Que en el reino lejano de Vitu-Midas, se había ordenado al bufón de la corte, en castigo por llevársela de politiquero del reino, a que leyera sobre la filosofía de Sai Baba.
El entusiasmo fue tanto que Vitu, comenzó al fin a ver el Mundo positivo, el Mundo Azul y Blanco.
La alegría y euforia no la podía esconder cuando le informaron que el mentor le enviaría una carta, tanto así que envió a los mensajeros del reino a divulgar la buena nueva. Prometía a su pueblo construirles cielos falsos de su realidad.
Por si las moscas, no vaya hacer que me llamen charlatán y me tiren tomatazos, mejor emulo a Casius Clay cambiándome el nombre. Pensó Vitu.
Ni lento ni perezoso mando a llamar de tierras lejanas al indio quita nombres a quien convenció con un par de espejitos para que le cambiase el nombre a Soi Baboso, en honor a su mentor.
Y colorín colorado este cuento se ha terminado.
En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”
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