ME CAGO
EN L.P.G. (I).
Por
Moris Herrera. San Miguel, 16-V-2015.-
Qué
suerte, soy de la Generación Perdida, de esos psicópatas que a los 12 años
jugaba Atari como ludópata y por lo cual le daban riata al entregar notas. De
esos malnutridos que encendió inocentemente una puta computadora con programas
MS-2 y cuyos vecinos nacidos en barracas se convirtieron en inmigrantes
agringados, jefes de MS-18 o MS a secas. Suerte de haber nacido en los 70´s
porque después de cien años, puedo cagarme libremente por escrito y
públicamente en la Prensa Gráfica, aquí por internet al menos y por facebook
primero Dios y Zuckemberg. Esto sí es vergón, pues a pesar que soy un
degenerado perdido, también soy parte de la plebe más educada de El Maligno (El
Salvador) de todos los tiempos, más que cualquier chupa-calcetines que celebra
el aniversario de un periódico harto lleno de mentiras. Falta el hocico de
Paolo Lüers, pero mejor no dar ideas. Ahí está todos los días, la mierda esa,
sobre la mesa, diciendo la verdad y contando mentiras tra-la-lá. Extraño el
hula-hoop, a Enrique, y sobre todo a mi encule Ana. No, no me pagan, escribir
es un oficio noble, pero tiene su parte divertida, como lo es el hecho de
cagarse con fuerza en la eme gráfica. Vaya gentuza, encima creen que todos nos
chupamos los dedos y debemos jodernos la vista con micro-letras. Subnormales.
Me gusta cuando sacan fotos de Romero, pobre viejo, utilizado por comunistas de
caviar y por LPG. Locos hdp. Sí, fui de los bichos sin vocación de matarife de
niñas que leyó aquella primera página: Asesinan a Mons. Romero, y de los qué
preguntaba por qué diablos hay guerra (?). Me cuento entre los que escuchaba
con desconfianza la palabra piricuaco y le tenía meyo a la T.V. cuando aparecía
D´abuisson en vivo. De aquellos bichos chorriados que prefería leer a Lito
Montalvo y alguna vez leyó por ocurrencia de un maestro tarado Historias sin
Cuento, hasta que me aburrieron y las termine inventando para el profe
borracho. ¡Que bárbaro!...todavía las escribe, no se entera. ¡ja!. Hasta fotos
de Roque se ven estos días de decadencia y más artículos profanos del
mata-poetas ese de J. Villalobos. Hay que ver hasta donde hemos llegado. Sí,
hemos llegado hasta gozar de los reos que se mueren de golpes de calor.
¡Bárbaros!...eso somos, porque en las gradas de la Civilidad es de salvajes de
aplaudir ese tipo de muertes tan crueles. Lo bueno de todo esto, que diría
Romero y mi abuelita, es que en estos tiempos todos andamos perdidos, hasta la
purísima C.S.J. de los huevos y la muy nombrada Virgen de la Cueva, porque no
llueven ni sapos en este desierto de culebras muertas de hambre que nos
endeudan.
Fale
ferga la fida….el calor enmierda todo,
hasta al Mágico González, pero no más que L.P.G.
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