CARTAS DEL LECTOR
PRENSA DIGITAL-CONTRAPUNTO
Se necesitan respuestas para un hijo que pregunta a sus padres sobre la entidad y las tradiciones de los salvadoreños.
Estimado Sr Director:
Necesito ayuda seria: mi hijo me hizo una pregunta. Esas preguntas de niños que meten en problemas a los adultos sin querer. La cuestión es: ¿para qué son buenos los salvadoreños?
En ese momento razone de forma inmediata y no encontré respuesta alguna, por lo que opté por contestar la respuesta más trillada que se nos ha inculcado; es decir, buenos trabajadores. Con lo cual remato preguntando ¿ y solo en eso?
En ese momento reflexione sobre la pregunta hecha y por más que quise encontrar una respuesta adecuada y que nos hiciera sentir orgullosos a todos los salvadoreños para servir de ejemplo a seguir por las generaciones futuras no lo pude encontrar.
Es que no le puedo decir que somos buenos para poblar regiones desérticas. Tampoco le puedo mencionar que somos los más vivos de los vivos en hacer tranzas. Que tenemos un gran ingenio para joder a los demás. Ni otras menciones como dijo Roque Dalton en su Poema de Amor.
Es por eso que humildemente me he atrevido a dirigirme a ustedes para que me ayuden a dar una mejor respuesta a mi hijo y que él se sienta orgulloso y digno de seguir de ejemplo para un futuro mejor.
¿PARA QUE SOMOS BUENOS LOS SALVADOREÑOS?
Westenberg Lara Ochoa
¿BUENA PREGUNTA?.
Para los que aun no han leído el poema de amor de Roque Dalton, lo compartimos.
POEMA DE AMOR
Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacifico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"),
las que llenaron los bares y burdeles
de todos los puertos y capitales de la zona
("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la pagina roja,
los que nunca sabe nadie de donde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión a la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacifico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco mas de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes mas tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.
POR ROQUE DALTON
Quizá pudiéramos adicionar otras características dentro del contexto actual como la Diáspora Salvadoreña.
Solo somos los pachangueros, los guanacos que trabajan para otros, los des-unidos, los que llenan barras y burdeles, los pupuseros, los mareros, los compra carros 8 cilindros, los que tapan las ventanas con toallas Hilasal para apoyar la cultura y las artes, los pajeros y mentirosos que viajan a El Salvador diciendo que aquí es un paraíso y donde los dólares caen de los arboles en otoño.
La comunidad que más líderes comunitarios tiene, los malincheros, los cangrejeros, los que joden a otros salvadoreños, los románticos nostálgicos ideológicos que seguimos inertes en el pasado, los soba levas por un huesito político local o notoriedad, los nostálgicos a los que los salvadoreños nacionales les dan atol con el dedo, los estigmatizados con el signo de dólar en la frente y nos llaman hermanos lejanos, los que más abundan en las cárceles por inmigrantes o pandilleros, los que llenas las oficinas del social services haciendo cola ebrios y con un pito de mota escamoteada en la gorra, los primeros en llenar la planilla de impuestos para meter todo los dependientes que puedan; sean hijos, sobrinos, el hijo de la criada, la sobrina o de la vecina, inclusive los que mantienen en El Salvador, los que viven como sardinas y aglomeran los apartamentos, fieles cumplidores del dicho donde viven 5 pueden vivir 10. Los que piensan que entre mas hijos tengan mas dinero les proveerá el Tio Sa. Somos los olvidados de la Asamblea Legislativa y los políticos, ya que nos niegan el derecho al voto en el Extranjero, somo los vueltos a recordar solo en épocas de campaña.
Adjuntamos algunos comentarios sobre la inquietud que plantea Westenberg Lara Ochoa
Comentario 1
Depende como nos instruyeron de niños. Nos las ingeniamos/rebuscamos para
sobrevivir; vendemos pupusas, empanadas o pasteles, panes con pavo, quesadilla o
cualquier cosa si no tenemos trabajo y tenemos familia que sostener. Somos
sensibles, llorones (nas) ante el sufrimiento del otro aunque no les conozcamos.
Compartimos con el otro lo poco que tenemos. Nos gusta bailar, reír y aprender
de los demás. Creemos que hay un Dios supremo que TODO LO VE, LO SABE Y TODO LO
ESCUCHA si rezamos/oramos de corazón. Lo malo que tenemos que no expresamos
nuestros sentimientos que nos guardamos nuestros pesares/dolores! y somos presa
fácil del fuerte por miedo...Pero nos esforzamos por alcanzar metas aunque
tengan sacrificios. Hacemos "milagros" para salir adelante aun en
momentos difíciles para sobrevivir....
Comentario 2
Tenemos la fama de trabajadores, pero eso se va perdiendo en las nuevas
generaciones de vividores de remesas, haraganes, que solo les gusta la ropa de
marca.
Éramos trabajadores, éramos respetuosos, éramos el país de la eterna
sonrisa, éramos pacíficos, éramos seguros...
eso somos los salvadoreños actuales
LOS ERAMOS!!
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