En una cita bibliográfica, Violeta Bonilla (1926-1999) expresa sobre el significado de la figura: “Quise representar un hombre sin ataduras, sus manos sueltas expresan la libertad intangible, y los cuatro picos del fondo representan otras cuatro naciones centroamericanas”

jueves, 14 de julio de 2011

ANTE LO ESCRITO POR LA EMBAJADORA ESTADOUNIDENSE II- POR MARVIN AGUILAR

Ante lo escrito por la embajadora estadounidense II

Marvin Aguilar

Mahmud Ahmadinejad durante su visita a la Universidad de Columbia dijo lo siguiente: en Irán no hay homosexuales. Teniendo en cuenta que en ese país islámico la homosexualidad es un crimen penal tal como lo dice el sagrado libro del Corán y que se registran desde 1979 tres mil penas de muertes por ese delito es comprensible la declaración del presidente iraní.

Más sin embargo, un informe dirigido por Parvaneh Abdul Maleki, en que se hablaba de las desviaciones sexuales que deben tratarse dentro del pueblo iraní revelaba que: 24% de las mujeres así como el 16% de los hombres habían reconocido haber tenido una relación homosexual en su vida.

En Alcalá de Henares, el obispo Juan Antonio Reig Pla, acaba de subir a http://www.obispadoalcala.org/ una guía de cómo curar la homosexualidad. Todo aquel que desee cambiar o evolucionar en su conducta sexual debe leer entre otras la carta primera a los Corintios 6, 10.

O la carta a Timoteo: en la parte en que condena a los impúdicos y pervertidos. De igual aconseja leer génesis y los clásicos de Sodoma y Gomorra. San Pelayo se nos presenta como el ejemplo a seguir en cuanto a la castidad de los jóvenes. De la misma manera detalla la necesidad de que los padres una vez se den cuenta de las tendencias homosexuales de su hijos les envíen con un especialista experto y calificado para que puedan ser re-orientados.

Es notable como ambos personajes disímiles, respetables desde luego dentro sus comunidades utilizan el Antiguo Testamento para sostener un discurso ideológico de lo que desde su socio-centrismo entienden como correcto.

Prejuicio, homofobia, discriminación

En la edición de LPG del martes 28 de junio de 2011, Mari Carmen Aponte escribía una de las políticas del actual presidente estadounidense de declarar junio como mes del orgullo LGBT en Estados Unidos.

Abogaba por evitar la violencia, odio, falsas percepciones sobre una comunidad de personas. Explicaba que la lucha del actual gobierno que ella representa está por la doctrina de entender los derechos de los homosexuales como Derechos Humanos y dejar de clasificarlos como una patología, perversión que debe ser corregida o silenciada.

En ningún lado del texto de la embajadora, se infiere la intención de intervenir directamente en la cultura, tradición, valores salvadoreños desde el gobierno que ella representa.

Explica la adherencia de la administración Obama a la lucha de los colectivos gais, que no es la de homosexualizar al mundo para destruir a la variante de familia tradicional, sino llevar a los heterosexistas - muchos de ellos con una sorprendente doblez moral- a aceptar que hay, ya sea el informe Kinsey un 10% o, el de Melissa Hines y su libro Brain Gender, quien habla del 5% de la población que es homosexual, lesbiana, bisexual, intersexual, transgenero.

No solo, que tienen derechos y que reconocérselos son en consecuencia una ampliación de la igualdad consagrada en las constituciones de muchas de las democracias de occidente.

Traducido en humanos salvadoreños hablaríamos de un máximo de 600, 000 o de un mínimo de 300,000 personas, a los cuales no se les asesina como en Irán, pero se les discrimina pasivamente, cuando se les ignora y se les persigue usando desde el sutil insulto hasta el miedo de incontables maneras.

No podemos hablar de ser una sociedad democrática si de alguna manera se le niega a un solo salvadoreño sea cual fuere su condición social u humana el derecho a la existencia e identidad propia. Esa es la lucha, no la de cambiar la forma de pensar de los muchos, sino que aquellos respeten la forma de vivir de las minorías.

La embajadora, además de felicitar al gobierno por el decreto 56, y su adherencia junto a Chile entre otros Estados a apoyar iniciativas en pro de la equiparación de derechos LGBT a nivel internacional, exhortaba a confrontar la violencia y la intimidación (verbal, psicológica, física) desde donde como humanos nos encontremos.

Habría que ocuparse entonces, hablando de una aculturación yanqui ¿De empezar a censurar la música, cine, televisión, estrategias publicitarias que desde el país del norte nos llegan y están cambiando los enfoques de los jóvenes? ¿Miraremos próximamente marchar a la izquierda chavista junto a los nacional religiosos salvadoreños?

La lucha por los derechos Humanos es un compromiso histórico de los Estados Unidos.

Una de las características de la primera potencia mundial actual, en referencia a la Antigua Roma, es que EE.UU. desea que la felicidad consagrada en su Constitución sea un ejemplo de vida para otras naciones. Democracia, justicia, luchas civiles, para ello desde luego se vale del poder blando o el fuerte según sea el caso.

No puede ser entonces que, quienes envían a sus hijos a estudiar en las universidades estadounidenses, defienden la dolarización o el TLC ignoren la dinámica social norteamericana, aquella que establece que pueden vivir todos en un mismo territorio haciendo leyes iguales para los similares y diferentes para la diversidad. Ese es el ideal que anhela Mari Carmen Aponte.

Por eso se equivocan quienes sostienen que las declaraciones de la embajadora no corresponden al sentimiento de una nación como lo es, la representada por ella; obvian quienes eso escriben que una reciente encuesta de Gallup refleja que un 53% de ciudadanos están de acuerdo en que las uniones gay sean legales, frente a un 44% que se opone. Que la Suprema Corte estadounidense está por fallar sobre la constitucionalidad o no de esas uniones.

Cristo no se definía como legislador, sino como Maestro. No quiso reformar las acciones externas del hombre, su interior era su objetivo.

No es un ataque al cristianismo, ni a las creencias de la mayoría, que como ya lo vimos en el caso de Jesús y Barrabas mataron al primero. Es una discusión sobre el derecho a la individualidad, a que es la persona humana el fin último del Estado, que la libertad económica de la que hablamos desde la derecha, es de igual extensiva a la vida privada y que una diferente no tiene porque ser considera como un ostracismo social solo porque es pecado para muchos.

Los conservadores tienen una papa caliente, el síndrome de ftalatos demostrara con el tiempo que la industria química ha causado en los hombres de hoy y del futuro una disminución de la testosterona, baja producción de esperma, empequeñecimiento de los genitales y, más feminidad en los machos. Hasta entonces se comprenderá como tema de Derechos Humanos.

Por ahora pueden seguir quienes así lo deseen, renunciar a los valores occidentales, hermenéutica, exegesis, que han llevado a las sociedades a llamarse desarrolladas, y parecerse más a Ahmadinejad.

La fe no tiene que recurrir a dogmas verdaderos, piedad hace falta por doquier. De igual quienes deseen ver en el artículo de la embajadora estadounidense monstruos imperialistas inmorales están eligiendo entre ser etnocentristas necios o cosmopolitas.

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