En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

miércoles, 9 de enero de 2013

ALBAfobia


ALBAfobia
Marvin Aguilar

En la historia nacional encontramos que los ánimos que inspiraron leyes contra los monopolios o promoción de la libre competencia buscaron siempre esconder motivos políticos y xenofóbicos.
La más reciente fue contra las familias de origen palestino: comercio e industria. Estos eran acusados por otros grupos empresariales de monopolio y usura, como si eso fuera tradición solo de una clase de empresarios.

Este discurso que se fue instalando en las mentes nacionales por medio de la prensa en 1936, terminó provocando una reforma legal en materia comercial que limitó las actividades en los rubros de comercio, industria, agricultura y otras actividades a los empresarios árabes, palestinos, turcos, chinos y libaneses con el argumento de corregir los graves perjuicios que estos causaban a los intereses nacionales.

La Asamblea Legislativa de esa época ignorante de conceptos como globalización, libre comercio, mercado, competencia, libertad empresarial y todas las buenas cosas que ARENA ha implementado durante sus 20 años de gobierno les prohibió a los extranjeros la posibilidad de abrir:
Almacenes, tiendas, pulperías, talleres, fábricas e industrias agrícolas que fueran propiedad o alquiladas por personas que pertenecieran a las razas antes escritas. Además se les prohibía abrir sucursales o agencias de sus negocios que ya estuviesen establecidos y que fueran propiedad de las mismas personas.

Llegada la década de los cuarentas los ataques contra las inversiones extranjeras se enfocaron contra los árabes. La acusación fue que estos habían desplazado al comerciante nacional quitándole de esa manera el sustento a su familia.

Desde los medios de prensa se les decía: mercachifles, especuladores, estafadores, maltratadores de los trabajadores.
Acusaban la pasividad del gobierno ante estos mercaderes a una actitud anti patriótica con el único objetivo de mantenerse en el poder gracias al dinero que ganaban estas razas aprovechándose del atraso social de nuestro pueblo.

Así finalmente en una de las tantas constituciones de aquel entonces se incluyó en el artículo 55 el inciso final que establecía: el fomento del ejercicio del pequeño comercio y de pequeñas industrias a favor de los salvadoreños.

De la mano invisible del mercado a la mano peluda de la venezolanofobia
En el 2013 hemos dejado en paz a los turcos pero asombrados leíamos en LPG que, Donato Vaquerano jefe de fracción de ARENA en la Asamblea Legislativa ha encontrado un nuevo enemigo contra la patria: denunciaba que ALBA una empresa de origen venezolano en capital mixto con municipios integrados por salvadoreños, eso sí de izquierda está apoderándose de todos los sectores productivos del país.

Igualmente alertaba sin decir cuales, que los empresarios tienen desde ya un “temor” por la decisión de invertir en el transporte urbano de ALBA. Norman Quijano igualmente denunció que ALBA busca “quebrar” a los empresarios –salvadoreños- a través de PDVSA.

La xenofobia no solo es problema sicológico de salvadoreños. En China debido a la guerra de divisas con Japón hay una animadversión desde los medios de comunicación y elites contra los productos nipones: poseer un auto japonés está mal visto; las ventas han caído 77%. Una fabrica Panasonic en las afueras de Shanghái fue incendiada y muchos comercios japoneses de esa calle terminaron con los escaparates rotos todo esto el mes pasado.

En México hubo un tiempo en que algunos han pensado que tanto restaurante de comida estadounidense hace peligrar al taco mexicano. Igual piensan otros en Estados Unidos de tanta persona cafecita que desde Latinoamérica les llega a causa de las faltas de oportunidades en nuestros países.

Nos parecemos a la gata angora: de todas maneras llora. Por un lado se acusa a la izquierda de ser anti sistema; cuando se vuelven empresarios para jugar en la lógica del capitalismo se les llama burgueses, nuevos ricos, ¿acaso la cacha no es permitida?  
Se dice que por culpa de la izquierda no vienen las inversiones extranjeras como si hubiesen llegado grandes transnacionales antes de 2009. Pero cuando se hacen inversiones desde Venezuela se presagia una catástrofe nacional.

La verdad que se esconden detrás de las declaraciones del diputado y candidato arenero es miedo. La campaña electoral ahora no será pleito de rojo amarrado con arenero suelto como ha sido la tradición en donde la derecha ha contado con una cantidad considerable de recursos.

Miedo porque los financistas tradicionales de ARENA no están aportando en la misma cantidad que antes. Miedo porque en la medida que las encuestas emparejen la situación a tres candidatos los fondos se volverán escasos o nulos.

Miedo porque si el SITRAMSS logra dignificar el transporte urbano en una ciudad donde es denigrante usar los colectivos habrán comenzado a resolver un problema no fue atendido en 20 años y, que incluyó me permito recordarles a Vaquerano y Quijano cárcel para la directiva de AEAS por orden del ex presidente Francisco Flores.

El miedo es humano, natural, no es malo sentirlo pero debe servirnos como oportunidad para hacernos desde la inteligencia fuertes. Solo hay una posibilidad de remontar las encuestas y ganar pesar de ALBA.

Cambiar la mente para otro discurso. Eso podrá hacerse cuando se complete la formula arenera y cuando se haga honor a la palabra dicha de rotar a los directivos de ARENA en la directiva de la Asamblea Legislativa designando a los más votados en mayo próximo.    

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