Que difícil resulta querido pueblo mío escribirte, con este profundo dolor que causa tu sufrimiento…
Ningún pueblo tiene motivo alguno para sufrir, sobre todo los pueblos valientes como el mío…
Lo más difícil es ver a los verdugos, los verdaderos culpables de esa lacra que en forma esquelita caminan por las calles y que a su paso siembran dolor y cortan vidas, rasgarse los vestidos e hipócritamente pedir cabezas…
En su mayoría esos enfermos depredadores de la vida son los niños en los que el estado no invirtió para su desarrollo, mientras un puñado de ambiciosos controlaba para su exclusivo beneficio el estado Salvadoreño.
Cuánto dolor se te hubiera evitado pueblo mío si tan solo las instituciones del estado hubieran funcionado, se nos creció la bestia y ahora costara un poco mas matarla. Pero es un compromiso de los que te amamos el parar esa barbarie y aunque despacio sin duda vamos por el camino correcto y eso lo saben las mafias que dirigieron la vida del estado salvadoreño, en las últimas décadas.
No te desesperes pueblo mío sigue confiando, más que en los demás, en vos: Pueblo valiente forjador de amaneceres, constructor de un mañana de esperanzas, no podrán derrotarnos por que el bien siempre triunfa sobre la maldad, porque tenemos millones de razones para seguir adelante, el horizonte resplandece halla donde los cobardes no tienen valor de mirar porque para halla solo van los pueblos valiente como vos, pueblo mío…
Cual equivocados están los que creen que este pueblo se va desbordar para que ellos los creadores de ese problema, tomen las riendas de nuestra seguridad. Pero si fuese tan grande tu dolor pueblo mío y te manifiestas, no olvides que esta desgracia es el resultado de políticas que intencionalmente acumulan en una parte de la sociedad y condenan a la otra a la miseria y que los últimos años en El Salvador se manifestó en forma de privatizaciones, dolarización y reducción del estado y sus obligaciones para con el pueblo. En otras palabras no olvides pueblo mío el nombre de los verdaderos culpables de este mal, los que saquearon las arcas del estado y sembraron la tierra con la medicina que en muchos casos comprar ya vencida para que los miembros de esa mafia no perdieran, si hay que hacer pagar que paguen todos los culpables…
Indudablemente mi ruego al creador es para que sigas mostrando el valor, la firmeza y la paciencia mostrada en toda tu historia… Y que entiendas que a pesar de todo vamos por el camino correcto…
No te desesperes pueblo mío sigue confiando, más que en los demás, en vos: Pueblo valiente forjador de amaneceres, constructor de un mañana de esperanzas, no podrán derrotarnos por que el bien siempre triunfa sobre la maldad, porque tenemos millones de razones para seguir adelante, el horizonte resplandece halla donde los cobardes no tienen valor de mirar porque para halla solo van los pueblos valiente como vos, pueblo mío…
Francisco Pereira.
En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”
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