¿Qué derecha aspira ANEP?
Marvin Aguilar
Arnoldo Jiménez de ANEP develó que en las acciones comerciales
de ALBA en El Salvador hay además de corrupción lavado de dinero.
La información que brinda el ejecutivo de la ANEP no
debe pasar por nimiedades para nadie tanto como si es cierto como si no lo es.
Finalmente argumentando que ALBA cierra empresas que no mencionan ó hace perder empleos que no cuantifican, han presentado una
demanda ante la superintendencia de competencia.
El FMLN ha advertido que hará una demanda por
difamación. Si a último momento desisten de esa acción judicial la duda de lavado,
corrupción y privilegios quedaría instalada
dentro de la población, será una quimera defender un proyecto empresarial con
finalidad social.
Incluso los análisis que desde la UCA se hacen sobre
el abandono de la ideología terminaran por ser verdaderos. Aclarar todo es una necesidad.
Un presente
basado en un pasado que no fue.
Analicemos las palabras que pretenden construir una
acusación: en principio no hay indicios que digan que ALBA evade impuestos en
nuestro pais. Ni antes de 2009 ni ahora. ANEP nada dice sobre eso.
La evasión de impuestos es una forma de lavado de
dinero, como ya vimos en algunos miembros del clan los perrones del oriente del país.
Lavar dinero es un proceso que surge como
necesidad de legalizar ingresos que tiene su origen en ilícitos o crimen. Como
hizo HSBC.
Provienen: del narcotráfico, estupefacientes, armas
ilegales, corrupción, desfalco, fraude fiscal, delitos de cuello blanco,
prostitución, malversación de fondos públicos, extorsión, secuestro, trabajo
ilegal, piratería y terrorismo.
El fallo de la acusación sino es que irresponsabilidad
- a menos que la visceralidad sea una ex
culpación- radica que, Arnoldo Jiménez no explica o no entra en detalles del
origen dudoso de los que hemos escrito en el párrafo anterior, proviene el
lavado de activos de ALBA- El Salvador.
De igual si el ilícito es un entramado que incluye a
todos los países anexados a ALBA, o solo a los de petrocaribe o es una mala
deformación empresarial del FMLN el enemigo a derrotar en nuestro país.
Si ANEP o el mismo Arnoldo Jiménez tienen indicios y
además información de cómo se estructura esta trama corrupta y no la hacen
pública, son cómplices. Por el contrario si ni siquiera pueden identificar el
origen de ese lavado, estaríamos frente a una acción difamatoria con evidentes
intenciones políticas que denota una frustración empresarial por no poder
competir bajo las reglas del mercado con una empresa de asocio público-privado.
La trampa de
fiscalizar a ALBA
Sostener que ALBA opera en el mercado nacional con
ventajas es olvidar que ha así se han formado capitales nacionales. Es decir
privilegiar capitales de unos sobre otros es la practica nacional salvadoreña.
Ejemplos en la historia nacional abundan.
Puedo sostener con solvencia moral que la
competitividad no está relacionada para nuestro caso con la relación
precios-calidad-cantidad sino con los contactos para obtener tierras,
licitaciones, créditos o apalancamientos financieros, no pagar impuestos -de los que podría citar casos- beneficios
fiscales y monopolios.
Ante cualquier duda sobre lo anterior recomiendo leer:
los estancos, las prácticas monopólicas y
las rentas del Estado en El Salvador; tomo 20, biblioteca de historia
salvadoreña.
Ahora ARENA ha tenido la gran pensada de hacer por
medios legales una reforma que permita fiscalizar a una empresa
pública-privada. Bien, nada malo, quizá hasta necesario por nuestra cultura del
amiguismo, podríamos obviar incluso que sea hasta ahora.
Pero, ¿y si esto abre la puerta para que por ley deje
ser secreto y hacer público el listado de evasores fiscales? O ¿si a partir de
ahora igualmente se aprueba la cárcel por evasión de impuestos? Formas tan
acusadas desde la empresa privada.
Leamos otro interesante y discreto ejemplo: la Sala de
lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia. Ésta en la práctica se ha convertido en óbice
que hace que el Ministerio de Hacienda no pueda cobrar impuestos a una serie de
empresas que llevando siempre a apelación a esta instancia su negativa de pagar
impuestos, solicitan medida cautelar que les declara solventes mientras dura el
proceso, el que tiene una prescripción de 10 años.
La Sala haciendo gala de aquello de la mora judicial
termina resolviendo casi al momento de la prescripción, haciendo casi siempre
imposible la acción de cobrar lo adeudado al fisco. Incluso ha impedido que la fiscalía
actúe en defensa del Estado en estos casos.
Esto ha motivado desde el Ejecutivo provocar un choque
de Salas: al solicitar un basta ya por
medio de un recurso contra lo que parece una arbitraria Sala de lo
Contencioso; que la Sala de lo Constitucional posibilite al Ministerio de
Hacienda poder cobrar los impuestos de una serie de empresas que son
cotidianamente -lea usted- las más
grandes.
¿Hacemos por ley que estos procesos en la Sala de lo
Contencioso sean públicos, como ahora debemos auditar a ALBA petróleos? O ¿si
legalizamos la ética de que funcionarios públicos no puedan inmediatamente
cesar en sus funciones ser contratados por las empresas que les tocó regular
durante su ejercicio público o viceversa?
El problema de tener techo de vidrio es que muy
difícilmente nuestros argumentos, por muy validos que sean en un momento
especifico, por ocultar o no hacer el mismo énfasis con los errores de nuestro
bando terminan derrumbándose.
En mi casa, mi padre, gallego terco me enseñó que no
se debe ganar haciendo trampa, esto me lo reforzaron los Maristas, españoles-franquistas
y –expulsados de Cuba-
anticomunistas.
Así que por eso no puedo comprender la técnica del
ventilador que algunos dentro de la derecha para recobrar el poder están
utilizando contra el FMLN.
No se trata de ser entreguista, menos imparcial.
Objetividad científica demanda la política nacional, lo contrario, acusar sin
pruebas es hacer democracia, pero bananera. Y pensar que los salvadoreños son
peleles ideológicos.
ANEP debe revisar hacia qué derecha desea ir. Si es
hacia la sur americana, van bien. Consideren que el periodismo digital está
haciendo una labor nada despreciable con el voto flotante, los que decidirán
quienes se quedan en la primera ronda. Acusar sin pruebas es mentir.
Si el objetivo es ser potables ante la ciudadanía
deben valorar que: la prensa tradicional ya no posee el control de la agenda
nacional y, que el voto en el exterior puede definir la segunda ronda, esos
salvadoreños no son fáciles de inducir desde la retórica falsaria, discurso
único y trasnochado. Vale la pregunta ¿A qué derecha aspira la ANEP?
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