Entrevista a Dagoberto Reyes
Por José Manuel Ortiz Benítez
“S'il vous plaît emballer vos biens, vous avez trouvé transférés”, que en guanaco de la calle significa, “recoja sus chunches, aquí ya no sirve para nada,” fue la famosa frase que se le comunicó hace 300 años al Sr. Emmanuel-Armand, Duque de Aiguillon.
La orden vino directamente del Sr. Louis XV, Rey de Francia, asesorado por un tal Armand de Vignerot, más conocido como el Duque de Richelieu, un tipo manipulativo, que según él, siempre actuaba en defensa de los intereses del estado.
Nuestro amigo Dagoberto Reyes no es ningún Duque de Gaunalieu, ni tiene esa sofisticación ultra-refinada que conservan los diplomáticos franceses hasta el día hoy.
Dagoberto es otra cosa, es un revolucionario, un enamorado de la cultura salvadoreña en el sureste de Los Ángeles.
Con su nariz ancha y su melena leonina echada hacia atrás, Dagoberto es de esos personajes denominados “irrepetibles”. Él acude allá donde lo llaman y defiende la cultura salvadoreña como un gato panza arriba.
El Sr. Reyes tiene esto que cada vez menos gente lleva en el gran valle de Los Angeles: un enorme letrero pegado en la frente que dice “pueblo salvadoreño.” No es fácil ser inmigrante y llevar un pesado letrero encima y tener que justificarlo en cada esquina.
Para nuestro amigo Dagoberto, la “salvadoreñidad” de las personas es un maleficio del destino, un accidente del azar, que él defiende a muerte, no por un simple sueldo, sino por convicción, porque, a pesar de todo, prefiere creer en un pueblo humilde, sencillo, luchador, que busca frustradamente la felicidad, ese preciado bien intangible que nunca llega, pero que sigue siendo masivamente solicitado por los hijos del viejo Atlacatl.
La identidad salvadoreña es el punto que sobresale en el rostro de nuestro amigo Dago. Es su causa, su pasión, su razón, su existencia.
No he visto a otro mortal salvadoreño defender la cultura salvadoreña en Estados Unidos como lo hace Dagoberto. Es un animal apasionado de su cultura, a quien no le importa demasiado el dinero, un soñador que no tendría ningún reparo en intercambiar un robusto salmón asado con exquisito vino blanco de Bourgogne en las delicadas terrazas de Doha, por un modesto gallopinto y horchata en bolsa de plástico en el sureste de Los Angeles.
Dagoberto Reyes es el padre de la Casa de la Cultura de El Salvador en Los Angeles, donde tiene un peculiar chiringuito radiofónico llamado Radio Pipiles. Radio Pipiles es algo así como la voz del migrante salvadoreño en Los Ángeles y su línea editorial es cualquier cosa, menos de derecha. Sin embargo, los invitados pueden venir de cualquier parte, de la izquierda, del centro o de la derecha, y tienen total libertad para opinar cualquier cosa.
Las democracias avanzadas lo denominan “derecho de expresión”, los regímenes totalitarios “delito de expresión”. Dagoberto lo llama simplemente “hablar claro”.
Cada jueves, Dagoberto reúne, alrededor de una mesa, a tres o cuatro tertulianos para hablar de política y actualidad.
Las tertulias no son para callarse la boca, son para hablar, para adoptar una posición crítica, no hacia aquellos que están a la izquierda o la derecha del espectro ideológico, sino hacia aquellos que ejercen el poder.
El Sr. Walter Durán, cónsul general de El Salvador en Los Angeles, con carné histórico del FMLN, ha sido centro de esas críticas y, en respuesta o no las críticas de Radio Pipiles, ha dicho a periodistas de Los Angeles que el Sr. Dagoberto Reyes ocupa una “plaza fantasma”, dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de El Salvador.
En un escueto comunicado, El Ministerio de Relaciones Exteriores dice que ha decidido mandar el Sr. Reyes a Qatar, por razones que “corresponden a rotaciones rutinarias”.
Sin embargo, Dagoberto Reyes cree que ha sido objeto de un destierro al otro lado del mundo orquestado por el cónsul Walter Duran.
Esta es la entrevista que hice a Dagoberto Reyes, el fantasma de la cultura salvadoreña en el sureste de Los Angeles.
¿Por qué se le traslada a Usted a Qatar?
La Excusa técnica es que mi plaza es una plaza fantasma como lo afirmó el señor cónsul en la opinión (periódico de LA) además afirma que esta casa nunca a existido registrada como parte de la red de Casa de la Cultura --adjunto documento que prueba lo contrario...
Pero cuando me entregó el documento de traslado ante mi reclamo expreso que otra de las causas era que allá abajo en Chancillería y el partido no estaban de acuerdo con la línea del programa de los jueves de Radio Pipiles “Mesa de Dialogo” ante lo cual respondí que yo no podía censurar lo que expresan los panelistas.
El problema es que no saben lo que es la crítica, se niegan a aceptarla la existencia de si mismos porque el pensar incluye la crítica, el ejercicio de pensar lleva el escoger, el seleccionar, comparar, evaluar, examinar., quien no haga uso de esto, no existe como ser pensante “tal vez como loro” pero tampoco es un político.
Y el que niegue a otros el pensar es prepotente y con serias aspiraciones a "dictador" el que dicta.
Y niega los derechos de pensar y expresar, pisoteando los principios democráticos.
¿Está feliz usted con ese traslado?
Quien estaría contento con semejante decisión que me manda al otro lado del mundo sólo por respetar la libertad de expresión a través de “Radio Pipiles”.
Si tendría que alegrarme por que voy a poner una cadena de minutas Sonsonateca gozaré de 120 grados promedio de temperatura, les trastornaré los estudios y su entorno a mis hijos, dejaré mi estudio como escultor y a mis 4 hijos mayores y mis nietos.
¿Es su crítica al FMLN o al gobierno la razón de su traslado a Qatar?
Si pero tengo que aclarar que no son sólo mis criticas sino el que hayamos fundado una radio en Internet, más un programa en especial, los días jueves a la 6 PM, del cual no soy el director; en el cual se discuten temas de la comunidad, donde los panelistas han expresado críticas a las políticas con la comunidad en el exterior y al señor cónsul, como también se expresaron reconocimientos, pero las críticas son las que más han considerado.
¿Hubo realmente alguna crítica de su parte? ¿Cuál?
Muchas, principalmente la política con la comunidad en el exterior, al no reconocerle derecho al voto.
El mensaje de la creación de la línea de consulados en México que si bien ofrece protección, da el doble mensaje de que el camino es seguro y posibilita el llegar a EEUU, en un país donde 7 de cada diez de los Salvadoreños quiere emigrar.
Si no veamos la protección que permitió que una niña de 8 años fuera ultrajada, por que su madre creyó que el camino era seguro.
He dicho que el país no tiene una visión de su comunidad en el exterior a no ser el de facilitar el aumento de remeceros, e ignora la posibilidad de generar un desarrollo compartido, que permita que el más grande recurso de progreso del país ¡que es su comunidad en el exterior, sea sub. Utilizada, para este logro, debería el gobierno reconocer las necesidades y planificar proyectos comerciales, económicos que nuestra comunidad puede poner en práctica, apoyando las importaciones de los productos Salvadoreños y de su propio crecimiento económico, que aumentara las posibilidades de inversión en el país...
Sin usted, la Casa de la Cultura de El Salvador en Los Angeles perderá una pieza histórica. ¿Qué comentario hace al respecto?
No, la casa de la cultura seguirá funcionando claro el tener conciencia de ser un sujeto histórico, me empujo a fundar la Casa de la cultura y Radio Pipiles como mi contribución y solidaridad con mi comunidad.
Lo que deploro es que, después de que Roberto Galicia fue presidente de CONCULTURA, nunca más recibimos apoyo... creí que con el gobierno del cambio tendríamos más ayuda, ¿cómo hacer para lograr grandes eventos, si no tenemos los recursos necesarios para desarrollar nuestro trabajo y los cuales deberían ser suministrados por la secretaria de cultura., es por demás indicar el alto costo de espacios y los insumos.
El trabajar con una comunidad que fue sistemáticamente aislada del goce de la cultura: exposiciones de arte, conciertos, ete. no significa que su base cultural fue otra de ahí que hubo que buscar las dimensiones culturales que hacen que esta comunidad tenga bien afincadas sus raíces y esas no son el arte “culto”; pero sin embargo, sus bases culturales los a empujó a construir escuelas, clínicas, centros deportivos, bibliotecas, asilos orfanatos en su comunidades.
La gente había aprendido a apreciarlo, pero ahora usted se larga. ¿Cuál es su mensaje a esa gente que pierde en usted a un amigo y a un referente de la cultura salvadoreña en Los Ángeles?
Que la comunidad cultural pierden un eslabón de muchos años de experiencia, que hay que seguir luchando por tener un país libre, donde seamos respetados y que se nos reconozca nuestros derechos de expresión...
http://salvadorenosenelmundo.blogspot.com/2011/05/un-puesto-fantasma-en-el-ministerio-de.html
Prensa Digital Un foro virtual, abierto al dialogo constructivo que nos permita conocer el pensar y sentir de sus miembros en torno a una temática que consideramos responde a una realidad concreta. Somos inmigrantes. Y hoy por hoy, vivimos en Long Island, NY. USA.
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