En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

martes, 25 de marzo de 2014

Cuando la derecha legalizó al comunismo

Cuando la derecha legalizó al comunismo
Marvin Aguilar

Murió Adolfo Suarez, político español surgido de las falanges franquistas que entre otras cosas en la Semana Santa de 1977 sorpresivamente legalizó al Partido Comunista Español.

¿Su merito? Comprender que construir la democracia española, llevar a realidad la reforma política que necesitaba una nación que venía del nacional catolicismo más oscuro y de un dictador amigo de Hitler y Mussolini pasaba por incluir a los comunistas.

Y así fue, bajo su gobierno la monarquía se convirtió en constitucional siendo respaldada por La Pasionaria y Santiago Carrillo por un lado y Manuel Fraga por el otro.

Sentó las bases del rompimiento del antagonismo y de solo existir para ser contrario del otro. Construir una identidad, ideología nueva de derecha así como la renunciación de la republica para la izquierda y dar paso al eurocomunismo. Luego del intento de golpe de Estado que enfrentó con una elegancia impecable el miedo no fue más arma electoral o estratégica para mantenerse en el poder.

Mi padre siempre me insistía que si deseaba comprendernos debía mirar hacia España. Toda nuestra estructura social, política y económica había sido para bien o para mal heredada de allá y no hubo independencia patria que destruyera esos lazos.

Era lógico. Siendo las civilizaciones pre colombinas silenciadas y menospreciadas y los afro-descendientes meros piezas de Indias predominó en los genes de las clases dirigentes esa manera de hacer las cosas, la española.

La reforma de la derecha salvadoreña
La muerte de Suarez hace recordar su papel en la transición española ya que pone de manifiesto que cuando la derecha cambia logra hacer avanzar al pais.

Y eso, es un ejemplo para las facciones más conservadoras de El Salvador que ven en concesión alguna a la izquierda, incluso en el derecho a existir que tiene o gobernar una debilidad o, entreguismo de la patria.

Existen estos dirigentes solo para ser el contrario del otro. Se han quedado entonces sin ideología ya que una vez desaparezca su enemigo ellos no tendrán razón de seguir existiendo.

El ateísmo –por ejemplo- no es misión de ARENA combatirlo, eso debe ser labor de las iglesias o religiones llevarlo a cabo y el comunismo no es el objetivo de la existencia de la derecha, sino el bien del pueblo su desarrollo, crecimiento.

Dejar al FMLN ideológicamente en paz y pensar en que se hará por la población debe ser la razón de ser de la derecha. No entenderlo es no desear salir del circulo vicioso de las extremas que ven en la oposición visceral al adversario una manera segura de llegar al poder tarde o temprano.

Pero no se dan cuenta que una vez lleguen al poder el otro hará exactamente lo mismo para arrebatarles ese poder. Boicotearse mutuamente da réditos políticos, es posible pero en nada ayuda a los ciudadanos salvadoreños en mantener las luchas por el poder de unos pocos en detrimento de los muchos. De allí el origen de la decepción en los políticos de todo tipo que reina en el ambiente.

Por momentos parece ser que los dirigentes de la derecha no escuchan bien las voces del pueblo que les habla en claves que demandan inteligencia social entenderlas.

El siguiente párrafo que La Página publicaba de una entrevista al publicista e ideólogo arenero Roberto Ávila es una muestra de lo decepcionante que pueden llegar a ser los políticos salvadoreños: Y ya hay antecedentes: acordémonos que George W. Bush en su segunda vuelta perdió y pidió abrir las urnas de Miami para que se contara voto por voto y así fue que ganó.”

¿Ganó Bush a Gore en 2000? ¿Existe la segunda ronda electoral en EE.UU.? Desconocer la historia es uno de los errores más recurrentes dentro de la política nacional y eso es también la causa de que se sigan cometiendo las mismas equivocaciones patrias. Dan pena ajena cuando es la derecha que recurrentemente se evidencia como en este caso inculta.

Corolario:
La política es como la vida, las disposiciones mentales son entonces vitales. Adolfo Suarez – el ejemplo que traíamos a cuenta- renuncia de la política en 1991, reconociendo que era el único responsable de la derrota de su partido.

Pero no es el único caso. Roberto d`Abuisson renuncia a dirigir ARENA, sabiendo que los EE.UU. no apoyarían la llegada al gobierno de una derecha liderada por él. Deposita en Alfredo Cristiani el poder, alguien que llegaba no solo de afuera sino además de otro partido.


Ahora toca a los ex presidentes y argollas doradas hacerse a un lado. Las rectas finales no son deshonrosas si se hacen con la convicción que los tiempos demandan y seguros de mejores épocas para todos y, no debiese importar que haga el FMLN; pero por ahora parece que la derecha salvadoreña no comprende lo inesperado: que al negarse a hacer buena política – apartándose- librará en 2015 una lucha de enanos no de gigantes.

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