Para 1968 Walter Beneke con su Reforma Educativa
introdujo la Educación a Distancia saliendo al aire canal 8 y 10 de TV.
En 1975 se decreta la Ley de Servicios de
Telecomunicaciones, reconociendo la explotación del espectro radioeléctrico de
frecuencias como oficiales y públicas. Nótese que lo comercial o de beneficios
económicos no estaba contemplado nunca en la ley.
El mercado ignoró la ley y comenzó a definir poco a
poco las líneas futuras tanto de poder económico como control social que podían
ser los canales de TV. Bastaba con poder salir del país y haberse enterado del
debate Nixon-Kennedy para predecirlo.
Así don Boris Eserski en los años setentas firma un
convenio de administración con YSU canal 4 y a finales de esos mismos años
recupera YSEB canal 6. Esto que es la génesis de TCS se fue armando con
empleados cercanos a un tronco común:
Boris Eserski.
En 1984 nacerá canal 12 propiedad de Jorge Zedán. Este
nuevo medio le apuesta a la producción nacional cosa que TCS no hacía o hace hasta la fecha por ahorrar costos y, si la
realiza es telebasura; además TV 12 puso la entrevista matutina y
noticieros con presentadores y ya no solo la voz en off como hasta entonces.
La novedad trajo consigo un boicot feroz que consistió
en bloqueo publicitario y acusaciones de pedecista o medio comunista. Ya había
funcionado para sacar a Trabanino del medio ahora TCS lo adujo contra Jorge
Zedán 25 años después. TV 12 sigue al aire gracias a la inversión mexicana.
Guillermo de León se sale de canal 2 y funda
TELEPRENSA que igualmente sufrió entre ínfulas y mala administración interna un
boicot de anunciantes. Ahora es canal 33, que subsiste por ser subsidiado por
la UTEC, de lo contrario habría desaparecido.
En 1993 la familia Safíe Hasbún con INDESI recibe las
frecuencias 21, 19, 17 y 69. Extraño es que no aparezca canal 15 que es en
realidad la frecuencia que oferta MEGAVISION. ¿SIGET tendrá la explicación?
Llega la privatización de ANTEL. Era 1997 y la teoría
del rebalse nos haría millonarios a todos y había para ello que vender todo al
sector privado. Desaparece el concepto de medio público y se introduce la
subasta de frecuencias. 11 canales era todo el abanico de posibilidades a
escoger; el resto de frecuencias quedaron para transmitir TV de cable. Canal 8
estaba fuera del aire.
La ley de 1997 da un plazo de 20 años para la
explotación de las frecuencias subastadas, que pueden ser fragmentadas y
transferibles. En 2017 la ley cumple sus primeros 20 años, ¿podrá un gobierno
de izquierda derogar el regalo de ARENA, la renovación automática y
subastar las frecuencias que ahora ocupan los canales que piden un juego
limpio? Es decir ¿permitir una subasta que incorpore nuevos empresarios como
canal 37/11 medios comunitarios, sin que esto signifique un ataque a lo que
ellos llaman libertad de expresión?
ARENA durante sus mandatos jamás le ha interesado
organizar un nuevo orden de frecuencias. Siendo el maridaje medios-empresa
privada- gobierno una tara inveterada mantiene convenientemente un
sistema que privilegia el criollo capitalismo cristiano consumista sobre el
malvado comunismo come niños lava cerebros.
La digitalización no monopólica por ejemplo permitiría
a canales comunitarios o de los departamentos salir al aire y dejar a opción
del público otras maneras de interpretar poder, que no solo sea el “poder”
conservador, moralista, excluyente de AMPS, agencias de publicidad o ASDER el
único mensaje ideológico que puedan ejercer los salvadoreños.
Corolario:
Warren Buffett dijo hace algunos meses: efectivamente hay una lucha clases ahora, y
la vamos ganando los ricos. ¿Ha cambiado desde 1956 la forma de asegurar el
pastel de medios en El Salvador hasta la fecha? No, si bien la reasignación del
37 al 11 debió haber sido transparente e ir acompañado de
una reforma de ley que incluyera a los medios comunitarios y la televisión
departamental el empresario Ángel González no hizo nada más que jugar bajo las
reglas con las que han jugado los otros dueños de medios a lo largo de la
historia radial y televisiva nacional.
Así se hizo con canal 8 cuando en 1998 Orlando de Sola
decidió someterlo a subasta. Armando Calderón Sol lo destituyó entregando al
final de su mandato la frecuencia a AGAPE, una millonaria empresa que dirige el
padre Flavian Mucci y que tiene entre sus grandes benefactores a Boris Eserski.
El Faro reveló la semana pasada como antes de la
salida del ex presidente Saca en 2009 –no
solo condecoró a don Boris Eserski- sino que SIGET le otorgó a pesar que
desde 2006 se dijo que el pastel de frecuencias estaba agotado a un abogado ya
fallecido y vinculado a la familia Aguilar Calderón- Eserski las frecuencias 39,
41, 43, 45, 47, 49 y 51.
Pesar de negar tener alguna relación comercial con el
abogado fallecido dueño de siete frecuencias, el arzobispo de San Salvador
recibió de Juan Carlos Eserski una frecuencia en regalo para difundir la
palabra de Dios. Canal TVCA 39.
Ahora que está de moda tildar de corrupto a quien use
la excusa de hacer como en el pasado, les compro la palabra, dejemos de hacer
como antes, como siempre han hecho, juguemos
limpio, pero de verdad.
Revisemos las concesiones de las frecuencias
televisivas en 2017, digitalicemos y eliminemos la concentración de las
frecuencias en familias o testaferros como acaba de hacer México. Seamos
transparentes, hagamos eso que ustedes dicen muy dignos por la TV: juguemos limpio y dígannos que el
patriarca televisivo salvadoreño Boris Eserski no es el tronco común donde convergen los canales 2, 4, 6, VTV, 31, 39, 41,
43, 45, 47, 49 y 51. Y quizá, por qué no, un convenio de administración con
canal 8 que termine dejándolo como propietario como ya hizo en los setentas con
canal 4.
¿Jugamos limpio o todo es paja?
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