Sea patriota, mate un cura
Marvin Aguilar
El titular no es mío, es una frase escrita en una hoja
volante que circulaba en San Salvador en los años ochentas.
El pasado
tiende a volver. La semana anterior en los Estados Unidos fue condenado por mentiroso a
21 meses de prisión y un año en libertad condicional Inocente Orlando Montano,
coronel retirado del ejército salvadoreño.
Es el cuarto militar salvadoreño residente en EE.UU.
que tiene un traspié en un país que apoyo la guerra civil de doce años que
vivimos.
Ya aquella nación pidió perdón de la boca de Bill
Clinton ante la Asamblea Legislativa cuando este ex presidente visitó El
Salvador. Igualmente el FMLN ha hecho mea culpa sobre los crímenes que
cometieron en ese conflicto. Nuestros militares no y esto es debido a la tesis
de defensa legítima de la patria.
Eugenio Vides Casanova concuño de Alfredo Cristiani;
José Guillermo García ambos generales. Álvaro Saravia capitán y, ahora Inocente
Orlando Montano vice ministro de seguridad pública del gobierno de Alfredo
Cristiani han sido condenados en un otrora país aliado en la guerra civil.
Todos en un momento héroes que defendieron a la patria
de la agresión comunista internacional ahora se escudan de la manera más
patética posible para alejarse de una condena por crímenes contra las gentes.
Niegan su pasado.
El camión de la
basura
Resulta interesante como todos ellos han reconocido
que efectivamente existieron violaciones a los Derechos Humanos durante el
tiempo que fueron todo-poderosos o influyentes pero, igualmente se deslindan de
alguna responsabilidad en esos crímenes que al parecer los cometieron sub
alternos muy pro-activos.
Victimario y victima uno solo son hasta la muerte. La condena de Inocente
Montano no solo deja al descubierto que el argumento de que para defender la
patria del comunismo se vale todo no se sostiene cuando ha pasado el tiempo y
se es viejo, tanto que las energías no ayudan ya para seguir mintiendo por todo.
Sino además que envía un mensaje claro para todos
aquellos que desde la derecha mediática siguen incitando a no votar por
Salvador Sánchez Ceren porque hizo todo o nada hizo por detener la matanza
contra combatientes del FMLN guerrillero a manos de un posterior ejecutado Mayo
Sibrian en San Vicente.
Deja el paradigma nacional de defender periodistas
católicos a militares cristianos que mataron sacerdotes mortalmente herido. El
horror fue cometido por ambos bandos y tratar de justificar tal barbarismo no
pasa del Paz al Goascorán.
Ahora el proceso de extradición a España para que responda
por los asesinatos del 16 de noviembre de 1989 en la UCA tiene el tiempo
necesario para que se concrete y se vea obligado a responder en solitario y
enfrentar en país extraño unas culpas que no son solo su responsabilidad. Esto a
los 70 años sería cadena perpetua.
¿Dejaran sus compañeros de armas solo al coronel
Montano?
¿Asumirá el coronel él solo la culpa de la masacre de
la UCA?
Parece ser que quienes hicieron la guerra no han
comprendido que estos muertos los perseguirán de por vida, quizá no solo en sus
sueños o conciencia sino que hasta en la cárcel misma y que la única
escapatoria sea su muerte.
Por eso pedir perdón no es hacerlo en una iglesia en
donde se reconocen los monstruosos pecados sino a la familia del asesinado, la
población que sufrió muertes, contar la verdad, dejar de ser un idiota moral.
Ya que solo si el ofendido otorga el perdón es que
puede estar la conciencia tranquila del victimario. Antes jamás. Y eso es lo
que no desean entender los protagonistas de la guerra civil salvadoreña.
Nos quedamos a la espera de observar el desenlace. Y
espero no terminen responsabilizando cobardemente al general René Emilio Ponce
como el único responsable que tomó la decisión de uno de tantos crímenes
impunes cometidos por ambos bandos en nuestra patria.
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