INFORME PNUD: EL PREJUICIO NOS ATRASA POR MARVIN AGUILAR

Las investigaciones así como las estadísticas cifras, números nos sirven para entender nuestro pasado y saber que nos depara el futuro. Es esa la virtud del informe PNUD.

¿Pero alguien los lee? ¿Se ponen en práctica? Hace algunos años se elaboró en San Miguel una serie de libros llamado PLAMADUR, tuvo un costo de $1, 260,000 dólares aproximadamente, tres alcaldes han pasado en casi 20 años de existir ese estudio y ninguno de ellos lo leyó. Y al parecer de la docena de personas que aspiran a gobernar el municipio tampoco lo leerá. Bueno, al salvadoreño la lectura no le atrae. Se comprende.

¿Por qué nuestro país no avanza? ¿Por qué otros sí? Los índices de natalidad por ejemplo, nos indican que hay que sumar a la lista histórica además del cacao, añil y café como principal fuente de recursos naturales nacionales a la gente. De esta manera entendemos igual que ha existido un desprecio y desinterés de calificar y cualificar la mano de obra para que deje de ser barata y se tecnifique, lográndose con ello una mejor calidad de vida para el salvadoreño promedio. Simple: se venden celulares de punta para personas desnutridas y, a esto le llamamos éxito.

Para saber si estamos mejor o peor no debemos basarnos en si podemos adquirir bienes y servicios, que no podremos pagar por mucho tiempo o, de si ya no logramos ahora tener más cosas que antes. Lo que observaremos es si morimos cuando estamos viejos o, durante la niñez, de tener los hijos que deseemos sin tener mucha descendencia, de igual de vivir como ser humano digno. Lo que desde luego no incluye destruir los recursos naturales para sostener un hedonismo importado.

La salud pública determina como estamos. Así podemos decir que si comparamos desde 1950 hacia la fecha El Salvador pertenecía al grupo de países que tenía entre 5 y 7 hijos por familia. Mientras que en los países industrializados era de 2 o 3 hijos por familia. Estas tasas de nacimiento ocasionaron que tuviésemos un bajo promedio de vida.

China en 1960 decidió dejar de ser vecino de El Salvador y ayudado por los métodos anticonceptivos comienza su larga marcha hacia el desarrollo, comenzando por tener familias más pequeñas. En los años ochentas comienza debido a la mejoría de la educación esta misma corriente -familias pequeñas- en los países árabes. Para 2011 casi todas las familias del mundo oscilan entre 1 y3 hijos, todos a excepción de África. Conclusión: muchos hijos menos desarrollo mal crecimiento, más pobreza, muerte.

Estamos mejor que hace 50 años, no cabe duda, pero fue en 1950 que China comenzó su ruta hacia lo que es hoy: la segunda potencia del mundo, desplazando a Japón, Gran Bretaña entre otros. Por supuesto que falta hacer más en el sistema chino: desarrollo en las zonas rurales, democracia, pero un gigante como ese, tal como lo decía Mafalda: debe de tener cuidado al saltar porque podría sacar a la tierra de su eje. ¿Nosotros? Aun no tenemos claridad de objetivo hacia a donde llegar.

Salud y planificación familiar, esa es la ruta a seguir, luego vendrán familias felices y con valores. Antes no

Cuando en nuestro país decidimos entre salud y riqueza ¿Cómo decidimos? La China actual es como los Estados Unidos de 1983, pero en materia de poder adquisitivo es como los Estados Unidos de 1950, los Estados Unidos si los comparamos con la China actual estaban en cuestión de manejo de efectivo en el bolsillo así en 1900.

China le apostó primero a la salud, una vez la tuvo comenzó a crecer. En EE.UU. comenzaron con la industrialización y la economía de mercado luego, la tecnología y el estado de bienestar los colocó en la posición que ocupan actualmente.

El acervo de conocimientos puede servir a nuestro país para mediante un salto salir de la pobreza actual, es decir los ejemplos que hemos puesto arriba. De acuerdo a nuestra mentalidad y recursos naturales tenemos obligadamente que desarrollar la capacidad humana, luego creceremos. El mensaje de China es sencillo: primero la salud, después la riqueza.

Si podemos mencionar el otro elemento determinante para el crecimiento y desarrollo chino ese es: la educación. Solo esta permite entender los mitos que construyen nuestras costumbres, creencias y tradiciones de naciones atrasadas, para transformarlas en palanca de avance y no en una eterna época medieval.

Solo con humanos educados, conocedores y de buena crianza podremos comprender que el consumismo es resultado de complejos de inferioridad, de estar siempre a la altura, pretender encajar en un mundo donde realmente nadie encaja, temor al qué dirán. Una vez que China obtuvo salud y educación con Mao Zedong; Deng Xiaoping les dejo tener dinero. Pero no se crea que todo fue por arte de magia ¿han notado que todo está hecho en China? Es claro: el dinero llego a los chinos a través de la producción.

Nosotros al igual que los chinos hemos padecido de grandes atrasos sociales, censura, dictadura, violación a los Derechos Humanos, represión, y la buena noticia es que los chinos y los latinoamericanos tenemos mucho en común: soñamos e imaginamos, así que también podemos crecer.

Cultura y Derechos Humanos

Todas las religiones –nos dice la historia- tienen su lado malo y bueno; algunas veces en diferentes comentarios me han llamado ateo, cuando lo cierto es que no lo soy, porque es esta corriente filosófica otra forma de religare. Yo creo que las iglesias juegan y deben jugar un gran papel en los cambios que estarán por venir en este siglo, en las personas, estancarse en esperar el fin del mundo, por citar algo, es como decir: Dios, los ama por eso va a matarlos, estas creencias no tendrán cabida en el futuro, debido a que nadie puede decir por donde y cuando bajara el ángel del final.

Es sencillo: si vamos a comenzar a prohibir todo y penalizarlo, la cárcel no alcanzará para tantos y tantas pecadoras. El ojo por ojo y el diente por diente nos volverá desquiciados. Además de instalar la doble moral como forma de vida.

Luchar por los derechos de las mujeres, minorías, libertad de prensa, de las diversas familias, es el nuevo frente de batalla y eso solo se logra en democracia no en teocracia, todo esto es una meta en sí misma, nada vendrá regalado, respetar las luchas de todos aunque disintamos es el objetivo personal. Por eso es que el pensamiento conservador será cada vez difícil de sostener, no se puede continuar diciendo: respetemos la norma jurídica siempre y cuando esta no se oponga a la ley de Dios, porque eso hemos estado haciendo y no avanzamos. El monopolio de la interpretación llegó a su fin. No hay una verdad, sino una muchedumbre de ellas. Si estimados amigos y detractores: el progreso no es guapo.