RAIZ DE TODOS LOS MALES ES EL AMOR AL DINERO. POR RODRIGO AGUILAR.
Al preguntarse, ¿cuál es la causa de los males sociales que estamos experimentando?, sin temor a equivocarnos y para dar una respuesta a la interrogante, podemos recurrir a la frase, que dice: “raíz de todos los males es el amor al dinero”, pues esto despierta en el ser humano, la ambición y la codicia provocando la pérdida de valores, lo que lleva a cualquier persona a cometer un acto corrupción.
Este fenómeno, es algo tan grave en nuestro país, que ha logrado socavar las bases de nuestra sociedad a tal grado, que este tipo de prácticas se encuentran presentes en la mayoría de actividades que realizamos, lo lamentable es, que al parecer, nos hemos resignado a aceptar este problema como parte de nuestra vida cotidiana.
La incidencia de las prácticas corruptas en todos los sectores de la población es algo tan serio, que puede afirmarse, que no hay ningún salvadoreño o salvadoreña, que puede decir que nunca ha sido víctima de un acto de corrupción en un momento determinado.
Este tipo prácticas son tan comunes que, enumerarlas en una lista sería una tarea interminable, pero podemos citar algunos ejemplos que todos y todas conocemos; quitarse una esquela de tránsito, agilizar un trámite, obtener algún permiso en alguna oficina gubernamental o alcaldía, asegurar un negocio dentro la administración pública o municipal, obtener una licencia o un crédito entre otros.
Pero además, existen otros niveles de corrupción que también se conocen, y que son secretos a voces de los cuales la población está enterada, estos son, los actos ilícitos que tienen lugar en las más altas esferas políticas, empresariales, sociales y gremiales, donde quienes poseen dinero pueden lograr que sus intereses particulares se hagan prevalecer sobre los intereses de la colectividad, por eso puede afirmarse que, no hemos convertido en un paraíso para todas las formas de criminalidad.
Muestra de que este problema está, tan arraigado en nuestra sociedad es que, el foot ball nacional que parecía una actividad alejada de estas prácticas, también ha sido salpicado por la corrupción, quedando demostrado que, ni el deporte está exento de este problema, ya que están saliendo a la luz actos ilícitos al interior de la Selección Nacional; algo que ha causado sorpresa e indignación a toda la afición dentro y fuera de nuestras fronteras.
Frente a esta situación todas y todos debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Cómo es posible que estos jugadores se hayan prestado para engañar a la afición salvadoreña? ¿Serán sólo los partidos que se han dado a conocer los que fueron vendidos? ¿Sólo los jugadores están involucrados o existirán dirigentes que participaron en este fraude? ¿Será suficiente una sanción temporal de 30 días de suspensión para los que participaron engañando a toda una nación?
Sin lugar a duda, la mayoría vamos a estar de acuerdo en que la sanción que debe aplicarse a estas personas debe ser más severa, pero también estaremos de acuerdo en que, es necesario que salga a la luz toda la verdad de estos actos, por esa razón es nuestro deber insistir en que, la investigaciones que se realicen determinen quiénes están detrás de estos actos de corrupción, porque resulta imposible creer que, sólo los jugadores sean los responsables.
Lo que está ocurriendo nos debe llevar a hacer una profunda reflexión, para tomar conciencia de que, nuestra sociedad necesita una refundación, una reestructuración de sus bases, pues la corrupción está degradando poco a poco nuestro tejido social, al tal grado que corruptos y corruptores se mueven con tranquilidad y sin temor de ser llevados a la cárcel.
Llegándose al extremo, que algunos se dan el lujo de confesar públicamente sus faltas, como el caso de la alcaldesa en funciones de San Salvador, que dijo, que ha recibido salario en el Centro Nacional de Registros sin trabajar para esa institución.
Lo grave es que los grandes medios han pasado por alto esta noticia y todo se centra en la corrupción ocurrida dentro de la Selección Nacional, y tampoco se sabe si las autoridades competentes han tomado cartas en el asunto investigando el hecho.
Por esa razón debemos exigir que, la eficiencia mostrada por nuestras autoridades para indagar el fraude ocurrido en la selección nacional de foot ball, se aplique a todos los casos de corrupción que han sido denunciados, porque se tiene conocimiento de fraudes millonarios cometidos contra el erario nacional por algunos ex funcionarios y que estos hasta la fecha no han sido procesados.
Todas y todos debemos, contribuir a reconstruir nuestra sociedad y rescatar los valores perdidos, denunciando la corrupción sin importar quien la practique, señalando públicamente a los corruptos, haciendo uso de todos los medios posibles, para exigir que sean perseguidos, enjuiciados y encarcelados, no solo jugadores de foot ball, sino quienes cometen delitos de cuello blanco, especialmente aquellos, que mantuvieron secuestradas nuestras instituciones públicas, amasando sus fortunas a costa de, los dineros del pueblo salvadoreño.
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