En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

domingo, 23 de diciembre de 2012

El testamento de Navidad


El testamento de Navidad

Marvin Aguilar
Había estado enferma por muchos meses y finalmente la mañana del 25 de diciembre amaneció muerta. Mi padre al medio día de esa misma fecha entregó a sus familiares el testamento cerrado que ella confió en principios de año cuando su salud empeoró a causa de la cirrosis.

En esencia decía así: en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Yo Dolores Ester Pineda de setenta y cinco años de edad, soltera, oficios domésticos, originaria y vecina de esta ciudad, hija legitima de Sixto Pineda y de Bernarda Mendoza ambos mulatos descendientes de esclavos traídos a trabajar en los obrajes de San Miguel manifiesto:

Que teniendo la hora de la muerte y encontrándome actualmente en capacidad legal para disponer de mi última voluntad a efecto que después de mis días no se perturbe mi reposo con disputas y discusiones que pudieren su origen por falta de declaraciones mías.
En tal virtud, ordeno mis disposiciones testamentarias: mando que mi cuerpo sea sepultado en el cementerio general de esta ciudad en el mausoleo del cuadro 2 que tiene la Sagrada imagen del Corazón de Jesús que es de mi propiedad y donde esta mi familia y tengo dos bóvedas vacías.

Declaro que nunca he sido casada ni he tenido hijos de ninguna clase. Igual que no debo a ninguna persona ni me deben. Que he adquirido como bienes propios los siguientes:

Una casa de esquina de cañón de siete piezas en el piso de abajo al lado de la calle que da a la alcaldía y una en el segundo que hacen ocho. Y una pieza con portal al lado de la calle que linda al oriente con el parque Guzmán ambas son casas urbanas.

Una media-agua de dos piezas situada en el barrio y frente a la iglesia el Calvario; otra casa de esquina con su correspondiente solar situada en la esquina sur-este del Teatro todas con sus muebles que he vendido a mi sobrina Elvira Molina en cincuenta pesos y que deberán ser sacados el primer aniversario de mi muerte.

Declaro que intuyo que mis únicos herederos son mis sobrinos Elvira Molina, a quien dejo la primera casa aquí descrita compartida con la Reina de la Paz para que en una porción le hagan la sacristía cuando concluyan la construcción de catedral. Mientras tanto que se alquile y que de esta mesada manden decir las misas para salvación de mi alma.
  
Señorita Leonor Pineda a quien dejo la segunda propiedad descrita, con la condición que mande decir siempre las misas de San Gregorio y las de las Cinco Llagas y una misa cada mes.   

Y Sixto Pineda a quien dejo la casa tercera pero de quien no sé donde esta, unos dicen en Guatemala otros en Honduras, es hijo de mi hermano Abelardo Pineda y Clotilde Joya que vive en Armenia, El Salvador quien sabía donde esta, encargando que se le telegrafíe a todas partes un año.

En último caso no se encuentre le dejo la casa a los diez hijos de mi sobrino Sixto Pineda. Sus hijos son: Francisco, Agustín, Juan, Esteban, Roque, Isidoro, Miguel Ángel, Tomasito, Carmen, Lucia.
En la cuarta casa deberá vivir Victoria Sequeira mientras viva la niña que la acompaña, y después de sus días es para Luisa Yescas. 

Que si no quiere Victoria Sequeira vivir allí que la arriende y tome los alquileres mientras viva.

También tengo una tienda en el portal Kury que quiero este alquilada por cuatro años y enseguida se venda y se reparta el dinero en obras de caridad para darles cinco pesos a los reos del pueblo; quinientos pesos al hospital; quinientos al hospicio; quinientos a la iglesia y se buscara a pobres vergonzantes para darle diez pesos a cada uno. El precio de la tienda es de tres mil pesos.

Finalmente dejo la casa en donde vivo que vale ocho mil pesos y que fue de Marcos Letona que construyó el Teatro que primero se alquile y de ese dinero se manden decir las misas y se paguen los impuestos que cause y repare.  

Luego se venda y se invierta el dinero en darle a Santo Domingo mil pesos; quinientos a la iglesia del Calvario; mil pesos al señor obispo; cien pesos a la niña Lucila Arguello; cien pesos a Lolita del Carmen Retes; cien pesos para Teresita Bran; doscientos a Juanita Arguello; doscientos pesos a los hijos de Elvira Méndez: José, Elvirita, Rosario y Blanca. Mi sobrino Alberto Amaya le dejo doscientos pesos; cien pesos a María Luisa Yescas.

El dinero restante que se ponga al interés para mientras se reinician los trabajos de construcción de catedral pero si en cuatro años no comienzan que se reparta en obras de caridad buscando siempre los pobres vergonzantes que por vergüenza no salen a pedir limosna y en mandarme decir las misas que dejo escritas.

Que se aparten quinientos pesos al doctor Joaquín Argumedo Dueñas por sus honorarios para dar cumplimiento a mis voluntades.

Imperecederos agradecimientos al joven Don Manuel Inés Aguilar Barquero, gachupin avecindado en San Miguel y quien guarda este testamento que revoca y anula otros testamentos y demás disposiciones testamentarias que haya dictaminado antes y quien quiero que solo este valga se observe y cumpla según lo manda y ratifico y lo firmo después de haberlo leído y meditado convenientemente, esperando que Dios en su divina majestad me deje pasar las navidades de este año aun con vida.

Entregase y habrase para darle publicidad. Ciudad de San Miguel el 25 de diciembre de mil novecientos veinte y uno.   

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