Ya déjese de patillas
venga a remediar su mal
si aquí debajito 'el poncho
no tengo ningún puñal
y si sigue hociconeando
... le vamos a expropiar
las pistolas y la lengua
y toíto lo demás...
Usted, no es nada.
No es chicha ni limonada.
Se lo pasan manoseando,
caramba, zamba a su dignidad- Victor Jara
Juan Salvador gaviota
Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo...
"-Ayúdame -dijo apenas, hablando como los que van a morir -. Más que nada en el mundo, quiero volar... -Ven entonces -dijo Juan-. Subamos, dejemos atrás la tierra y empecemos. -No me entiendes. Mi ala. No puedo mover mi ala. -Esteban Gaviota, tienes la libertad de ser tú mismo, tu verdadero ser, aquí y ahora..., y no hay nada que te lo pueda impedir. Es la Ley de la Gran Gaviota, la Ley que Es. -¿Estás diciendo que puedo volar? -Digo que eres libre. Y sin más, Esteban Lorenzo Gaviota extendió sus alas, sin el menor esfuerzo, y se alzó hacia la oscura noche. Su grito, al tope de sus fuerzas y desde doscientos metros de altura, sacó a la Bandada de su sueño: -¡Puedo volar! ¡Escuchen! ¡PUEDO VOLAR!"
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