Odiemos la patria, orgullosos
Marvin Aguilar
Creo que el problema de la respuesta a los patriotas
que SALARRUE escribiera en 1932 es que aquellos estaban tan ocupados unos matando comunistas y otros evitando ser
fusilados que no los quedó tiempo de leerla. Yo no tengo patria, yo no sé qué es patria: ¿a qué llaman ustedes los
hombres entendidos como prácticos patria? Escribió en aquel momento rodeado
de sangre.
II
Saltemos años a otro icono nacional: Roque Dalton. En
su clásico Poema de Amor nos dirá en lenguaje daltoniano que eso de que somos
trabajadores es paja, mentiras de la elite para pagar salarios de mierda aunque
la OCDE diga que eso atrasa el crecimiento económico y la competitividad que
tanto dicen defender los empresarios.
Dalton escribirá: los
que ampliaron el canal de Panamá; los que repararon la flota del pacifico; los
que se pudrieron en la cárceles; los siempre sospechosos de todo; los que
llenaron los bares y burdeles; los sembradores de maíz en plena selva
extranjera; los reyes de la página roja; los mejores artesanos del mundo… ese
salvadoreño del poeta no es un trabajador, si leemos bien es un sobreviviente.
Pobre survivor about the world. Somos todos.
III
Del Asco de Horacio Castellanos Moya me enteré en
Europa y fue gracias a Roberto Bolaño, escritor chileno que había escrito un
artículo muy elogioso sobre ese narrador catracho-guanaco.
Si alguna vez se asoman al mundo, notaran lo difícil
que es encontrar obras de los nombrados y auto definidos vacas sagradas
salvadoreñas en librerías, bibliotecas, cinematecas o galerías dedicadas a
estudiar y proteger el acervo artístico del mundo.
Así que imaginen mi sorpresa cuando el escritor de llamadas telefónicas y putas asesinas
que el New York Times ascendió como el mejor libro en lengua española del 2006
se hubiese molestado de llamar promesa de la literatura centroamericana en
Europa al tipo que decían despedazaba el ser salvadoreño.
La primera sospecha fue que era de seguro otro
intelectual de izquierda que vivía cómodamente su comunismo en el primer mundo.
Es fácil ser comunista en Alemania o Canadá. Pero luego Rafael Lara Martínez me
dio una convincente explicación de lo equivocado que estaba en pensar así.
Cambié de opinión, se puede vivir en todos lados.
El Asco, libro de Horacio Castellanos me sirvió
entonces de inspiración para hacer una versión libre -que bien puede no tener relación alguna con el libro- al
documental.
IV
A propósito del mes patrio y que llamamos así por ser
de la independencia deseo entonces compartir con ustedes nuestro documental
ASCO.
Un repaso por las conductas de las clases sociales
salvadoreñas.
Una clase alta: políticos
corruptos y jóvenes desbocados en la delincuencia por suministrarse la droga. Los
clasemedieros: desesperados por tener
carro en lugar de exigir cambiar el transporte público a los políticos
corruptos; pero empeñados en no dejar de ser estúpidos a pesar de ser
profesionales. Los pobres: consumistas
de comida basura y baratijas además de asesinos de pobres.
Todos ellos somos nosotros o todos nosotros por
aquello de la biología tenemos algo de ellos. Quizá debido a eso hacemos que
nazcan muchos para luego matar otros tantos, eso cada día. Es así como hacemos
patria.
Mis agradecimientos al equipo de realización por su
esfuerzo y paciencia: Cristela Espinal, Saúl Morales, Flor Rivera, Ruth
Martínez, Rocío Reyes, Jamilet Ortíz y Emmanuel Boquín. Buen trabajo.
El documental ASCO, se exhibirá en el Foro de
Estudiantes de Antropología de la UTEC el 31 de octubre.
Aquí el link del documental ASCO que he realizado y que esta inspirado en el libro de Horacio Castellanos Moya, El Asco.
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