El presidente se concentra en su propia agenda y soslaya la crisis institucional que él mismo contribuyó a crear
Redacción ContraPunto
SAN SALVADOR- El presidente de la República, Mauricio Funes, en los últimos días se ha negado a dar declaraciones a la prensa sobre las coyunturas que afectan a la sociedad salvadoreña y con ello ha tratado de imponer su agenda a los medios de comunicación.
La sanción a las reformas electorales parecidas a las que vetó anteriormente; el visto bueno en la disminución de los tiempos de inscripción de nuevos partidos para beneficiar la creación de partidos “apéndice” del Partido de conciliación Nacional (PCN) y Partido Demócrata Cristiano (PDC); y una propuesta de reforma a la Ley de Procedimientos Constitucionales son de los temas en los que Funes ha guardado silencio.
Al inicio de su mandato Funes propuso la realización de conferencias de prensa semanales para tratar temas de interés público y ofreció atender a los medios después de cada evento oficial si así fuese necesario.
“Creemos que cada 15 días, este servidor de ustedes, puede tener una conferencia de prensa, para analizar la marcha del gobierno, las medidas que hemos puesto en ejecución o algún otro tema de interés de ustedes y que estén en agenda pública nacional. Eso no significa que entre una y otra conferencia, no atienda a la prensa, en salidas y actos públicos, cuando los hechos así lo ameriten”, dijo Funes a la prensa el 31 de agosto de 2009.
Hasta el día de hoy no han seguido dando las conferencias quincenales y últimamente se ha negado a dar declaraciones en temas que están “en agenda pública nacional”.
Todo comenzó el pasado 29 de junio, luego de la polémica que creó la negación del director del Diario Oficial de publicar una sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Desde entonces no ha vuelto a hablar de la álgida coyuntura política del país.
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En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”
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