Un patrimonio cultural hecho escombros
La iglesia Santiago Apóstol, de Nahulingo (Sonsonate), fue destruida sin permiso. La Fiscalía General de la República investiga el hecho. Se sospecha del sacerdote y miembros del consejo parroquial. CONCULTURA espera que la iglesia sea reconstruida y quede como antes.
La Fiscalía General de la República (FGR) investiga la demolición de la iglesia de Nahulingo, en el departamento de Sonsonate, tras una denuncia del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), entidad del Gobierno que tiene sospechas de que el párroco Gerardo Hernández Sandoval y miembros del comité parroquial fueron los hechores.
La iglesia es considerada patrimonio cultural y data de la Colonia (1613). La fachada y sus paredes laterales eran del siglo XVIII. Ahora, se reduce a pedazos de piedra y madera.
Ayer miembros de la FGR, la Policía Nacional Civil (PNC) y representantes de CONCULTURA llegaron al lugar para elaborar un informe y posteriormente evaluar los daños.
LA PRENSA GRÁFICA trató de buscar la versión oficial del sacerdote de la iglesia de Nahulingo, pero Gladis Ortiz, empleada del templo, lo excusó: “Este es día libre (ayer) y el sacerdote se va para su casa. Vive en San Salvador, pero a saber dónde. Nosotros solo venimos a trabajar aquí. No sabemos si va a regresar”.
Según Ortiz, el pasado domingo a las 5 de la tarde la iglesia aún estaba de pie, pero en el transcurso de la noche fue destruida a pesar de que la Fiscalía ordenó poner el jueves de la semana pasada una cinta policial para resguardar el edificio.
CONCULTURA, a través del departamento jurídico, interpuso la denuncia el 11 de febrero pasado. “La ley de patrimonio tiene un alcance, que no es policial ni de investigación”, asegura el director nacional de patrimonio cultural, Héctor Ismael Sermeño. El funcionario añadió que escribieron una carta de entendimiento donde dice que proporcionaron para la reconstrucción alrededor de $8,912 de los cuales $5,000 fueron en concepto de materiales (lámina, cemento y otros), y el resto para mano de obra. “Lo que ellos han demolido lo estábamos rescatando. Queremos un templo con las mismas características del original”, aseguró Sermeño, quien a su vez exigió que se le enseñen los materiales proporcionados para que le presenten un nuevo proyecto de reconstrucción.
Por su parte, el subinspector de la división central de finanzas de la PNC, Peña Morales, declaró que las personas responsables “tendrán que responder por el delito de destrucción al patrimonio cultural. Le quitaron el techo a la iglesia hace dos semanas”.
Añadió que en dicho municipio ya había rumores de que esta semana se pretendía destruir la iglesia.
El vicario de la diócesis de Sonsonate, Humberto Ayala, desconocía el hecho: “No estoy enterado de que la hayan botado. Lo más pertinente es esperar a que monseñor Sáenz Lacalle regrese y se pronuncie al respecto. Yo entiendo que es un templo colonial que debe de respetarse. ¡Qué bárbaro! En todo caso la ley tiene que proceder”. Lacalle está fuera del país.
Sermeño manifestó que los habitantes de Nahulingo ignoran que ellos tienen una obligación moral y legal de proteger el templo. Ahora, CONCULTURA espera que la iglesia sea reconstruida, y aunque deje de tener el valor histórico, tendría el valor de la reconstrucción. “Va a haber una placa que va a decir que este sitio fue histórico durante tantos años y fue reconstruido en 2008 con supervisión de CONCULTURA. El valor sería el mismo”, detalló el director.
La estatal está a la espera de que el sistema judicial deduzca responsables e imponga la ley.
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