LOS PUNTOS PENDIENTES DE LOS ACUERDOS DE PAZ. POR RODRIGO AGUILAR.
Hace veintiún años, el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, decidieron poner fin a doce años de conflicto armado; durante ese tiempo setenta mil personas perdieron la vida y ocho mil fueron víctimas de desapariciones forzosas.
La solución pacífica a la guerra, tuvo lugar debido a la presión nacional e internacional que recibían las partes en conflicto, para poner fin a las agresiones mutuas; lo que tuvo como resultado el compromiso, de impulsar la democratización del país, garantizar el respeto a los derechos humanos y reunificar la Sociedad Salvadoreña.
Entre los factores que ejercieron presión a nivel nacional cabe mencionar, el anhelo de paz que crecía en la conciencia colectiva de la población, la deslegitimación de la fuerza armada por su vinculación al asesinato de seis sacerdotes jesuitas y la evolución del pensamiento en la comandancia General del FMLN, que comprendió que una insurrección popular era algo muy difícil de lograr en nuestro país.
Entre los factores que ejercieron presión a nivel internacional están, la mediación de la Organización de Naciones Unidas, que intervino con el propósito de lograr la pacificación del país; la nueva configuración del panorama geopolítico mundial, producto de la crisis interna en el bloque soviético.
Además, la finalización del conflicto este oeste, que se tradujo en la suspensión de ayuda económica y armamento a las partes beligerantes y el papel desempeñado por el grupo de Contadora, que por su cercanía geográfica a nuestro país representó una influencia determinante para finalizar la guerra.
La suma de todos estos acontecimientos y la voluntad de las partes en conflicto, tuvo como resultado, el silenciar de los fusiles que se materializó en Los Acuerdos de Paz que fueron suscritos el dieciséis de enero de 1992, en el Castillo de Chapultepec México.
El texto final del documento abarcó cinco áreas fundamentales: modificación de la Fuerza Armada, creación de la Policía Nacional Civil, modificación al Sistema Judicial y a la Defensa de los Derechos Humanos, modificación en el sistema electoral y adopción de medidas en el campo económico y social.
Habiendo transcurrido veintiún años desde la firma de estos acuerdos, es importante que nuestros gobernantes, juntamente con todas aquellas personas que ejercen influencia en las áreas política, social y económica, hagan una revisión profunda para determinar si los compromisos que se adquirieron se han cumplido íntegramente o si existen puntos pendientes por cumplirse.
Esta propuesta, obedece a que desafortunadamente hay indicadores visibles de incumplimiento en cuatro puntos específicos, como son: El funcionamiento del sistema judicial, el avance limitado en materia de Derechos Humanos, la falta de un sistema electoral que permita al electorado elegir democráticamente a sus gobernantes y las desigualdades sociales y económicas.
Sin lugar a duda, la falta de cumplimiento en estos puntos señalados ha provocado, un clima de inseguridad jurídica y de irrespeto a los Derechos Humanos; un sistema electoral del que más del cincuenta por ciento de la población desconfía y las profundas desigualdades sociales y económicas.
El tema económico y social debe ser abordado con apremio, ya está plenamente comprobado que el modelo económico neoliberal ha creado las condiciones para que el ochenta por ciento de la población viva en situación de miseria, extrema pobreza y exclusión; teniendo como consecuencia que seamos uno de los países más violentos y con mayores índices de delincuencia en la región; lo que permite afirmar que no obstante haberse finalizado la confrontación armada el conflicto social y económico se mantiene su vigencia.
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