En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

viernes, 1 de noviembre de 2013

5 de noviembre: falso histórico

5 de noviembre: falso histórico
Marvin Aguilar

Dos años atrás se organizó un follón sobre el bicentenario del llamado primer grito de independencia. Suceso de la historia oficial en el que José Matías Delgado párroco de la iglesia de San José, tañó las campanas de la iglesia de La Merced en la madrugada del 5 de noviembre de 1811 para exigir la independencia de España.

Sospechas aparte que pueden suscitar el simple hecho de la incongruencia aquella de que teniendo él campanas en casa toca las ajenas haciendo que las culpas cayesen sobre los mercedarios que nada tenían que ver en la revuelta; podemos ahora en serio y con el tiempo-historia analizar con objetividad y vernos entonces obligados a hacer una revisión y re-construcción de los hechos que por años han estudiado los salvadoreños en las aulas.

Así se me encomendó realizar Gritocidio, corto documental que escribimos y dirigimos para el bicentenario. Aquello que pudo ser el audiovisual oficial del bicentenario se tornó en una historia sistemática de censura por parte de los productores.

Efectivamente, mientras la Alcaldía Municipal de San Salvador enarbolaba la bandera del patrioterismo arenero de ser la capital iberoamericana de la cultura y la misma Asamblea Legislativa repartía títulos bicentenarios por el territorio nacional a ciudades que no desearon la independencia de España, nosotros producimos un audiovisual disonante que apoyados - entre otros- en dos de los representantes de las tradicionales visiones históricas del país: Pedro Escalante Arce y Rodolfo Cardenal SJ establecíamos una visión diferente: toda la historia oficial por 100 años había sido cuando menos tergiversada y, en el peor de los casos falsa.

No decíamos nada nuevo. Menos algo que no se estuviera discutiendo en foros en ese mismo momento. Pero una cosa es un tiraje de 500 libros o un debate con 50 personas. Nuestro audiovisual sobre el bicentenario que podría llegar a miles de personas era el primer trabajo sobre temas historiológicos que se llevaba al documental.

Así que la explicación para la no exhibición en 2011 de este documental sigue siendo para el autor, un misterio.

Solo podemos conjeturar entonces la censura por parte de los productores de este material: prejuicios contra el realizador por ser sospechoso de impuro ideológico ante los productores; sesgo político porque aparece allí Sigfredo Reyes o Norman Quijano; diferencias en la estética docu-videoclip del filme

Todas reales y humanas pero sin llegar a ser motivo suficiente –pienso yo- para impedir que la población se entere de valiosa información histórico-nacional.

Ahora 2013 y haciendo uso que me ampara y confiere la Ley de Derechos de Autor salvadoreña hago el estreno digital público por negarse de varias formas la productora a exhibir de manera oficial el documental Gritocidio, el asesinato del grito del 5 de noviembre de 1811 como un acto revolucionario, intelectual y pacifico contra el oscurantismo y uso de los símbolos patrios para intereses políticos.

Corolario:
Personalmente tengo un especial gusto por la palabra apocalipsis. Pero entendida como revelaciones. Lo cual no es más que una vez divulgada la verdad sobre el mundo, cualquiera que este sea: personal, familiar, nacional, político, regional se destruye para dar paso al nacimiento violento de uno nuevo, esta vez quizá – y es solo una aspiración- sin mentiras.


Comparto con ustedes Gritocidio.



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