Fui a dar una conferencia a El Salvador invitado por la Cámara de Comercio y los servicios policiacos cubanos, como casi siempre, montaron su acostumbrado acto de repudio frente al edificio. Nada espectacular: unos cuantos sujetos que vociferaban obscenidades y sin ninguna imaginación gritaban consignas y entonaban pareados revolucionarios de los años sesenta y setenta. Los invitados a mi charla, unas 300 personas, ignoraron la gritería y procedieron tranquilamente al salón, en el piso veinte del soberbio edificio.
Al terminar mi conferencia, un diplomático radicado en el país, muy buen conocedor de la situación nacional, me explicó que el embajador cubano, un señor llamado Pedro Pablo Prada, era un fanático situado en el Salvador con el propósito de radicalizar el proceso político salvadoreño, conducta que preocupaba al gobierno del presidente Mauricio Funes, un demócrata empeñado en mantener la ley, la armonía y el sentido común en un país notablemente polarizado.
Le respondí que en los países libres existía el derecho a la protesta callejera, aunque fuera orquestada por una embajada extranjera que financiaba y coordinaba estos “actos de repudio”. Por otra parte, no tenía la menor idea de quién era o qué se proponía el señor Prada, pero tampoco me sorprendía su actitud. Ese tipo de conducta irresponsable y provocadora forma parte de la estrategia internacional de la dictadura comunista cubana. No obstante, le dije que nunca había entendido la rentabilidad ideológica de esas groseras manifestaciones públicas de la policía política cubana en suelo extranjero. Todo lo que consiguen es mostrar la peor cara del castrismo: la vulgaridad, la intolerancia, y la incapacidad para aceptar o debatir serenamente ideas diferentes a las que ellos predican e imponen por la fuerza. Esa noche, quienes escucharon mi conferencia (que sigue a continuación) tuvieron otra prueba de que mis afirmaciones estaban bien encaminadas.
Ver nota completa
http://www.americaeconomia.com/politica-sociedad/politica/el-verdadero-camino-del-desarrollo-y-de-la-equidad
Comentario Luis Montes A.
A pesar de los resultados de los experimentos sociales que se dieron en el siglo XX, todavía existe una pequeña minoría que se empecina en implementar modelos radicales colectivistas desfasados. El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos (o más) veces.
En resumidas cuentas como lo dice Montaner:
"En realidad, no ...hay un solo caso de un gobierno comunista que le haya traído al pueblo la prosperidad, la paz y esa mínima felicidad que se requiere para no pensar en la emigración como única salida ante la desventura. Incluso, cuando vemos casos de estados comunistas que alcanzan ciertas cotas de desarrollo, como sucede con China o Vietnam, es porque han abandonado los dogmas de la secta y han aceptado al menos una parte de las reglas de las economías desarrolladas de Occidente."
Prensa Digital Un foro virtual, abierto al dialogo constructivo que nos permita conocer el pensar y sentir de sus miembros en torno a una temática que consideramos responde a una realidad concreta. Somos inmigrantes. Y hoy por hoy, vivimos en Long Island, NY. USA.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario