En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

martes, 5 de febrero de 2013

¿Qué derecha aspira ANEP?


¿Qué derecha aspira ANEP?
Marvin Aguilar

Arnoldo Jiménez de ANEP develó que en las acciones comerciales de ALBA en El Salvador hay además de corrupción lavado de dinero.

La información que brinda el ejecutivo de la ANEP no debe pasar por nimiedades para nadie tanto como si es cierto como si no lo es.
Finalmente argumentando que ALBA cierra empresas que no mencionan ó hace perder empleos que no cuantifican, han presentado una demanda ante la superintendencia de competencia.
El FMLN ha advertido que hará una demanda por difamación. Si a último momento desisten de esa acción judicial la duda de lavado, corrupción y privilegios  quedaría instalada dentro de la población, será una quimera defender un proyecto empresarial con finalidad social.
Incluso los análisis que desde la UCA se hacen sobre el abandono de la ideología terminaran por ser verdaderos. Aclarar todo es una necesidad.
  
Un presente basado en un pasado que no fue.
Analicemos las palabras que pretenden construir una acusación: en principio no hay indicios que digan que ALBA evade impuestos en nuestro pais. Ni antes de 2009 ni ahora. ANEP nada dice sobre eso.  
La evasión de impuestos es una forma de lavado de dinero, como ya vimos en algunos miembros del clan los perrones del oriente del país.

Lavar dinero es un proceso que surge como necesidad de legalizar ingresos que tiene su origen en ilícitos o crimen. Como hizo HSBC.
Provienen: del narcotráfico, estupefacientes, armas ilegales, corrupción, desfalco, fraude fiscal, delitos de cuello blanco, prostitución, malversación de fondos públicos, extorsión, secuestro, trabajo ilegal, piratería y terrorismo.

El fallo de la acusación sino es que irresponsabilidad - a menos que la visceralidad sea una ex culpación- radica que, Arnoldo Jiménez no explica o no entra en detalles del origen dudoso de los que hemos escrito en el párrafo anterior, proviene el lavado de activos de ALBA- El Salvador.
  
De igual si el ilícito es un entramado que incluye a todos los países anexados a ALBA, o solo a los de petrocaribe o es una mala deformación empresarial del FMLN el enemigo a derrotar en nuestro país.

Si ANEP o el mismo Arnoldo Jiménez tienen indicios y además información de cómo se estructura esta trama corrupta y no la hacen pública, son cómplices. Por el contrario si ni siquiera pueden identificar el origen de ese lavado, estaríamos frente a una acción difamatoria con evidentes intenciones políticas que denota una frustración empresarial por no poder competir bajo las reglas del mercado con una empresa de asocio público-privado.

La trampa de fiscalizar a ALBA
Sostener que ALBA opera en el mercado nacional con ventajas es olvidar que ha así se han formado capitales nacionales. Es decir privilegiar capitales de unos sobre otros es la practica nacional salvadoreña. Ejemplos en la historia nacional abundan.
Puedo sostener con solvencia moral que la competitividad no está relacionada para nuestro caso con la relación precios-calidad-cantidad sino con los contactos para obtener tierras, licitaciones, créditos o apalancamientos financieros, no pagar impuestos -de los que podría citar casos- beneficios fiscales y monopolios.

Ante cualquier duda sobre lo anterior recomiendo leer: los estancos, las prácticas monopólicas y las rentas del Estado en El Salvador; tomo 20, biblioteca de historia salvadoreña.

Ahora ARENA ha tenido la gran pensada de hacer por medios legales una reforma que permita fiscalizar a una empresa pública-privada. Bien, nada malo, quizá hasta necesario por nuestra cultura del amiguismo, podríamos obviar incluso que sea hasta ahora.

Pero, ¿y si esto abre la puerta para que por ley deje ser secreto y hacer público el listado de evasores fiscales? O ¿si a partir de ahora igualmente se aprueba la cárcel por evasión de impuestos? Formas tan acusadas desde la empresa privada.   

Leamos otro interesante y discreto ejemplo: la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.  Ésta en la práctica se ha convertido en óbice que hace que el Ministerio de Hacienda no pueda cobrar impuestos a una serie de empresas que llevando siempre a apelación a esta instancia su negativa de pagar impuestos, solicitan medida cautelar que les declara solventes mientras dura el proceso, el que tiene una prescripción de 10 años.
   
La Sala haciendo gala de aquello de la mora judicial termina resolviendo casi al momento de la prescripción, haciendo casi siempre imposible la acción de cobrar lo adeudado al fisco. Incluso ha impedido que la fiscalía actúe en defensa del Estado en estos casos.

Esto ha motivado desde el Ejecutivo provocar un choque de Salas: al solicitar un basta ya por medio de un recurso contra lo que parece una arbitraria Sala de lo Contencioso; que la Sala de lo Constitucional posibilite al Ministerio de Hacienda poder cobrar los impuestos de una serie de empresas que son cotidianamente -lea usted- las más grandes.

¿Hacemos por ley que estos procesos en la Sala de lo Contencioso sean públicos, como ahora debemos auditar a ALBA petróleos? O ¿si legalizamos la ética de que funcionarios públicos no puedan inmediatamente cesar en sus funciones ser contratados por las empresas que les tocó regular durante su ejercicio público o viceversa?  

El problema de tener techo de vidrio es que muy difícilmente nuestros argumentos, por muy validos que sean en un momento especifico, por ocultar o no hacer el mismo énfasis con los errores de nuestro bando terminan derrumbándose.

En mi casa, mi padre, gallego terco me enseñó que no se debe ganar haciendo trampa, esto me lo reforzaron los Maristas, españoles-franquistas y –expulsados de Cuba- anticomunistas.

Así que por eso no puedo comprender la técnica del ventilador que algunos dentro de la derecha para recobrar el poder están utilizando contra el FMLN.  

No se trata de ser entreguista, menos imparcial. Objetividad científica demanda la política nacional, lo contrario, acusar sin pruebas es hacer democracia, pero bananera. Y pensar que los salvadoreños son peleles ideológicos.

ANEP debe revisar hacia qué derecha desea ir. Si es hacia la sur americana, van bien. Consideren que el periodismo digital está haciendo una labor nada despreciable con el voto flotante, los que decidirán quienes se quedan en la primera ronda. Acusar sin pruebas es mentir. 

Si el objetivo es ser potables ante la ciudadanía deben valorar que: la prensa tradicional ya no posee el control de la agenda nacional y, que el voto en el exterior puede definir la segunda ronda, esos salvadoreños no son fáciles de inducir desde la retórica falsaria, discurso único y trasnochado. Vale la pregunta ¿A qué derecha aspira la ANEP?         

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