Recientemente estuve en la Ciudad de Aguilares en un evento de unos 200 campesinos pobres, ahí donde mataron a mi querido mentor Padre Rutilio Grande.
En esa zona, los campesinos se han organizado en el movimiento Chico Chávez para demandar un pedazo de tierra para sembrar sus alimentos para su familia y conseguir un lugar donde construir una casa digna. La mayor parte de ellos son ex combatientes del FMLN y otros son desplazados de guerra, con quienes el FMLN tiene una deuda histórica.
Los líderes del movimiento me dijeron: “A usted que le oyen, dígales a los que están en el gobierno que cumplan con su promesa de campaña”. Su expresión y sus rostros de desesperanza con el nuevo gobierno me rompieron el alma. Yo les conteste: “Lo siento compañeros, tampoco a mi me oyen; pues una vez ganaron, los líderes del FMLN se clandestinizaron otra vez, cambiaron sus números de teléfonos celulares y correos electrónicos que usaron durante la campaña electoral y ya no son accesibles”, les dije. Tanto a esos campesinos como a mí, nos cuesta aceptar que “nos dieron atol con el dedo”.
Ahora me pregunto que le hubiera asesorado Mons. Romero a Mauricio Funes cuando está comprando 10 aviones de guerra a Brasil por cien millones de dólares, mientras hay más de la mitad de la población aguantando hambre o siguen emigrando hacia el norte por falta de oportunidades en El Salvador? Ummm, las prioridades de país no están en orden. Con cien millones de dólares, sería suficiente para reducir al 3% el analfabetismo que está actualmente en 18% y el analfabetismo funcional a 45% y nos dicen que no hay recursos financieros para el programa nacional de alfabetización; bueno, y para terminar temprano nuestra gente no come armas.
Me pregunto cómo justificarían Mauricio Funes y Salvador Sánchez Ceren la compra de aviones de guerra frente a los organizados en el movimiento Chico Chávez? aun mas, como justificarían los ex comanches del FMLN, ahora en los Ministerios y en los curules de la honorable Asamblea Legislativa, la compra de los aviones de guerra frente a esos campesinos que votaron por ellos? Nos dieron atol con el dedo otra vez?
Claramente no necesitamos más armas, ni mucho menos aviones de guerra; si esa compra no la paramos, significaría que el movimiento civil está demasiado débil y tenemos un desafío como movimiento social. Los de arriba, los que elegimos, son nuestros representantes y el pueblo sus jefes. Se nos olvido? Umm, a riesgo de culpar a las víctimas, nos dieron atol con el dedo otra vez; entonces el problema debe estar en los de abajo y la palabra clave aquí es organizar para también gobernar desde abajo y los aviones Tucanes, vistos desde abajo, claramente no los necesitamos.
Con mis saludos y feliz 2011.
Francisco Acosta - Sociólogo
Fundador,
Universidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero
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