En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

sábado, 5 de octubre de 2013

¿Eligió el Diablo a Francisco I?

¿Eligió el Diablo a Francisco I?
Marvin Aguilar

El Papa romano ha mandado al traste a los nacional catolicos que viven la fe no desde la misericordia sino desde la ideología conservadora.

Así estimados lectores ha criticado a quienes como la fundación Sí a la Vida y sus corifeos mediáticos en El Salvador viven obsesionados con condenar pecadores y elevar los dogmas religiosos a la categoría de norma constitucional.

Ha llamado la atención a esa enfermiza obstinación contra el aborto, las uniones gais, el sistema económico y el relego de la mujer en la iglesia que como diacona podría ser Cardenal y votar en la próxima elección Papal; mujeres pero en la cúpula, en donde se toman las decisiones importantes y no en qué cantos se entonaran en la misa.

Se ha mostrado intransigente contra el sistema, ese que Manuel Enrique Hinds sostiene que es el pretexto para que fracasados e idiotas justifiquen sus derrotas.
  
Sí, la estructura perversa que ha bajado a Dios de los altares y ha colocado al dinero en su lugar. Finaliza con una estocada que obliga a un replanteamiento de las ideologías extremas como las de COENA actual: se ha definido también como una persona pecadora, que pudo haber sido autoritario pero jamás de derecha.

¿El anti Papa?
No se trata de complacer y halagar al mundo hereje como de seguro interpretaran las palabras-latigazos del Papa Francisco I la retahíla de columnistas católicos que semana tras semana han derramado palabras apocalípticas, sentencias de fin de la humanidad, condenas a muerte si se amplían Derechos Humanos en nuestras sociedades.
Historias ejemplarizantes que podrían ocurrirnos de Sodoma y Gomorra, pecados, pecados, pecados en que degenerados de izquierda, liberales paganos, masones pervertidos, judíos mata cristos, turcos conversos de mentiras y, columnistas de La Página pretenden desviar a la patria del rumbo que Dios le confió.

¡Sí Dios! Solo a ellos, para salvarnos a todos los salvadoreños del infierno, siendo su única forma la de hacer perversamente ley de la república la palabra de Dios que ellos digan.

Que se jodan y se ofendan. El vicario de Cristo ha comenzado a girar y, si lo está haciendo él bueno será; al fin y al cabo su nombramiento ha salido de la inspiración directa de Dios, el mismo que eligió a Juan Pablo II.

A menos que ahora los nacional catolicos salvadoreños nos alerten que ha sido Satanás quien bajó a la basílica de San Pedro y conspiró para que le nombrasen.

Nada menos hace unos días uno de los más rancios y reaccionarios ideólogos de la derecha religiosa - que demoniza el laicismo que Francisco I legitimó en Brasil- tergiversaba el perdón de un comunista.

Leyéndole a él y analizando las palabras del Papa católico es claro que tendenciosamente obvió las palabras de su líder espiritual: evitar la condena con la que cierra su texto.

¿Qué ha logrado ver desde Roma Jorge Mario Bergoglio, que San Salvador quizá alcanzará a comprender dentro de 50 años?

El dualismo helénico.   
Los pilares en que se sustentan los dogmas de la iglesia católica romana son: el neo platonismo, estoicismo y el dualismo helénico y es desde este último que el Papa basa ese levógiro de la iglesia; es esa corriente filosófica que ha permitido al catolicismo reformarse, actualizarse, adecuarse a los tiempos.

Francisco I solo ejerce su derecho de prevalencia de un dogma sobre los otros dos, algo que hicieron sus predecesores igualmente a la inversa, no está colocando palos en las ruedas del catolicismo para atascarlo.  

La derecha religiosa salvadoreña debe entender humildemente el mensaje: insistir en lo positivo, en la alegría de ser creyente, más que en el pecado ese que dicho sea de paso la mayoría de las veces en sociedades periféricas como la nuestra nace del sistema económico, político, social que los conservadores igualmente promueven con publicidad engañosa de bienestar para todos por medio del consumismo irracional.  

Nada menos leíamos horrorizados en La Página cómo los defensores de los agroquímicos en nuestro país alegaban como legitimidad para su uso, una forma de evitar el calentamiento global.

Una época de mala imagen de la iglesia abre paso a una nueva era: una iglesia que busque acercar a los pecadores y no quedarse en el oscurantismo que ve pecado por todos lados; condena no, cercanía sí. Misericordia, si son capaces de sentirla.

La derecha religiosa defiende la vida pero se pasa por los testículos la persona y, es allí donde debe mirarse la reprensión, la parte medular de las palabras de Francisco I.

No al oropel, la guardia suiza, oro, decidir entretener a estómagos vacios o llenos. Sí a la periferia. ¿Podrán matarlo? Desde luego es un Papa sin miedo, sin reparo a detener las mafias económicas vaticanas del Opus Dei que pervirtieron el IOR.

Su condena al que solo por aparentar ayuda al necesitado coincide igualmente con mi visión particular en que la prevalencia de la solidaridad debe primar sobre la filantropía o caridad que nunca resolvió problemas estructurales.

No cabe duda que sus palabras revivirán desde la derecha religiosa las discusiones bizantinas, pero es innegable que son un rio de agua viva que desperezará a una iglesia anquilosada y acomodada en el lujo, pecados ajenos y banalidad causada por años de poder de los ultras conservadores en el aparato vaticano.


¡Larga vida a Francisco I! 

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