EMPODERAMIENTO
DE LA DIASPORA SALVADOREÑA- UNA UTOPIA O UN SUEÑO QUE PODEMOS
ALCANZAR-INTRODUCCION.
De
todos es del conocimiento, que la unidad de la comunidad salvadoreña en el
exterior se manifiesta y que ha demostrado con hechos que es alcanzable, solo en
algunos casos específicos, al menos en Long Island, NY.
·
Para
ayudar a nuestra nación a mitigar los efectos de una catástrofe natural.
·
Reunirnos
en un bar o en familia para apoyar a la selecta
·
Ser
parte de un bailongo
Nos
referimos a estos, porque cualquiera pudiera pensar en otros, pero que no
mencionamos ante la falta de transparencia y reales
intenciones primarias o secundarias.
Que merecerían ser consideradas para hacer
resaltar la buena voluntad y solidaridad que nos caracteriza, pero muchas veces
se ven denigradas por el actuar de las personas que se ponen al frente y se
rasgan las vestiduras argumentando que es en función social o comunitaria.
La
excepción a la regla son los bailongos dada la participación masiva de la
comunidad aunque la transparencia salga sobrando, los hemos incluido.
La
coyuntura actual nos demanda vislumbrar la integración como medio para alcanzar
la unidad si el objetivo es trabajar por el empoderamiento de nuestra comunidad
para hacer valer lo que en número representamos y capitalizar lo que representa
nuestro aporte al desarrollo de esta sociedad que nos alberga. Ello representa gozar
y procurar que los beneficios que la misma pone a nuestra disposición lleguen a
toda nuestra membrecía.
“La integración y la unidad por que
El Salvador es de Todos “es nuestro llamado.
Ello
será posible si ponemos de manifiesto al menos un mínimo de conciencia
socio-comunitaria y dejamos nuestra apatía e indiferencia a los asuntos locales
que es nuestra realidad concreta.
Que nos permita asumir un rol activo y
participativo, porque de lo contrario estos espacios podrán ser ocupados por
cualquiera. Y qué bien que fuesen
individuos que sumen y nos enaltezcan con su entereza, pero durante décadas ha
sido todo lo contrario, estos espacios han sido ocupados por lobos vestidos de
oveja, camaleones, payasitos, bufones de corte, mediocres, incapaces y
oportunistas que solo velan por su propio cacaste y nos han vendido por unos
dólares más, pisoteando incluso nuestra imagen y dignidad como lo representa
apoyar y/o abrir las puertas de nuestra casa a políticos anti-inmigrantes
confesos , sabedores que nosotros somos parte de este grupo que ellos detestan
, los marginan y discriminan.
Importante
es interesarnos en conocer el contexto en el que estamos inmersos, previos a
establecer una agenda comunitaria a seguir para lograr su empoderamiento.
Ser
autocríticos nos ayudara a determinar nuestras fortalezas y debilidades, para
enfocarnos en estas últimas a fin de erradicar o subsanar, ya que de alguna manera representan algunos muros y obstáculos que durante décadas
no nos ha permitido avanzar en nuestro desarrollo local.
“El respeto al derecho ajeno es la
paz” Una
máxima del célebre estadista mexicano Benito Juárez que traemos a colación para
definir nuestra posición y convicción.
Somos
respetuosos de los derechos de los individuos, pero lo cierto es que no podemos
seguir usando de parapeto la salvadoreñidad para cerrar los ojos, asolapar o
ser cómplices de los vituperios de algunos salvadoreños, quienes mancillan
nuestra imagen y dignidad, explotan nuestro nombre y venden al mejor postor por
unos dólares más, incapaces e ineptos y que al final no han hecho nada por su
comunidad.
Si
no que alguien nos diga que tenemos como comunidad que nos vanaglorie.
Y no me
refiero a los logros alcanzados individualmente por un salvadoreño en cualquier
campo, ya que solo son logros que la comunidad se apropia para vanagloriar su
ego e identidad ocupando de medio la célebre frase populista “Sos un orgullo
salvadoreño”, del diente al labio, porque si realmente nos naciera la
convicción de apoyar lo nuestro, lo hiciéramos desde un inicio, no solo
aparecer cuando el éxito ha sido alcanzado por el esfuerzo propio del salvadoreño
y sacrificio de su familia. Luego de eso, cuando tocan nuestra puerta buscando
ayuda, lo primero que solemos preguntarle y ¿Que hay para mí?, ¿Cual será mi
beneficio? La comunidad y
salvadoreñoridad salen sobrando.
Bajo
esta temática “EMPODERAMIENTO DE LA
DIASPORA SALVADOREÑA- UNA UTOPIA O UN SUEÑO QUE PODEMOS ALCANZAR”. Es
nuestro menester compartir nuestro punto de vista abordando diversos tópicos,
para que cada quien sume al propio o a de otro que hayan tenido a bien
compartirle, con el fin de que amplié su contexto de nuestra realidad concreta,
evalué y tome sus propias decisiones. No es nuestra finalidad generar controversias,
herir susceptibilidades o sentimentalismos que nos afloran casi siempre por
conveniencia propia.
A nuestros detractores, les ratificamos lo que
ya en repetidas veces hemos compartido respecto nuestra posición y convicciones.
Practicamos el periodismo ciudadano dentro de una convicción socio-comunitaria.
Nos declaramos en contra de todos aquellos que se manifiesten como
anti-inmigrantes o de quienes les apoyan, porque somos inmigrantes y si estos
son salvadoreños con mucha mas razón.
Nos declaramos en contra de todos
aquellos que levantan la bandera comunitaria con el propósito de usar y
explotar para su propio beneficio y/o negocio. Nos declaramos en contra de los
mercaderes de la Fe.
Por otro lado somos
respetuosos de los derechos de los individuos a practicar una creencia,
religión, ideología o partido político, siempre y cuando no afecten los
intereses de la comunidad como ente colectivo y los sobrepongan sobre ellos. Porque no nos demos paja y llamémoslo por su
nombre. Ello es simple oportunismo.
Aclarado
el punto, nuestro objetivo será desarrollar algunos tópicos que consideramos de
importancia y que vislumbramos como muros que habrá que superar.
Continúa…El
Opio de la nostalgia y nacionalismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario