Un bachillerato en fútbol para ir a un mundial
por Marvin Aguilar
El año pasado se estrenó en el pais el largo documental: Uno, la historia de un gol co-dirigida por el salvadoreño Gerardo Muyshondt, este filme nos narra las vicisitudes que una selección nacional, la que asistió al mundial de España 82, tuvo que afrontar. La parte que nos traslada de la indignación al sentimiento dentro la película es cuando presenciamos el único gol que ha anotado hasta ahora El Salvador en una copa del mundo. Nos deja pensando ¿por qué no hemos logrado calidad futbolística?
Muchos en Latinoamérica creen, sin justificación filosófica que deporte y cultura no están relacionados. Nada más alejado de la realidad. Cuando escribía mi tesis de graduación, empecinado en desvirtuar dicha creencia, me encontré con el libro de Johan Huizinga: Homo Ludens; escrito en 1938 contiene aportes que nos revelan como todo es juego.
Y es desde el hombre nómada primitivo que buscando nuevos lugares para la caza y recolección avanzamos cruzando ríos, estos límites son vencidos por los más dotados nadadores de la tribu, nadan, y si lograban llegar a la otra orilla, es que todos podemos continuar. Estos primeros hombres se vuelven héroes, marcan el camino, son incluso bendecidos por los dioses, y la etnia se identifica con ellos, porque son lo mejor dentro de la comunidad, lo imitable.
La identidad es pues la unión natural entre deporte y cultura. Los deportistas son los nuevos héroes, los que representan la nacionalidad y, debido a ese importante rol que desempeñan hoy en día, ¿no debiera de ser una de las carreras profesionales que ofrecieran nuestras 30 o 40 universidades?
Bachillerato deportivo: una respuesta a la deserción escolar.
La falta de entusiasmo por ser aburrido el contenido curricular, lo obsoleto de la forma memorística, la rigidez, la ausencia de tecnología, la ignorancia de no saber cómo aplicar el hábitat al sistema de enseñanza, el desprecio por lo local en el pensum, costumbres basadas en viejas y desprestigiadas morales y una identidad estática que tiene mucho de falso son en mi criterio los causantes de la baja calidad educativa.
Una escuela donde se pueda jugar siempre. Se dice que la mentalidad europea está sustentada en dos posibilidades: la faustiana o la donjuanesca. La primera se refleja en los países nórdicos, germano, anglos; la segunda en los mediterráneos, dentro de los que esta España.
Si estamos de acuerdo en que la estructura social, económica, política salvadoreña es una herencia colonial, podemos concluir que el método educativo salvadoreño debería de estar diseñado pensando en las dos mentalidades que construyen el ser nacional: el don Juan y el indígena. Ambos de espíritu alegre, desenfadado, informal, sencillo y sobreviviente, entre otros. Pero en El Salvador el año lectivo del siglo XXI responde aun a las cortas de café.
En apariencia el INDES y el MINED, son dos instituciones que se desconocen la una a la otra; y SECULTURA, es para ellas una región inhóspita de la cual se cuentan muchas leyendas, que sería bonito algún día terminarlas de escuchar todas.
El deporte como bachillerato no debe interpretarse como algo desordenado, en el juego hay delimitaciones temporales y espaciales; existen reglas y un orden; la armonía y la estética son vitales; cadencia y ritmo; finalmente hay una sensación de libertad en el que juega, permitiendo así desarrollar la creatividad, tan necesaria en nuestra patria para cambiar la altisonancia por la cortesía; jugar permite crear reglas, estas se vuelven costumbre, volviendo a nuestras gentes dinámicas, dándole unicidad a mentalidad, disciplina y realidad.
La cultura se juega pero se estudia.
Si formulamos a un fanático promedio muy dado a corregir al Director Técnico las siguientes preguntas: ¿Por qué el lanzamiento con efecto es teóricamente imparable? ¿Qué tiene que ver la aerodinámica, leyes de la gravedad en ello? O de igual ¿Por qué el delantero medio que solo posee el balón un 13% del total del tiempo jugado, anota más del 60% de los goles? U ¿Tenemos claro cuanta energía se consume en un partido de futbol? Y ¿Cómo esto debe resolverse con un diseño de la dieta? Y que esto es importante saberlo para poder recuperarse y jugar varios partidos en poco tiempo, lo cual desde luego dependerá de cada cuerpo, es posible que no lo sepa.
Quizá un hincha no esté obligado a saberlo, pero a un futbolista llamado profesional se le vuelve una obligatoriedad. ¿Cómo girar la pelota en su eje vertical? requerirá de estudiar el impulso aerodinámico para que no sea demasiado alto; además ¿cómo esta propulsión neutraliza la gravedad del balón y puede hacer que se caiga? ¿Por qué el golpe hace que la pelota vuele ingrávida? por la propulsión aerodinámica, que logra un peso igual o superior al del balón perdiendo así una oportunidad de anotar.
La historia realiza un papel ilustrador para el futbolista, desde 1896 se hace el primer estudio sobre la aerodinámica y la pelota en movimiento para darle efecto. Esto continúo con Didí en la década de 1950, de cómo aquel empírico “hoja seca” evoluciona al efecto Beckham. Estos han resultado grandes futbolistas porque solo el 10% de estos tiros son certeros y ellos se han perfeccionado en ello; hay que hacer bien tantas cosas: una dirección de chute correcta, elevación, efecto y velocidad adecuados, mover el balón lateralmente y finalmente superar al portero; principios de la física: gravedad, resistencia y fuerza de Magnus.
Activación sicológica.
Los penaltis son anotados en un 80%. Por eso la psicología es otra materia de estudio de un futbolista, porque la concentración, inteligencia son procesos que deben ser estructurados en el ser humano, nuestro cerebro tan elástico permite que cualquiera pueda lograrlo mediante el aprendizaje. El portero debe de desconcentrar al tirador y, este debe concentrarse para anotar. Es decir las artes de un cómico versus la activación perfecta.
El ballet desarrolla en el bailarín notables impulsos que logran elevarlo, ¿Sería acaso esa una fórmula para tener un futbol aéreo espectacular? No necesitamos comenzar con cabinas de hipoxia nuestra preparación deportiva, pero un buen paso es fundar el bachillerato deportivo, opción futbol, como un primer intento de darles una credencial académica a nuestros deportistas, título que por no ostentar hoy, los orilla a la marginalidad profesional.
El deporte nacional necesita un científico deportivo, más que buenas declaraciones de patrioterismo o demagogia política, hemos comenzado una vez más el camino para una copa mundial de futbol, anotando nuestras carencias académicas, científicas y creativas tan obvias en los países que son potencias futbolísticas, se puede inferir que las probabilidades que la aritmética cultural nos permite, imaginándonos los futuros resultados, creando las ecuaciones que puedan darnos una clasificación podemos aventurarnos a decir que de igual esta vez no asistiremos a Brasil 2014.
Siempre se comienza por el principio, pero aquí en todo nunca perdemos la oportunidad de perder una oportunidad. Desechamos la preparación académica, tan necesaria para obtener el éxito en el campo, nos conformamos con tener algunos que otros jugadores que resuelvan en el momento, sin importarnos su futuro personal y profesional. Egoísmo en su máxima expresión. Improvisación que no concreta.
Prensa Digital Un foro virtual, abierto al dialogo constructivo que nos permita conocer el pensar y sentir de sus miembros en torno a una temática que consideramos responde a una realidad concreta. Somos inmigrantes. Y hoy por hoy, vivimos en Long Island, NY. USA.
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