A millón y medio por año representó Salgado a los
migueleños
Marvin Aguilar
En la rendición de cuentas que con motivo de sus cien
primeros días de gestión edilicia hiciese Miguel Pereira nos enteramos que nada
fue de choto.
La pasada administración además de estar plagada de
oscuridades que nos hacen suponer relaciones con el crimen organizado y favores
a amigos que repercutían en beneficios económicos ahora además nos enteramos
que el municipio poseía una deuda de 23 millones de dólares. La buena noticia
es que ya solo debemos 21 millones.
Esa es la cifra de la cuenta final que nos costarán
los delirios de grandeza de un encantador de serpientes y vendedor de tapices.
Esos millones fueron para pagar las monumentales obritas que mantuvieron a un
personaje del absurdo en el poder por 15 años.
A millón y medio por año nos representó Wil Salgado a
los migueleños. Nada de eso para la cultura y las artes. Nada para una política
de deportes municipal que aportará una cantera para el Águila o el Dragón. Menos
algún dólar para invertir en desarrollo humano que nos sacara del listado de
municipios más peligrosos del país.
El ex alcalde desde luego si puede presumir de
mejoras. Pero las de él. De ser un vendedor de billetes de lotería que vivía en
la curruncha ahora vive en la Ciudad Jardín.
Poseedor de una desconocida cantidad de inmuebles
puede después de 15 años de haber sido funcionario público dedicarse a los
bienes raíces, su nuevo negocio personal.
Su recorrido por el PDC, PCN y GANA le permitió tener
asesoría de primera desde la Corte de Cuentas, a tal punto que el esposo de la
delegada de CCR en San Miguel era gerente de la Alcaldía Municipal salgadista y
eso al parecer limpió el estiércol de su diarrea crónica de quince años.
Su paso por ARENA le dejó un canal de televisión y
luego una fundación TVO donde puede al igual que los grandes evadir impuestos
desde los vacios del código tributario.
Wil Salgado quien decía ser la derecha descalza ha
dejado a la comuna debiendo hasta la camisa. Él, que hablaba del terrorismo del
FMLN ha cometido terrorismo financiero dejando una Alcaldía con Kwashiorkor. Hablaba
de ser uno más de los pobres y salió del puesto siendo un vulgar nuevo rico.
Corolario:
Miguel Pereira debe evitar ese camino. La elección
2015 la ganó con el apoyo de la derecha que vimos en él una real opción de
poder, gestión y cambio. Será hasta la elección de 2018 que ganará por sus propios
meritos y caudal político y eso está comenzando a construirlo desde luego con
un por momentos cansado equilibrio.
Por eso hacer comparaciones con Nayib Bukele o aspirar
a una vice presidencia son rémoras que pueden atrasar lo importante.
La ciudad necesita obras de infraestructura como el
By-pass o mejoras al estadio Barraza. Pero concentrar el discurso de reelección
en el MOP o INDES es propio de una gestión de derecha.
Lo realmente necesario además de eso es volver San
Miguel una ciudad sin violencia, con opciones al consumismo que solo dan las
artes y por qué no, generadora de auto empleo ya sea por medio de creación de
MYPES o por el desarrollo de una eco-agricultura para el consumo local que le
generará impuestos.
No pedimos nada que se pueda resolver en tres años
pero sí que pueda ser obvio que se transita hacia esa meta.
Igualmente la denuncia sobre las sospechas de
corrupción por parte de la administración anterior no debe estar condicionada
al pacto FMLN-GANA que existe en la Asamblea Legislativa. Eso pasara factura
por una parte de los votantes en el futuro.
Wil Salgado será candidato en 2018. Y si entonces los
migueleños no sienten que la ciudad es más segura y que el alcalde nada o muy
poco ha hecho por eso y si no existe ningún caso de corrupción detallado de la
cantidad de sospechas que rodearon la administración salgadista entonces
parecerá que a lo mejor Salgado fue buen alcalde y que incluso yo, me equivoque
juzgándolo.
Bien se puede empezar por detallar qué empresas y
personas se beneficiaron con esos 23 millones. Es decir a quiénes pagó,
contrató y encargó bienes, servicios y proyectos con ese dinero e incluso
cuantas veces lo hizo y si fue siguiendo la ley LACAP o no.
Hacer pequeñas obras posee las características de tres
veces bueno. Por un lado se hace presencia municipal y beneficia a todos los
barrios, colonias, comunidades, cantones, caseríos del municipio.
Que es bueno.
Luego se pueden hacer las adjudicaciones sin
licitación debido a su bajo coste, lo que es bueno para empresarios y
funcionarios corruptos que sobre costean las obras para sacar la mordida para
todos.
Y finalmente es bueno porque permite una cadena de
inauguraciones donde su pueden llenar revistas enteras con fotos y videos institucionales
que pueden presentar al funcionario como un gran reformador.
De eso debe huir Miguel Pereira. Y es solo posible
sentando un precedente juzgando la corrupción del pasado. Sin miedo y ataduras
políticas, pensando en las futuras generaciones no en las próximas elecciones
ya que esas se ganaran haciendo lo correcto y no como resultado de arreglos
bajo la mesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario