QUE VITUPERIO SR. MINISTRO DE RELACIONES
EXTERIORES
Habiendo tanto muela donde escoger y
manzanas podridas también, sacude el palo en la rama equivocada. Con el respeto
que nos merece, disculpe que no celebre su brillante decisión.
Es común observar que con la instalación de una nueva administración
de gobierno suelen darse cambios. Mucho y con el pretexto que son puestos
claves donde la confianza es la que prevalece no la capacidad o experiencia. Son
utilizados para pagar favores políticos, cuotas de poder, familiares, amigos,
compas y en el peor de los casos se aprovecha la oportunidad para cobrarse
alguna vendetta partidista o salga un resentido mediocre que no deja pasar la ocasión
para denigrar su labor poniéndole el dedo si tiene cuello con el de arriba.
Cualquiera que sea la razón, lamentamos
la brillante decisión del Nuevo Ministro de Relaciones Exteriores de El
Salvador, Hugo Martínez por desechar a
un elemento que además de disponer de 18 años de experiencia en diferentes rangos
como diplomático de carrera, ha mostrado liderazgo y visión en los últimos años
al frente de la Misión Permanente de El Salvador ante las Naciones Unidas, que
para ser franco quizá muchos salvadoreños en el exterior , ni se sabía que existía,
mucho menos conocer cuál es su labor, ya que solo era utilizada para alimentar
el ego personal de los titulares preñando la gata y gozar de vacaciones
permanentes.
Vayan nuestras felicitaciones por la
labor realizada por el Sr. Embajador
Carlos Enrique García González en este tiempo que estuvo al frente de la Misión
Permanente de El Salvador ante las Naciones Unidas, y contribuir a salir del
anonimato de nuestra nación dentro de la Organización de las Naciones Unidas representándonos
dignamente al ocupar distintos
cargos y en particular por dejar un
legado para beneficio del pueblo salvadoreño como lo representa en Centro
Escolar Distrito Italia en Tonacatepeque
Esperamos que la selección del nuevo
Ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez, para designar
a su sustituto, tenga el atino y
entereza de elegir a alguien igual o
mejor para que nos represente ante las Naciones Unidas ya que la diáspora se lo
merece, y no tengamos en el corto plazo agradecerle un retroceso mas, ya que al
parecer es la constante que se aplica para la designación de cargos en el
exterior no es extraño observar que el
compadrazgo prevalece sobre la capacidad, experiencia y eficiencia.
Reza el adagio Sr. Ministro Hugo Martínez.
“Todos en la cama o todos en el suelo”.
Cualquiera que fuese la razón del retiro
de sus funciones a un experimentado diplomático de carrera el cual dispone en
su haber todo un record que prueba con hechos su efectiva labor y digna representación
de nuestra nación, además de trabajar mano a mano con la diáspora salvadoreña
en el exterior. Sírvase tomar nota y
evaluar el rendimiento de algunos titulares consulares por doquier que aún se mantienen calentando la
silla y que no aportan nada para el beneficio de la nación y/o comunidad. Luego
de eso la denigran y comprometen.
Deseándole el mejor de los éxitos en el
emprendimiento de nuevos proyectos Sr. Embajador, un placer de haber trabajado
con su persona por la cultura y las artes salvadoreñas. Agradeciendo su visión
y apoyo a un bohemio, soñador y loco en su rol de activista cultural al impulsar el proyecto “El Salvador es de Todos” El
cual estamos seguros seguiremos trabajando
para el beneficio de nuestra nación, desde donde nos encontremos, con o
sin apoyo de nuestra propia gente, que
de por si no es nada nuevo.
Mi estimado Sr. Embajador, no hay mal
que por bien no venga, y recuerde que
nadie es profeta en sus tierra.
Si nuestra nación menosprecia la
capacidad de su gente, otras naciones saldrán al paso para abrir sus puertas u otras
oportunidades, las que un día no muy lejano darán el respaldo para decir con la
frente en alto
QUE ERROR MAS GRANDE EL QUE COMETIO ESTE GOBIERNO A TRAVES DE SU
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES.
Hasta pronto Sr. Embajador Carlos Enrique García González.
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