La parábola de Norman
Marvin Aguilar
Había una vez un pueblo, este, estaba rodeado por una
alta cordillera que no dejaba que el Sol alumbrara sobre las personas que allí
vivían. Los niños eran raquíticos por falta de vitamina D. todos padecían de ictericia.
Un viejo de la ciudad, cansado, se encaminó una mañana hacia la montaña con una
cuchara de porcelana.
Todos lo miraban y, con curiosidad le preguntaron: ¿A
dónde vas con esa cucharita? El anciano respondió: a mover la montaña. ¿Con una
cuchara? Sí, replicó. ¡Ha Ha Ha Ha!
¡Nunca podrás! Es posible dijo el viejo, pero alguien tiene que empezar
hacerlo.
Norman Quijano renunció a la candidatura para alcalde
de San Salvador. En ARENA desde que Roberto d’Abuisson se apartó hace 27 años
convencido que los EE.UU. no dejarían que un ex militar presidiera el órgano
ejecutivo ningún líder arenero había tenido la estatura moral y atrevimiento
ciudadano de hacerlo.
Parecía era más fácil que renunciara un Papa romano,
abdicara un Rey español pero el COENA jamás. Así estos veteranos y viejos en su
discurso dirigentes han llevado a la parsimonia a la militancia y el desanimo
hacia la derecha dentro de la población.
Extravagante y absurdo es el atrincheramiento del
COENA que los lleva a la mayoría de miembros a ser candidatos y, reelegir una
caterva de malos diputados. Es indudable que les gusta hacer política pequeña,
de la que está cansada la militancia y desde luego los votantes jóvenes.
Esto desde luego pasará factura en las elecciones de
2015. ¿Luego de esa otra derrota renunciaran? O igual alguien robará las
elecciones y ese será el pretexto para seguir al frente del partido.
El dislate
arenero
Ocultar la verdad es la mejor forma de mentir. Comenzar
a cuatro meses de la elección la escogitación de un candidato para la capital
del país es ir sobre la marcha o lo que es lo mismo prepararse para perder. Es
señal de que lo prometido fue paja: un organismo que mandara obedeciendo en
lugar de ser lo que siempre han sido un órgano que ordena y causa divisiones.
Por eso, Norman Quijano renuncia. No era ya ARENA un
medio para ganar la alcaldía capitalina. Sino un instrumento para quemarlo y
deshacerse por fin de él. Evitar que en 2019 decidiera correr otra vez por la
presidencia.
Que Ernesto Muyshondt o Gloria Salguero digan ante los
medios que Quijano no hablo de división interna, es pensar que somos carentes o
pobres de entendimiento. Porque si no, qué significa irse “para que el partido no vaya a otra elección dividido” tal como lo mencionó el alcalde. Igual el
torrente de halagos a una acción que ellos debiesen imitar es síntoma de alivio
para los descuartizadores del alcalde.
Corolario:
Romper con el discurso pre moderno que la derecha ha
mantenido hasta ahora desde sus distintos voceros es algo a lo que tendrá que
atreverse quien sea el candidato a la alcaldía de San Salvador si desea ser una
carta interesante.
La única que puede hacerlo es Ana Vilma de Escobar. Pero
ella arrastra una tara dentro de ARENA: el
machismo. Que para el caso no es solamente la aversión u odio a que las
mujeres detenten el poder. Si no es además a la energía que una mujer despliega
sobre los hombres a lo que temen.
Es Ana Vilma una hembra sin dueño político, una mujer
que si bien es conservadora no responde a los ex presidentes, que precisamente
por eso la han venido vetando, por no pertenecer a sus argollas.
De Escobar si ganará a Bukele tendrá por fin
conquistada irrevocablemente su candidatura a la presidencia en 2019 por parte
de la derecha. Algo a lo que han temido oscuros, feudales y corruptas tramas
dentro de ARENA.
Si ARENA elije a otro candidato que no sea Ana Vilma
de Escobar aún con todo el riesgo que puede llevar en contra por su pasado
político en el ISSS o Vice-presidencia, habrán escogido mal. Es la carta más
decente dentro que puede no ser tan difícil de vender al electorado y que
siendo víctima de la misma gente obtusa arenera podría entonar un nuevo
discurso, ese al que se niegan todo ese testaferro COENA y temerosos y
obedientes diputados.
Lo contrario será que la experiencia, la oportunidad
de hacer algo bueno de una crisis les entró por un oído y les salió por el
orto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario