POPULISMO, EL RECURSO DE LOS POLITICOS- PARASITOS
A LA VISTA. I
El populismo en palabras sencillas se
entiende como el recurso que los políticos usan en su favor para alcanzar su
objetivo de ser electo, usando como estrategia para generar y/o mantener a un
grupo de potenciales votantes , burros con ojeras como les llama el profe o
tontos útiles como se refieren a ellos los políticos en general, dándoles o
prometiéndoles los que ellos quieren oír, basado en sus necesidades las cuales
usualmente no trascienden mas allá de sus necesidades básicas por su
educación , incultura política y/o sus aspiraciones no dan para más. Por
supuesto sin dejar de descartar las medidas coercitivas y/o subliminales que
suelen usar aprovechando su posición (poder) para que no se salgan del carril,
como lo es la amenaza de perder su trabajo si no vota por el o por el
partido. Quizá sea esta realidad es la
que prevalece en al ámbito nacional.
El populismo trasciende las fronteras porque
hay un potencial mercado llamado Diáspora Salvadoreña a la que hay que explotar aprovechando su
nostalgia y enalteciendo su nacionalismo patrio, con el fin de pasarnos el
guacalito aplicando la respectiva ley del Azadón, solo para adentro.
Como quien dice “ Solo quiero tu dinero y de
tus necesidades ni me digas porque no me acuerdo) y para ello es necesario el uso de gestores, intermediarios
y/o organizaciones sin fines de lucro que usar de fachada para que la comunidad
en el exterior sobreponga la realidad nostálgica aparente. Los cuales
usualmente usan de parapeto lo cívico, social, cultural, los bailongos, las
jordanas medicas, las necesidades de sus
comunidades de origen, religión algunas veces, afinidad ideológica y
preferencia por algún partido especifico.
Esto es una práctica que han venido
desarrollando por décadas, que nace dentro del marco de la guerra fratricida. Como migrantes salieron huyendo de la guerra y los
simpatizantes que se colaron como perseguidos políticos, que aparte de salvaguardar
su trasero, venían con la consigna de implementar estrategias para generar los
recursos necesarios que ayudaran al financiamiento de armas principalmente. Hoy
en día en reuniones de compas, las peñas culturales son tema de remembranzas y
risas, recordando las peripecias que hacían para pasarle la balanza a los
románticos o a incautos ajenos a nuestra realidad pero que se identificaban con
ella por ser de la generación hippies de los 60-70 “Paz y amor”.
Aclarando que es nuestro objetivo sal las viejas
heridas, pero cabe destacar que estas estructuras se generaron efectos secundarios. Como dejarle a
la comunidad actual de la diáspora, toda una generación de parásitos
oportunistas que se dicen simpatizantes y/o miembros que no tiraron una piedra
con honda, más que vivir la guerra a través de románticos juglares o de notas
en los periódicos. Y que pasado el conflicto con la firma de los acuerdos de
paz, vieron la oportunidad de adoptar
como forma de vida y fuente de ingresos.
Lo cierto es que no importa quien este en el
gobierno. Para los partidos políticos y sus cúpulas, la diáspora solo
representa una fuente de financiamiento de sus campañas, un apalancamiento
financiero indirecto de sus propios bolsillos a través de las remesas
nostálgicas y la inversión sociocultural
en las comunidades de origen, que les permite
el despilfarro y las motursas para su propio beneficio.
Y para sus gestores e intermediarios un
potencial mercado que explotar para sí, del cual se han derivado muchos
trinquetes.
Continua…..
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