El Salvador: baile de mascaras
Marvin Aguilar
I
Nuestros políticos algunas veces se asemejan a
personajes mal extraídos de la novela rusa. Están frente a un público que no
les aplaude sus roles más serios y sentidos. Sin embargo más tarde que temprano
llegarán a cuenta que aquello sucedía porque no se les entendía lo que hacían.
Hagamos un travelling circular visual imaginario en un
escenario de teatro: Jorge Velado llora, Ernesto
Muyshondt es un Pechorin de Lérmontov, d`Abuisson hijo grilla, y hasta Ana
Vilma de Escobar que algunos pensaran que es nuestra Anna Karénina –cosa que someto a discusión- nos vemos
obligados a pensarla en salvadoreño coloquial: gatillera con silenciador. Y así anda la derecha salvadoreña
deseando parecerse a la izquierda de la cual pretendían protegernos.
II
Chejov llegó a Moscú cuando ya era cadáver en un vagón
refrigerador que traía carne de Alemania. Este citado escritor era experto en
diseccionar las personalidades de los miembros de la sociedad: un ángel, un bromista, un enigma, un
dentista desesperado por un fraude electoral, un hombre conocido otro
extraordinario, un hombre inquietante, un empresario debajo del diván, un
informe, un vicepresidente que no era intelectual, un hombre desconocido, un
Mario Valiente, una noche terrible, una de espanto y otra de miedo y otra de
eyaculación precoz, un bromista, un asesinato de un editor de un periódico
digital, la noche anterior al juicio, presos saliendo a votar, la desventura,
la desgracia, las celebridades que gritan: voto por voto, acta por acta, la
calumnia, una alcaldesa que no recoge la basura, una casa vieja otra que se cae
sino la reparan, los ladrones, Paco Flores, las botas que dan golpe, las botas
cambiadas que ya no lo dan, una criatura indefensa, Jesucristo amarrado por los
comunistas, la hija del bien, el hijo del mal, el golpe de Estado, Jesucristo
desamarrado por Evangelina del Pilar de Sol y puesto salvo en la sede de ARENA,
el trágico, el político trágico, el político llorón, la lengua imprudente, el
marero, la hacienda, los baños públicos, la socada, la floja, el tifus, la
tristeza, el socorro, el pedo, el final, el final feliz, la consulta y
finalmente el buen final: Wil Salgado con traje de payaso en un silla voladora
girando como tuerca loca gritando de chotooooooo y todo el COENA aplaudiéndole
en un spot patrocinado por Aliados por la Democracia transmitiéndose gratis por
TCS.
III
Pero la alta raza salvadoreña igual le hubiese gustado
a Saltikov-Schedrin para personajes satíricos, no la baja que gusta de la
comilona el futbol y el bailongo y que si esto no está nada sirve; por eso unos
hacen caravanas y concentraciones y otros marchan contra lo que ellos antes hacían:
negar el voto por voto; así avanzado
el baile de mascaras han dejado la etiqueta y han comenzado a sincerarse porque
el protocolo pasa repentinamente a parecerse a un velorio de caserio en donde
se han juntado las dos damas y la esposa del difunto.
Niño Dios le decían. Por eso mismo nunca creyeron que se
casaría. Su mamá se encargaba en pregonar no se sabe si con mala saña o de
forma ingenua que el pene de su hijo era tan pequeño que por momentos pensaba
que no tenia. De allí el apodo.
Y fue diputado. Siempre votó por reformar la
Constitución para prohibir las bodas entre maricones por eso allí estaba en su
velorio el pastor y el cura en acto ecuménico enviándolo al cielo. Suerte de
rico que estudió en colegio de monjas.
Tenía muchas tierras y eso fue el motivo también de
desdicha y deshonra. El origen de su fortuna decían era que estaba pactado con
el diablo, pero eso era un chambre de los enemigos políticos que son bien dados
a inventarse historia de carros estrellados y amantes en coma e hijos por
fuera.
La realidad era más sencilla. Había contratado un
seguro de vida a todos sus colonos en la hacienda y se había puesto él de
beneficiario y como en El Salvador ser matado y quedarse preñada es fácil, así
se fue haciendo de un capital respetable que le dio una categoría triple A plus
en el sistema financiero que le permitió ser siempre sujeto de crédito y nunca
aparecer en DICOM. Es decir era un preclaro hombre puro hijo del sistema de
libre empresa.
Eso sí, mando a construir una iglesia a San Benito de
Palermo y el señor de los milagros y una neo pentecostal también para el pastor
sin santos e hizo jurar a su hijo, que ahora es diputado, que jamás aprobaría
las bodas entre maricones.
IV
Así anda el país. Tedioso, agobiante, incierto con un
asfixiante final, por eso espero que lo disfruten desde la más genuina
intolerancia nacional porque nos hace falta otro año más de campaña electoral
que será la última trinchera contra los comunistas ¿la ven venir?
¡Ah!
El 21 de marzo se celebra el día mundial de la poesía,
un saludo a poetas, bardos y juglares.
Todos a poner flores a la tumba de Roque Dalton.
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