¿Juicio al ex presidente Flores?
Marvin Aguilar
El artículo 240 de la Constitución de El Salvador en
su inciso final escribe: los juicios de
enriquecimiento sin causa justa solo podrán incoarse dentro de diez años siguientes a la fecha que el
empleado o funcionario haya cesado en el cargo cuyo ejercicio pudo dar lugar a
dicho enriquecimiento.
El presidente Funes ha enviado un mensaje claro a la
derecha: Francisco Flores ex presidente
de la república, su cuñado José Antonio Rodríguez ex presidente de GEO;
Guillermo Sol Bang ex presidente de CEL, ex tesorero de ARENA; Jorge Simán
Zablah ex presidente de GEO; Miguel Lacayo ex ministro de economía son
responsables de haber vendido de forma oscura
–con beneficios económicos- la energía geotérmica a extranjeros.
La posibilidad de procesar al ex presidente Flores y
ex funcionarios por cualquier acto durante sus gestiones vence el 1 de junio de
2014.
Costa Rica, Nicaragua, Guatemala pasaron por procesos
penales contra ex presidentes que han dejado condenas a estos políticos,
Honduras lo resolvió con golpe de Estado. En El Salvador jamás se ha procesado
ninguno.
El ferrocarril
salvadoreño:
Desde 1881 se pensó dar a extranjeros –sin aprobación legislativa- la posibilidad
de construir un tren en el pais. Al año siguiente ya había comenzado a
funcionar la ruta Acajutla-Sonsonate.
Ya entre 1885-1890 se procedió a la revisión de los
contratos y concesiones otorgados por los gobiernos anteriores llegando a la
conclusión que aquellos habían sido lesivos para los intereses del Estado.
De estas averiguaciones se autorizó nuevas concesiones.
La Asamblea Legislativa desautorizó en 1887 estas por considerarlas perjudiciales
al Estado. ¿La empresa? The Salvador Railway Construction Company Limited.
En 1897 se contrató a una empresa para que por cuenta
y riesgo del Estado terminara la construcción del tren salvadoreño.
Así fueron finalizadas las rutas Acajutla-Sonsonate-
Ateos- Sitio el Niño- Santa Ana- Sitio el Niño- San Salvador. A esto se le
conoció como el tren inglés.
El gobierno comenzó para 1895 la nueva ruta La Unión-
San Miguel- San Salvador pero debido a los problemas financieros del Estado se
quedaron a medio andar. Esta espera tardaría 17 años.
Entre hacer o no el ferrocarril oriental se decide
para 1912-1929 otorgar la construcción y explotación a IRCA que llevó a cabo la
ruta La Unión- San Miguel- San Salvador- Texistepeque- Santa Lucia (Santa Ana)-
Ahuachapán- Frontera Guatemala. A esto se le conoció como el tren
norteamericano.
Debido al desarrollo de las carreteras las condiciones
bonancibles para IRCA –dueña finalmente
por decisión ejecutiva de todos los trenes- desaparecieron paulatinamente.
Dejaron de hacer inversiones en infraestructura,
equipos, suspendieron pagos de impuestos, salarios que eran compromisos y
deberes adquiridos cuando se les concesionó el tren estatal (¿?). Aducían para
todos estos atrasos –como AEAS- la
baja rentabilidad.
Así que contrario a lo que nos han dicho que solo la
izquierda estatiza bienes y expropia empresas, en plena dictadura militar de
derecha se nacionaliza en 1962 los trenes propiedad estadounidense.
En 1965 se creará CEPA; otro militar en 1974
nacionalizará la propia IRCA.
Ya en manos de CEPA la empresa estatal se volvió
competitiva y eficiente tanto en el transporte de pasajeros como carga.
El conflicto armado que comenzó en los años 80 y que
volvió objetivo militar a FENADESAL por parte del FMLN guerrillero junto al
desarrollo de las carreteras como medio más seguro terminó haciendo inviable el
sistema ferroviario.
El Sol no
siempre es amarillo.
Está claro: hay que revisar como en 1800 y 1900 las
concesiones hechas en 2000 de nuestros pobres recursos a extranjeros. No
entenderlo es darle la espalda a nuestra historia.
Como entendemos los bienes estratégicos del pais
siempre han estado en la mira de empresarios nacionales que en alianza con
extranjeros que con la oferta de invertir para el desarrollo nacional han
iniciado la explotación de recursos, necesidades o facilidades salvadoreñas,
siempre finalmente en función no de los habitantes sino de los productos que
impulsaban un sistema económico que sin
controles terminaba beneficiando a un pequeño sector del pais.
Se creó una estructura injusta tal como puede verse en
la historia ferroviaria: allí nace el primer sindicato del pais, la lucha por
44 horas semanales, pago de horas extras, seguridad social, Código de Trabajo.
Esta ausencias en los otros ordenes sociales dieron
origen a una sociedad de dos velocidades que entre otras cosas es fuente de
revoltosos, comunistas, guerrillas y esas cosas que algunos dentro de la
derecha aseguran nacen de la nada.
Así la primera ruta de tren no fue construida pensando
en las personas, se hizo para exportar café. Esto en sí no es malo pero se
instala una línea fácil de confundir en el imaginario nacional que lo material
es más importante que lo humano. En una sociedad de consumo se privilegia la riqueza sobre la inteligencia.
El falso nacionalismo sostiene que la ONU y otros
organismos internacionales no deben decirnos que hacer en sexualidad o Derechos
Humanos, pero a la vez defiende que nosotros somos incapaces de administrarnos
solos, y que de afuera deben venir únicamente quien nos diga, guie, explote, venda,
cobre y reparta nuestras divisas nacionales.
Las naciones inteligentes exigen traspaso de
tecnologías, absorben teorías, adaptan y superan lo copiado. Habría que
preguntarse ¿Por qué seguimos siendo incapaces de tener una plantilla humana
que sirva para maquilar tecnología en lugar de ropa? Irnos por el fácil
comercio es ser entreguistas. Paridad en las negociaciones internacionales
necesita El Salvador.
En el mundo actual no se cuenta con la comprensión del
resto de personas, más entretenidas en el consumismo y como obtener dinero para
satisfacer sus hedonismos sociópatas se les dificulta ser solidarios con la
naturaleza, Derechos Humanos, salud, economía social y la patria que en nuestro
caso esta resumida solo a la selección nacional de futbol.
Por eso resulta irónico como la derecha acusa a la
izquierda de entregarnos a Venezuela, mientras el ex presidente Flores vendió
la geotermia a Italia, impuso la moneda estadounidense ofreciendo ser el Hong
Kong del área y, que finalmente el narcotráfico colombiano terminó usando para
lavar activos; ¿en realidad a muy pocos les interesa a quien nuestros políticos
le venden el alma nacional?
Vista la intención del fiscal general de investigar el
caso GEO-ENEL quizá ARENA en plena campaña presidencial le toque estar
explicando porque uno de sus ex presidentes, está siendo enjuiciado por vender –como fue el caso del tren- sin
autorización de la Asamblea Legislativa esta
vez nuestros recursos del subsuelo.
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