OREJA, RABO Y COLA PARA LUXY
Un
contexto el cual vale la pena evaluar, analizar y pensar en la inmortalidad del
cangrejo, para sacar nuestras propias conclusiones y toma de decisiones.
Hemos
sustraído algunos párrafos de las letanías de Luxy, que por cierto ha señalado
con buen atino, que nos lleva a decir y aplaudir “Al fin Luxy…al fin, una nota
para la comunidad”. Oreja, rabo y cola, matador.
Son
a nuestro juicio disyuntivas validas, pero no únicas. De merito a nuestro
criterio y que hay que tomar en cuenta. Que nos motive a cuestionarnos y tratar
de buscar sus respuestas.
Ello
con el fin de entender un poco de nuestra realidad, la cual ya no podemos
ignorar, como lo hemos venido haciendo a través de nuestra apatía y desinterés
o cualquier otra escusa que nos queramos inventar.
Lo
cierto es que hay que ponerse a pensar que, de lo que podamos hacer hoy, las
presentes generaciones y que es nuestra responsabilidad. “Dependerá nuestro futuro y el de las nuevas generaciones”.
Así
que no podemos seguir manteniéndonos ajenos y prefiriendo ser cómplices de
pocos con nuestro silencio y nuestra falta de involucramiento.
En
esa ocasión Luxy nos señala parte de las piedras y muros a hay que superar. Y
que por ahora nos impiden vislumbrar en el corto plazo el empoderamiento de nuestra
comunidad, para así que esta pueda reclamar los derechos y beneficios que se
pudieran maximizar como ente colectivo. Haciendo valer el número que
representamos y el aporte al desarrollo que hacemos a esta sociedad que por ahora
nos alberga. Para que sea la comunidad misma la que se beneficie y no solo unos
pocos. Que de alguna manera son parte del problema que nos impide llegar a la integración,
para trabajar unidos por este objetivo, a través del divisionismo que promueven
con sus acciones y vituperios.
Citas
textuales
·
Aquí la realidad es más patética. Como me
dijo “El Cipitillo”, “Yo no sé compadre por qué me envían tanta babosada si
saben que yo no voto”
·
¿Qué han hecho estos “líderes”, “activistas”, trompudos y demás figuretis, ante la patética
situación que está ocurriendo en una escuela secundaria, donde estudian los
hijos de la comunidad?
·
¿qué pueden ofrecer si ni siquiera
tienen la capacidad de elegir a uno de los suyos a una junta escolar?
·
Sí de verdad
estuvieran interesados en trabajar por “su comunidad” –en lugar de
andar de “felpudinis” políticos– deberían organizarse para tomar el control de
las cosas por sus propias manos. ¿O es que se sienten incapaces de juntar siquiera 500 votos en una villa donde viven
casi 30.000 de ellos? ¿O es que sólo
les gusta estar de siervos del poder para recibir su propinita?
·
¿Qué importa más: el beneficio de la lealtad política o usar el “poder político” para que nosotros mismo pongamos en orden
la casa?
Aun
que sea del diente al labio y/o limitarlo a un solo escenario. El contexto
abordado por Luxy describe nuestra triste realidad de la comunidad azulita en Long Island, la cual por décadas ha sido incapaz
de sacar ventaja del número que representa y su aporte al desarrollo local. Y
todo gracias al protagonismo de los seudolideres que hemos permitido se apropie
del título otorgado por la prensa local, se den paja y les den paja a otros
para su propio beneficio. Y eso gracias a nuestro silencio y falta de acción.
¿De quién es la culpa? Preguntémonos y si
tenemos un poco de conciencia social y nos corre por las venas un poco de
salvadoreñidad y no chilate. Y quiza comencemos a pensar y ver necesidad de
hacer los cambios que sean necesarios, si realmente queremos forjarnos un mejor
futuro para las presenten y nuevas generaciones en tierras lejanas a las que
nos vio nacer y por qué no, también beneficiar a nuestra nación como lo hemos
venido haciendo por décadas.
Nos identificamos con el planteamiento que hace Luxy. Usar el “poder político” para que nosotros mismo pongamos en
orden la casa?
Para ello, falta camino por recorrer y construir. Y la coyuntura
actual nos ofrece la oportunidad y condiciones para comenzar a trabajar para
ello, sin dejar de tomar en cuenta algunos tópicos previos que son necesarios
abordar previo a lo que pudiera ser una agenda comunitaria para beneficio de
todos.
·
Crear conciencia social colectiva donde los intereses de la
comunidad se sobre pongan a los intereses individuales de los Salva-Truchos
·
Erradicar el protagonismo y egoísmos para alcanzar la integración
y unidad, ya que solo sirven de parapeto para esconder la incapacidad de muchos
y salvaguardar intereses propios de pocos.
·
Dejar en casa ideologías y partidismos nacionales que no tienen
que ver en nuestra realidad, mucho no nos proveen de recursos ni beneficios
para satisfacer nuestras necesidades ni el de nuestra familia, mucho menos
velan por nuestros intereses y derechos. Tomando en cuenta que hay muchas
formas de satisfacer nuestra necesidad de pertenencia, re-establecer la
identidad perdida al emigrar o generarnos una fuente de trabajo digna y
profesional, sin explotar la ignorancia o buena voluntad, sacar provecho de las
necesidades o mancillando la dignidad de nuestra propia gente.
·
Abordar nuestra realidad concreta como prioridad ya que solo así
podremos ser mas útiles a nuestra realidad aparente que asumimos por nostalgia
y nacionalismo, medios por los cuales hemos sucumbido al divisionismo, nos dan
atol con el dedo y somos presas fáciles de lobos vestidos de oveja, camaleones
y payasitos que nos venden por unos dólares más, no importando mancillar
nuestra imagen y dignidad. Así como explotarnos con engaños y fraudes para sus
propios intereses.
·
Dar paso a las nuevas generaciones porque de ellos depende
nuestro futuro. El tiempo de la vieja guardia ya expiro, siendo justo y
necesario asumir su retiro voluntario, si no hay nada que aportar para
construir un futuro mejor, luego de eso son parte del problema que nos impide
consolidar nuestro empoderamiento por salvaguardar sus propios intereses
construidos en bases débiles que en vez de concreto usaron el engaño, la explotación
de la salvadoreñidad, el fraude, el protagonismo, etc. Ante la incapacidad de
desarrollar sus negocios bajo las reglas de mercado, adecuada preparación académica
o empírica, respeto de principios y valores tales como la ética, la honestidad
y la lealtad para con la comunidad que dicen representar. Inclusive llevarlos a
mercadear la fe y vender por unos dólares más la dignidad e imagen de la
comunidad azulita.
Cita
Textual
Por Lux
Fer
La olla de los camaleones y los aprovechados. Como dice la canción de Laito: “Sonaron los cañonazos”. Mi compadre “El Cipitillo” me re-envío un par de docenas de correos electrónicos que le llegaron a su buzón, todos los cuales hacían alusión a formar un nuevo grupo de apoyo hispano al ex que le quiere quitar la chamba a Mr. Ed. Pero resulta que los mismos que están detrás de la idea militan en todos los colores políticos del arco iris. Y, al parecer, para no quedarse atrás en el protagonismo para aparecer en las fotos pelando el diente como en comercial de pasta dental, se fueron a colar en una fiesta de otro grupo ya constituido para ver si les toca suerte en la lotería política. Y decimos esto tras ver la serie de fotos y confirmaciones que nos dio la “Madrina de los Pitufos”. Aunque no es la primera vez que vemos que los de la derecha se recuestan a la izquierda, para ver que pueden sacar de la canasta de las tortillas, se ve a un gordito cachetón del tri –pero ojo, no el mexicano– y que también le apuesta a otro ex. ¿Será que le encanta seguir a los ex? No lo sabemos, pero llama la atención que, de un momento a otro, ha dejado en suspenso la campaña de un ex lejano para apoyar a otro más cercano. O será que Mr. Ed no los quiere en el otro bando porque le chamuscaron la fiesta el año pasado. ¿Quién sabe?
Pero la cosa no termina aquí. También vimos a un paisano –que cuando lo botaron de su chamba lo sacaron con la policía– bien sonriente con el padrino que, cuando era el firme hasta hace 4 años, le dio a la organización que trabajaba 60 mil lechuguitas verdes, suma que se hizo humo y que al final no se concretó en nada para mis amigos que buscan chamba en “Jondipot”. ¿Será que, al formando otra entidad, espere que el padrino le vuelva a dar el mismo “cariñito”? En fin, cuando es época de elecciones hay que subirse al carro para asegurar que les chorree algo, sino pregúntenle a la “madrina” que, con sus amigotes”, apostó por el “mallor” y se quedaron con el pachangón agostino. Pero aquí viene la pregunta del millón ¿Qué fuerza electoral real tienen para andar ofreciendo un apoyo azulino que tal vez ni existe? La respuesta en el siguiente cachimbazo.
La olla de los camaleones y los aprovechados. Como dice la canción de Laito: “Sonaron los cañonazos”. Mi compadre “El Cipitillo” me re-envío un par de docenas de correos electrónicos que le llegaron a su buzón, todos los cuales hacían alusión a formar un nuevo grupo de apoyo hispano al ex que le quiere quitar la chamba a Mr. Ed. Pero resulta que los mismos que están detrás de la idea militan en todos los colores políticos del arco iris. Y, al parecer, para no quedarse atrás en el protagonismo para aparecer en las fotos pelando el diente como en comercial de pasta dental, se fueron a colar en una fiesta de otro grupo ya constituido para ver si les toca suerte en la lotería política. Y decimos esto tras ver la serie de fotos y confirmaciones que nos dio la “Madrina de los Pitufos”. Aunque no es la primera vez que vemos que los de la derecha se recuestan a la izquierda, para ver que pueden sacar de la canasta de las tortillas, se ve a un gordito cachetón del tri –pero ojo, no el mexicano– y que también le apuesta a otro ex. ¿Será que le encanta seguir a los ex? No lo sabemos, pero llama la atención que, de un momento a otro, ha dejado en suspenso la campaña de un ex lejano para apoyar a otro más cercano. O será que Mr. Ed no los quiere en el otro bando porque le chamuscaron la fiesta el año pasado. ¿Quién sabe?
Pero la cosa no termina aquí. También vimos a un paisano –que cuando lo botaron de su chamba lo sacaron con la policía– bien sonriente con el padrino que, cuando era el firme hasta hace 4 años, le dio a la organización que trabajaba 60 mil lechuguitas verdes, suma que se hizo humo y que al final no se concretó en nada para mis amigos que buscan chamba en “Jondipot”. ¿Será que, al formando otra entidad, espere que el padrino le vuelva a dar el mismo “cariñito”? En fin, cuando es época de elecciones hay que subirse al carro para asegurar que les chorree algo, sino pregúntenle a la “madrina” que, con sus amigotes”, apostó por el “mallor” y se quedaron con el pachangón agostino. Pero aquí viene la pregunta del millón ¿Qué fuerza electoral real tienen para andar ofreciendo un apoyo azulino que tal vez ni existe? La respuesta en el siguiente cachimbazo.
¿Qué
importa más: el beneficio de la lealtad política o usar el “poder político”
para que nosotros mismo pongamos en orden la casa?
El gran misterio de
los grupos “latinos”, “hispanos” o de cualquier otro color, que en esta época
electoral han salido a la palestra a tocar tromba, pito y tambor para darle
respaldos a sus ídolos, es: ¿Cuál es su real poder político a la hora de
aportar votos a las urnas? Es posible que uno de los grupos –cómo lo
escribieron ellos mismos en un comunicado de prensa– se esté dando auto-bombo a
cuenta de los votos que sacó una política re-electa hace unos meses. En una
elección cerrada, como hace 4 años cuando Mr. Ed le ganó al ex, eso podría
servir. Pero como dice el Cochiloco “Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra
cosa”. A la hora de elegir a otro político el votante puede cambiar de
lealtades. Ahora bien ¿y los otros? Aquí la realidad es más patética. Como me
dijo “El Cipitillo”, “Yo no sé compadre por qué me envían tanta babosada si
saben que yo no voto”. Y es que los otros, que le apuestan a ambos lados, ¿qué
pueden ofrecer si ni siquiera tienen la capacidad de elegir a uno de los suyos
a una junta escolar? Y no me vengan con el cuento de que si tienen Uno, porque
ese Uno admite que fue electo y re-electo con el apoyo de los “grones”. Y
aquí hago énfasis de una Junta Escolar porque, como lo expresamos la semana
pasada: ¿Qué han hecho estos “líderes”, “activistas”, trompudos y demás
figuretis, ante la patética situación que está ocurriendo en una escuela
secundaria, donde estudian los hijos de la comunidad? Nada de nada, ni siquiera
una lágrima de cocodrilo. Sí de verdad estuvieran interesados en trabajar por
“su comunidad” –en lugar de andar de “felpudinis” políticos– deberían
organizarse para tomar el control de las cosas por sus propias manos. ¿O es que
se sienten incapaces de juntar siquiera 500 votos en una villa donde viven casi
30.000 de ellos? ¿O es que sólo les gusta estar de siervos del poder para
recibir su propinita?
Y los
“jefes” de las organizaciones comunitarias no se quedan atrás. Siguiendo con el asunto del “respaldo de los latinos”
a los candidatos que buscan los puestos ejecutivos –porque esta carnecita es
más abundante que un pernil–, hay que señalar que no solo están los
payasitos o los ayayeros y los “leales al partido”, que buscan ganarse
algo como en el “raspadito de la loto”. En este grupito –como se puede ver en
las fotos– también están algunos connotados “cabecillas” de algunas “agencias
comunitarias”, que no están de gratis para posar en la foto y/o pagar unos
cuantos cientos de dólares por un par de cucharas en las cenas de recaudación
de fondos para las campañas políticas. El asunto es que tienen que estar bien
con el “jefe” –más aún si es re-electo– para cuando se elabore el presupuesto
de los “servicios para la comunidad”, les toque su respectiva tajada –que suman
decenas o, a veces, centenas de miles de dólares– que van al chanchito de la
agencia. Ahora la pregunta incómoda ¿este dinero sirve realmente para “ayudar”
a la comunidad? Si la respuesta es sí, se puede decir que la afirmación es un
eufemismo. La realidad es que el pisto que les chorrea del gobierno sirve para
pagar los sueldos de los empleados de las agencias –o los sueldotes de los
“directores ejecutivos”– y otros “gastos administrativos”. Así, las agencias
comunitarias no son más que una “para burocracia estatal” para dar chamba a
tantos graduados y licenciados –o simplemente a favorecidos políticos–
que, de otro modo, se las verían verde en el mercado laboral –como un compadre
que cuando vio que Mr. Ed le cortó el subsidio se fue a buscar chamba a otro
lugar–. Por eso hay que apoyar al
jefecito “porque todos ganamos”.
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