La burjeta de crédito

La burjeta de crédito

Marvin Aguilar

Burjeta: fusión de las palabras burbuja y tarjeta, pretende explicar la realidad financiera salvadoreña.

¿Por qué los políticos nos dicen en ABANSA no pueden controlar el sistema financiero? ¿Por qué los salarios de los hogares alcanzan menos para abastecer el hogar tal como la sociedad de consumo lo publicita en los medios? ¿Por qué ABANSA dice que es contraproducente la ley que les llama usureros y acusa a los políticos de dañar –otra vez- la inversión?

Simple: los banqueros imitando el estilo económico estadounidense nos han instalado como verdad irrefutable un sistema bancario basado en deuda que hace más ricos a los bancos disminuyendo lentamente el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. Mejor aún, la clase media están de acuerdo con este dogma. 

Mientras en el mundo hablan de regular la banca – causante de la crisis económica actual-  y de controles efectivos al sistema monetario aquí Armando Arias dice que debe hacerse lo contrario si queremos desarrollar el pais.

Pero lo cierto es que, la banca internacional instalada en El Salvador que debería ser el motor del desarrollo nacional no otorga créditos para el comercio o servicios sino que se ha puesto a crear una burbuja crediticia emitiendo tarjetas de crédito que terminaron perversamente siendo capital semilla para abrir una MYPE.

Desde luego nos aclaran que los culpables de sobre giros o mal uso del dinero plástico que surge de esa lógica crediticia no son los banqueros o tasas de interés sino el mal usuario que sin la menor educación financiera se lanza a solicitar una tarjeta de crédito que al ser usada para curarse el resentimiento social no puede pagar. Los pobres por hacerle caso a la publicidad de comprarlo todo terminan endeudados.

Noam Chomsky pone un oportuno ejemplo de las ideas de ABANSA: si le lanzas a un perro un trozo de carne ¿crees qué lo comerá? Desde luego que sí. Ahora bien si a ese trozo de carne lo envenenas e igualmente lo tiras al perro ¿lo comería? La respuesta es afirmativa.

¿De quién es la culpa que el perro haya muerto? Del can mismo o de la persona que le envenenó la carne. Bajo criterio ABANSA es del animal. Pero lo cierto es que el perro desconocedor del veneno come confiado de quien se la da.

Proverbios: el deudor es esclavo del acreedor.

ABANSA con sus declaraciones pareciera querer emular a la FED estadounidense que opera al margen del Congreso y manipula el crédito de los Estados Unidos. Una organización más poderosa que el presidente Obama y la misma Suprema Corte.

Todo basado en un sistema monetario que tiene como base la teoría económica neo clásica de Paul krugman que configura las realidades nacionales sin bancos, deuda y dinero; esto que es la teoría predominante en la actualidad impide que se regule al sistema financiero dejándoles una total libertad que han puesto al mundo en crisis y a las personas en una enorme deuda privada que disminuye sus salarios por pago de altos intereses.

No es entonces sorprendente el mensaje de fin de 2012 a los alemanes por la canciller de derecha Angela Merkel cuando decía: en la economía social de mercado el Estado es el que vela por el orden y las personas tienen que poder confiar en eso.

Jesús y los banqueros

La Biblia los llamó cambistas y fueron echados del templo en la única vez que Jesús actuó con violencia. Los judíos cuando acudían al templo a pagar los impuestos que su fe les imponía solo podían hacerlo con una moneda: el shekel del santuario. Esta era la única media onza de plata pura y peso certificado de la época. La única aceptable para Dios ya que no poseía la imagen del Cesar.

Estas monedas no eran abundantes y los cambistas se apoderaron de ellas, luego aumentaron el precio según crecía la demanda logrando exorbitantes ganancias con el monopolio de la moneda. Los judíos debían pagar lo que ellos decidieran. Este negocio consideró Jesús violaba la santidad de la casa de Dios.       

Nuestra Constitución habla de la propiedad privada en función social. ¿Cómo entiendo esto? Como la fortuna surgida con capital moral y democrático. Todo aquello que se aparte de estos parámetros es anti capitalismo.

En la actualidad bajo el sistema Reserva Bancaria Fraccionada los  bancos legalmente están facultados a prestar más dinero del que se poseen en reserva. En el caso estadounidense esto es 9 veces más del capital real. Esto ¿sabemos cómo opera en el caso de El Salvador? Es decir cuánto dinero crean de la nada los bancos y que de algo inexistente cobran intereses.  

Eso es bíblicamente una definición simple de usura ya que inventarse dinero para prestarlo e incluso cobrar intereses por ello no puede ser considerado una bendición de Dios a la vida humana.     

El 2012 ha sido un año en que ha quedado al descubierto las malas prácticas bancarias a favor del narcotráfico y terrorismo que nos dejan la sensación de que la mayoría del sistema financiero es la cloaca máxima romana.                 

Prestamos peer to peer en lugar de tarjeta de crédito como innovación bancaria es lo que la realidad nacional requiere pero desde los banqueros nacionales más que cambiar, más que reconocer que hay alguna deficiencia en el sistema de créditos que ellos nos han diseñado tal cual la nomenclatura comunista lo hacía en la ex URSS lo que proponen es menos controles legales y, a su beneficio confunden la parte con el todo asociando estabilidad a inmovilidad.

Nos lo advertía la semana pasada el independent.co.uk: la cultura monobancaria que hemos tenido desde los 90`s desaparecerá, en su lugar lentamente gracias al internet surgirán grupos no bancarios que darán financiación en masa; en los próximos años veremos la aparición de un ecosistema financiero diverso que trabajará directamente con un público más amplio dejando a las elites financieras que no giren hacia allí como los mercaderes del templo de Jesús.    

Las maneras de la banca infestada en la actualidad calzan con las de un sicópata. Eso parecen sus grupos de presión al sostener que los equivocados somos los demás nunca la banca y para ello manipulará, falseará, mentirá las realidades.