De
la serie andanzas y malas andanzas de los salva-truchos en NY.
Luego de navegar en mi muro y conocer un
poco sobre las atrocidades de la guerra y fanatismos ortodoxos, recibimos la
buena nueva que el célebre Chepe Pacha ya había dejado la zumba y que de nuevo
se reincorporaba a su labor social a través de sus comentarios. Y para romper
el hielo lanzo en la red social Facebol, el primero de ellos al cual titulo "Como Celebrar el Día del Salvadoreño
en el Exterior” Lo que me hizo recordar un par de preguntas que le hiciera
a quien compartió en mi muro, días atrás el flyer de promoción de la atolada la
cual estaba programada para el domingo 18 de noviembre, con el fin de enaltecer
los logros de la comunidad salvadoreña en Hempstead.
Las cuales a la fecha aun sigo esperando
su respuesta. ¿Qué logros celebramos como comunidad? Y si el bailongo era
estrictamente negocio o tenía una finalidad social.
Continuamos en la navegación para dar
seguimiento algunas notas publicadas en los medios, llamándonos la atención algunos
párrafos que compartimos a continuación y otro post en mi muro esta vez de
MrPelon503’s.
Cita Textual
“Pido Una Disculpa Publica a los
fanatikos que Con Esfuerzo Llegaron a Ver mi Presentacion En Hemptead Ny No Voy a Presentarme Por Incumplimiento De
Contrato de lado de la parte Organizadora Gracias Por su Apoyo Pero Es Tiempo Ke Los Artistas Salvadorenos sean
Tratados Como se Debe !!!
Cita textual
Considerando que los salvadoreños en el
exterior se han desarrollado cultural, económica y políticamente en las
diferentes ciudades en las que residen, constituyéndose
en los principales exportadores de nuestra cultura y trabajo alrededor del
mundo, la Asamblea Salvadoreña declaró el veintiséis de noviembre de cada
año, “Día Nacional de los Salvadoreños
en el Exterior”, según reza el mencionado decreto firmado en el Salón Azul
del palacio legislativo en San Salvador.
Cita textual
En 2005, la Asamblea Legislativa de El
Salvador designó -bajo el decreto 825- el 22 de noviembre para conmemorar el aporte cultural, político y económico de sus
ciudadanos en el extranjero.
Cita Textual
Saúl Linares, uno de los organizadores,
comentó que el evento busca reconocer la
contribución económica de su comunidad a Long Island, considerando que
muchos de los pequeños negocios en la isla pertenecen a su diáspora.
Tomando en consideración el espíritu del
legislador al decretar el día 26 de noviembre de cada año como el “Día Nacional de los salvadoreños en el
Exterior” Es de concluir que el propósito de designar un día conmemorativo,
algo similar al día del soldado el 7 de mayo o 15 de septiembre, donde suelen
verse iniciativas cívicas y culturales por parte del GOES para celebrar dicha
conmemoración. Pero en el caso del día del hermano lejano seria como quien le
pone el nombre a una avenida, calle o boulevard, sin pena ni gloria. De seguro
muchos nacionales ignoran la existencia de esta fecha y/o quizá solo se
acuerden del brother, si este día les llega su respectiva remesa.
Este gesto de los padres de la patria
vendría a representar, si nos ponemos nostálgicos y románticos, el justo reconocimiento
a quienes se encuentran en el exilio por diversas razones y a su tesón de sobrevivir
en tierras ajenas a las que les vio nacer o raíces, donde además de librar su
cacaste en su diario vivir sobrellevando las desavenencias que ello implica,
como la carencia de un estatus legal y hoy doblemente indocumentados, idioma,
discriminación, explotación y marginación, inclusive hasta de su propia raza. Pese
a ello, han contribuido al desarrollo socioeconómico y cultural de El Salvador a
través de las remesas nostálgicas y proyectos de inversión social en las
comunidades de orígenes, gracias a su salvadoreñidad (nostalgia y nacionalismo desinteresado).
La supervivencia y autorrealización
individual de los hacelotodo en el exterior, ha permitido enaltecer la imagen
de la nación por su laboriosidad y anhelos de superación. Ya que a nivel
colectivo la pregunta es de que nos podemos vanagloriar. De aquí que hoy también
se le reconoce a la diáspora como embajadores culturales, empresarios pujantes
y defensores de los derechos humanos, sin que les haya costado un centavo a
los guebiernos en turno.
De aquí nos preguntamos, porque debe de ser
la misma diáspora la que se auto celebre su día. Lo lógico y correcto acorde al
espíritu del legislador es que sea la agasajada y que sean las oficinas del
GOES en el exterior las anfitrionas y armen la atolada. Ello contribuiría a estrechar los lazos de
hermanamiento e integración para con los connacionales en el exterior y
propiciar un marco donde se evidencie este reconocimiento por parte del GOES a
miembros de la comunidad que enaltecen su nombre y por ende el de la nación, además
de aprovechar el momentum para avivar la nostalgia y nacionalismo a las
presentes y nuevas generaciones.
No seria extraño ante tal sugerencia que se
rece la ya famosa escusa de austeridad y lipidia cuando de la Diáspora se trata,
que impida que el consulado tome la iniciativa. De seguro la opción de hacerse
el de los panes es afines a su conveniencia, prefiriendo ceder el usufructo de
la fecha a más de algún salva-trucho o grupo de buenos salvadoreños en la lista
para que tomen la iniciativa de organizar alguna pachanga o bailongo que le
permita explotar la salvadoreñidad de la comunidad (nostalgia y nacionalismo).
Si bien es cierto pudiéramos decir que debería
de ser lo idóneo que la celebración “Día
Nacional de los salvadoreños en el Exterior” la adopte el Consulado, tampoco se le puede obligar,
si no les nace el gesto en reciprocidad al aporte que hace la Diáspora a la nación
como bien lo reconocer los famosos padres de la patria.
Pero lo que sí es su obligación, es la de salvaguardar
los derechos de los salvadoreños, así como su imagen y dignidad y por ende de
la nación. Como mínimo el Consulado debería
de interponer sus buenos oficios y exigir honestidad, equidad y transparencia,
además de supervisar que ello se cumpla por aquel o aquellos salva-truchos que
pretender explotar la nostalgia y nacionalismo de la comunidad para sus propios
intereses. Además de velar que esta celebración
no se prostituya y se utilice para lavar la cara a los melandros salva-truchos
ya que lo que se trataría es de reconocer ejemplos dignos que puedan ser
imitados por las presentes y nuevas generaciones, con Honorabilidad y entereza comprobable, en pocas
palabras que no tengan cola que les pateen.
Aclarando hacer negocios no es malo. Lo
malo es que engañe y explote la buena voluntad de la comunidad omitiéndole que
es estrictamente negocio o diciendo que es un evento sociocultural con fines benéficos,
siendo todo lo contrario.
Para el caso de este domingo 18 se llevo a
cabo una pachanga. Quienes eran los organizadores, ya que aparte del Sr. Saúl Linares
que según la nota en el Diario de Hoy se señala como uno y el resto no se
mencionan, inclusive ni en el flyer. Al
parecer hoy ya aprendieron a quedarse detrás de bambalinas, será con la intención
de no asumir responsabilidades o dar cuentas. Vaya usted a saber.
Si fue con un fin lucrativo, lo justo es
que a los artistas le reconozcan su participación de forma monetaria, no los
embauquen y exploten con el argumento que es para beneficio de alguna causa
social y porque al final el negocio les genero perdidas, pretendiendo reconocerles
un monto menor de lo pactado y obligándolos a que absorban la perdida.
Si fuese el caso que el bailongo es para un
fin benéfico, lo correcto es que les extiendan una constancia donde se cuantifique
a precio de mercado el aporte que en especies hacen los artistas y les otorguen
el derecho de reclamar el beneficio fiscal en sus impuestos a la hora de
declarar al Tío Sam, por donar su tiempo y talento a una organización sin fines
de lucro debidamente registrada y autorizada para captar donaciones por parte
del IRS.
Ya
va siendo tiempo que valoricemos nuestro talento ya que ellos también son
embajadores de nuestra cultura y nación a través de su arte cualesquiera que
sea el género y que al igual que los nacionales también ellos tienen una
familia que alimentar y obligaciones que pagar.
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