Despedida a una mala dirigencia
Marvin Aguilar
Dar una palabra en 2009, incumplir la palabra y
arruinarse por esa palabra incumplida, los egos de los ex presidentes y la
sordera es lo que llevó a la derecha a un populismo punitivo y ser inviable.
El panorama nacional ha cambiado: El Salvador ha
dejado de ser conservador, 2014 deja a la derecha compartida, una UNIDAD
ascendente por ser más pragmática que ARENA para pactar con el FMLN, virtud que
los conservadores areneros desdeñan como traición y se encierran en el viejo
todo o nada y, finalmente una izquierda afianzada para las legislativas y
municipales de 2015.
ARENA pasó de: el
que quiera que se vaya porque llegan 1,000 a hablar de unificación sino es
que de UNIDAD en algunos casos. Aprendieron hacer tarde todo, culpables: la
cúpula que creyendo que ganando 2012 se triunfaba en 2014 se volvieron
incapaces de cambiar su discurso tanto hacia adentro como afuera.
Imposibilitados de articular un clic con el promedio
de la población que oscila 24 años serán el alma de un muerto maldito. De ser un partido con un poder total lo
dejan a punto de anularse en 2015. ¿Qué sucedió?
Su discurso creador de una emergencia y gran
inseguridad partiendo de las pandillas pretextando para ello ser sus medidas
excepcionales la única forma de salvación nacional falló.
La tragedia de ARENA es que en realidad al cerrar el
partido, algunos votantes se tuvieron que ir para poder seguir siendo lo que
siempre han sido: gente decente.
Nada nuevo entre las derechas. En España, Alianza
Popular no era una opción real de poder por su vínculo con la dictadura
franquista pero llegar a entender eso y, que los españoles ya no eran los
mismos les costó varias elecciones.
Cambiaron de nombre y de discurso haciendo a la vez el
esfuerzo de aglutinar a todas la derechas españolas democratizando el sistema
interno de partidos que permitió resolver las diferencias internas; esto los
llevó a constituir al Partido Popular que ahora -años después- por no poder
controlar efectivamente la crisis económica amenaza dividirse en un partido
ultra: Vox.
¿Dónde irá
ARENA?
Allí está el reto de ARENA con UNIDAD: nuevas personas
y nuevos planteamientos y, estos no deben salir únicamente de la capital sino
de la mezcla del interior del país y de San Salvador, nada que no se haya
pedido desde la colonia y luego se haya hecho en los primeros años republicanos.
Hay líderes nuevos en la base, el único lugar donde se
encuentran hijos del tiempo actual. Un COENA proporcionalmente representado que
deje atrás la sensación de ser la derecha de siempre aunque se esfuerce en
poner nuevos rostros, ropajes y lenguaje.
Y finalmente ser liberales no solo en lo económico,
sino además en lo social y político. No juzgar situaciones humanas como el
aborto, gais o pandillas o creencias desde nuestros propios principios sino
desde las necesidades de los demás.
El Salvador es un país pobre, hacia ellos deben
priorizarse las políticas de todo tipo, no a los sectores productivos los
cuales ya están fortalecidos y poseen suficiente capital para resistir,
modernizarse y superar las crisis, más no los sectores vulnerables, excluidos
de todo tipo que están por la misma forma de construcción nacional que plantea
la derecha pero que el discurso arenero unilateral-conservador los aleja
paulatinamente.
Corolario:
ARENA debe terminar con el pasado. No aplica en esta
oportunidad que un COENA 2 veces perdedor podrá lograr que la militancia vuelva
a soñar y la derecha a gobernar. Este COENA tiene por moral y honor que
marcharse el 10 de marzo.
Porque haciendo las cosas no mal, sino que muy mal han
perdido la autoridad desde el 2 de febrero, desde ese día nadie los respeta,
nadie les cree y, sus cargos son desde esa fecha mero formalismo estatuario el
cual la base y derechas afines ansían su dimisión lo más pronto posible.
Lo peor que puede hacer ARENA es formar una comisión
para que elabore un diagnostico, ya que cuando no se desea hacer nada o no se
tiene la capacidad o ideas para hacer lo necesario para resurgir lo que se
acostumbra es nombrar una comisión marioneta para darle largas al asunto y
dejar con el paso del tiempo todo como estaba: asegurar el poder de la falsa
derecha.
No hace falta más anticomunismo nacionalista religioso,
se les agradece. Ahora llegó el tiempo de democracia hacia adentro y hacia
afuera. En El Salvador gana quien logra juntar hacia sí al centro, ARENA no lo
hizo con su mensaje radical.
El futuro es el lugar donde todos viviremos y no
podemos saber cómo será, es siempre una conjetura, así que la mejor manera de
saberlo es construyéndolo nosotros mismos. Seguir con lo mismo, es continuar
viviendo en el vergonzante pasado.
Creer que la identidad de su tiempo, el anticomunismo
que nació en 1932 convenientemente de la mano de un golpista devenido en
dictador como Hernández Martínez y que ARENA pervivió en el imaginario nacional
hasta 2014 como discurso de protección, sostener que eso nos defenderá en el
futuro es un error. Renuncien.
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